La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se mostró este martes contraria a que los alumnos 'se cubran la cabeza' dentro de los centros educativos, aunque señaló que respeta la 'autonomía y la libertad' de los colegios.

'Nosotros, como Gobierno de la Comunidad, respetamos la autonomía de los centros, si bien, tenemos nuestra opinión que es que no se deje llevar la cabeza cubierta dentro de los centros educativos. Es una opinión. Creemos en la libertad y la autonomía de los centros para decidir lo que le parezca bien al claustro, a los padres y a quienes allí están representados', aseguró Aguirre tras participar en la apertura del congreso Mujer, Familia y Trabajo.

La presidenta madrileña recordó que son los colegios e institutos 'los que deben elaborar sus propios reglamentos y sus normas de convivencia'. En ese sentido, señaló que el IES de Camilo José Cela de pozuelo de Alarcón elaboró una normativa 'en la que se prohibía llevar en su interior gorras o cualquier otra prenda en la cabeza'.

'En aplicación de ese reglamento sigue sin dejar acudir a clase a personas que se cubren la cabeza', apuntó Aguirre, quien destacó que esta tarde se reúne el Consejo Escolar para decidir si continúa vigente ese artículo del Reglamento o se modifica.

La visión del consejero madrileño de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, es más sencilla: Si alguien quiere que su hija vaya al colegio con un velo o un pañuelo en la cabeza lo que tiene que hacer es llevarla 'a un centro donde esté permitido'.

En una entrevista en Telemadrid, Granados se mostró 'absolutamente en contra' del uso del pañuelo musulmán en los centros educativos por tratarse, ha afirmado, de 'un elemento de discriminación'.

'El Gobierno regional está en contra de la utilización del velo por parte de los niños que van a clase. Creemos que es un elemento de diferenciación y de discriminación que es malo fomentar', declaró.

Sobre el caso de Najwa, ha defendido la potestad del centro para establecer que a sus clases no se puede asistir con la cabeza cubierta, ni por un velo ni por una capucha.