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Wilebaldo Solano, símbolo de una generación

Fallece a los 94 años el último líder del POUM

JAIME PASTOR

Con la muerte de Wilebaldo, ayer en Barcelona, desaparece sin duda alguna uno de los mejores representantes de aquella generación de revolucionarios surgida en los años treinta del siglo pasado a quienes la vieja sentencia que dice que 'dar la vida por la revolución es fácil, mucho más difícil es entregar toda una vida por la misma', es aplicable en toda su integridad.

Nacido en Burgos en 1916 y trasladado a Barcelona poco después, desde el bachillerato se implicó en una lucha política que no abandonaría nunca: la que le condujo a entrar en el Bloc Obrer i Camperol (BOC) en 1932 y a ser secretario general de la Juventud Comunista Ibérica en 1935 y miembro del comité ejecutivo del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) en noviembre de 1936.

Más tarde, después de las jornadas de Mayo del 37, de la ilegalización de su partido y del secuestro de Andreu Nin, le tocaría a él ser detenido y encarcelado por las fuerzas del 'orden republicano' en abril de 1938 y, más tarde, ya en Francia, por un tribunal al servicio de los nazis. Liberado en julio de 1944 por la Resistencia, pasaría él mismo a formar parte del Batallón Libertad y a liberar de las cárceles a otros compañeros, entre ellos a Juan Andrade, cofundador del PCE y del POUM.

Ya en el exilio fue elegido en 1947 secretario general del POUM y director de su periódico, La Batalla. En los años sesenta promovió desde París Tribuna Socialista, una publicación que en su segunda época aparecía como órgano de expresión de 'la izquierda del POUM' para así marcar distancias con el sector de ese partido que acabaría incorporándose al Partit Socialista de Catalunya.

Después, pese al fracaso en los intentos de generar una nueva izquierda revolucionaria fuerte y capaz de cambiar el rumbo de la Transición española, mantuvo siempre su activismo incansable en la difusión de la historia y las ideas del POUM, pero también en la necesidad de ser fiel a su memoria luchando por un socialismo en ruptura radical con el capitalismo y con la experiencia estalinista.

Porque Wilebaldo no hablaba sólo del pasado, sino que miraba con firmeza política y enorme pasión hacia el futuro, sometiendo siempre a una profunda crítica la realidad de un capitalismo cada vez más salvaje y apostando por liberar a la palabra 'socialismo' de su carga estalinista.

Por eso quienes, como es mi caso desde la primera vez que le conocí, en el año 1969, pudimos disfrutar de su amistad y sus convicciones, con él y su compañera María Teresa, nunca le podremos olvidar.

Parte de sus trabajos, conferencias y entrevistas se pueden ver en la web de la Fundación Andreu Nin (https://www.fundanin.org/biowile.htm ) y el libro El POUM en la historia. Andreu Nin y la revolución española (Libros de la Catarata, 1999) es también una buena recopilación de varios de sus escritos.

 

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