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La Transición culmina en los cuarteles

Defensa cambia el nombre a las instalaciones con denominaciones franquistas

IÑIGO ADURIZ

Los vestigios del franquismo han desaparecido de los cuarteles 36 años después de la muerte del dictador. El Ministerio de Defensa ha culminado en los últimos meses el proceso iniciado a principios de año para cambiar de nombre aquellas instalaciones militares que seguían conservando denominaciones de personajes relevantes de la dictadura, cumpliendo así con la Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007.

El artículo 15.1 de la normativa establece que 'las administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la retirada de menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura'. Desde la aprobación de la ley han sido retirados todos los bustos de Franco de los edificios del Estado, así como las referencias a los militares golpistas o a los hitos del régimen fascista.

Ahora, el departamento de Carme Chacón ha dado por culminado este proceso con las modificaciones en los nombres de los cuarteles. Hasta hace apenas unos meses, Defensa contaba entre sus instalaciones con la residencia militar de estudiantes Generalísimo Franco, que ha pasado a denominarse Vallehermoso. Esa es 'la zona de Madrid donde se encuentra ubicada', informaron fuentes del departamento que dirige Chacón.

Este mismo criterio se ha utilizado en el caso de la residencia burgalesa General Yagüe llamada hasta ahora así en honor al general golpista miembro de Falange que contribuyó a la sublevación contra el Gobierno de la II República, que ha pasado a denominarse Dos de Mayo, igual que la finca en la que se encuentra.

El Centro Deportivo Socio Cultural Militar (CDSCM) General Mola de Pamplona se llamará, a partir de ahora, La Ciudadela. En este caso, se pasa de rendir tributo a uno de los cabecillas de la sublevación fascista de 1936 a hacer mención a la fortificación pamplonesa en cuyos fosos se ubicaba el centro hasta 1964.

Pero no todas las instalaciones militares que conservaban hasta hace unos meses denominaciones franquistas arrastraban esos nombres desde la dictadura. Tentegorra era el nombre de una antigua base aérea de Cartagena hasta que, en 1998, el entonces ministro de Defensa del PP Federico Trillo, lo cambió por General López Pinto, en honor a otro de los protagonistas de la sublevación contra el gobierno democrático de la II República. Ahora, el Gobierno ha recuperado el nombre anterior en cumplimiento de la Ley de Memoria.

Los cambios también han afectado a otra residencia madrileña de mayores que conservaba el nombre de Carmen Polo, como tributo a la esposa del dictador. Ha pasado a denominarse Virgen del Carmen. Desde Defensa insisten en que la elección 'no ha tenido que ver con motivos religiosos'. 'La mayoría de los residentes pertenecen a la Asociación de Atención a Mayores Virgen del Carmen, y por eso se ha optado por ese nombre', señalan.

El general Asensio, otro de los sublevados de 1936, daba nombre hasta ahora a una de las bases militares de Palma de Mallorca. Ahora, el cuartel mallorquí se llamará Jaime II, porque Defensa considera que es un personaje 'emblemático' en la sociedad de la ciudad de Palma, ya que 'fue el primer rey del reino de Mallorca, tras la conquista de Jaime I'.

Fuentes del equipo de Carme Chacón insisten en que su ministerio 'es pionero' en la aplicación de la Ley de Memoria. Se trata de un nuevo paso en el reconocimiento de las víctimas de la dictadura.

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