Ángel Luna, portavoz socialista en las Corts valencianas, afrontó ayer las primeras consecuencias de la querella que el PP ha presentado contra él. Luna acudió al Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV), que le había convocado para comunicarle el contenido de la denuncia. Esa comunicación se perfila como el paso previo a su citación como imputado.

Luna, azote de Camps en el caso Gürtel, achaca la querella al afán del PP de desprestigiar a quien airea la presunta corrupción del Gobierno valenciano.

El PP acusa al portavoz de cohecho. Los conservadores sostienen que, hace 13 años, Luna no pagó 4.000 euros de la reforma de un piso y que, en realidad, fue el constructor Enrique Ortiz quien abonó la factura. Imputado en el caso Brugal, a Ortiz lo señalan la policía y Hacienda como presunto financiador del PP valenciano.

El PP aduce también que Ortiz recibió 1.200 millones en adjudicaciones del Ayuntamiento de Alicante en la etapa en que Luna fue alcalde. Regidor alicantino hasta 1995, Luna gobernaba en minoría, y eso se tradujo en que todos los contratos mayores fueran aprobados por el pleno.

Mientras, Camps hizo ayer una excepción en su costumbre de ignorar a los periodistas. La hizo para contestar una pregunta sobre el informe de Hacienda que se conoció el jueves y que confirma cómo la trama Gürtel le pagó, como mínimo, cuatro trajes que costaron 2.880 euros. Pero, según Camps, el informe le exculpa. 'Lo bueno no es sólo lo del jueves, es que simplemente nunca fue cierta', dijo. 'Por eso mi tranquilidad y mi confianza en esta circunstancia tan especial y tan compleja', agregó.