Quienes no entendían por qué, tras años varios de silencio, el cardenal Angelo Sodano secretario de Estado vaticano con Juan Pablo II se había lanzado a atacar a los medios de comunicación por los casos de pederastia, ya tienen la respuesta. El ex número dos de la Santa Sede, cargo que ejerció desde 1990 a 2006 (ya con Benedicto XVI) fue el principal protector y valedor del sacerdote pederasta Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

Así lo refleja el semanario estadounidense National Catholic Reporter, en la segunda parte de una investigación que ya había desvelado cómo el propio Sodano, así como el secretario personal de Juan Pablo II, Stanislao Dziwisz, y el cardenal español Eduardo Martínez Somalo, habrían recibido sobornos por parte de Maciel a cambio de 'protección' en los momentos en los que comenzaron a surgir las acusaciones de abusos sexuales cometidos por el cura mexicano. En esta ocasión, el informe cuenta cómo Maciel, a quien Karol Wojtyla designó 'apóstol de la juventud', construyó su imperio económico-religioso gracias al apoyo incontestable de Sodano.

El Papa nombrará un comisario para refundar la congregación

'La clave maestra del plan de Maciel para asegurar su influencia en Roma era la universidad de la Legión, Regina Apostolorum, en la que incluso dio clases Mary Ann Glendon, la ex embajadora americana en el Vaticano. El cardenal Sodano, secretario de Estado vaticano de 1990 a 2006, fue una figura clave en el desarrollo de la universidad en Roma', escribe el National Catholic Reporter.

La revista recuerda cómo Maciel y Sodano se hicieron amigos en Chile en la década de 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet. De hecho, Sodano fue nuncio en ese país y amigo personal del dictador. Más tarde, en Roma, como huésped de honor en los banquetes de la Legión, el cardenal 'se convierte en el mayor protector de Maciel'.

Un ex legionario y abogado estadounidense, Glen Favreau, asegura en el reportaje que el entonces secretario de Estado vaticano llegó a intervenir ante las autoridades italianas para poder cambiar y ampliar el plan de construcción de la universidad legionaria. Maciel se lo pagó con creces. Así, además de importantes sumas de dinero, el fundador de la Legión de Cristo 'contrató al sobrino de Sodano, Andrea, como asesor'.

Sodano medió en el desarrollo de la universidad de la Legión en Roma

Más tarde, Andrea Sodano se convirtió en socio de Rafaello Follieri, el empresario condenado en 2008 en Nueva York por estafar a miles de inversores estadounidenses, que apostaron por el Vaticano.

Por otro lado, la prensa italiana dio ayer por hecha la información adelantada por Público hace varias semanas, y que revelaba que los cinco visitadores de la Legión (entre ellos, el español Ricardo Blázquez) han propuesto a la Santa Sede la designación de un comisario pontificio para esta congregación. Su tarea sería la de pilotar el proceso de refundación de la orden y llevaría a cabo los ceses de los actuales responsables de los Legionarios.

La revista National Catholic Reporter ya desveló que Maciel sobornó al cardenal

Así lo aseguró en portada Il Corriere della Sera. Según este diario, los visitadores recomendaron una profunda criba en la Legión de Cristo, que deberá ser intervenida.

Aunque la decisión final sólo se tomará después de que los cinco obispos se encuentren con el cardenal Bertone el próximo 30 de abril, de la investigación se deduce que los actuales dirigentes encubrieron o, al menos, conocían las andanzas de su fundador.

En medio del escándalo mundial por las denuncias de pederastia en la Iglesia, el caso Maciel será la auténtica piedra de toque que defina si la política de 'tolerancia cero' anunciada por Benedicto XVI llega a buen término o se queda en agua de borrajas. En este sentido, todo parece indicar que Roma buscará un 'castigo ejemplar' para el fundador de la Legión de Cristo y para su congregación, que tendrá que modificar sus estatutos por completo.

El colectivo Iglesia sin Abusos, que aglutina a víctimas de abusos sexuales a menores entre el clero en España, calificó ayer la publicación de la guía de actuación del Vaticano ante los abusos como 'un paso adelante'. El protocolo de la Santa Sede admite, a juicio del colectivo, que 'sólo denunciando los delitos ante los tribunales se previenen futuras acciones por parte de los agresores'.

Sus responsables lamentan, no obstante, que el documento sea de 2003, lo que en su opinión añade muchas 'incertidumbres' sobre por qué se silenciaron y encubrieron muchos casos después de esa fecha. El colectivo afirma que 'la confianza y la credibilidad de la institución eclesial está claramente en entredicho', debido a 'una actuación que sólo puede ser calificada de delictiva, lenta, insensible, poco inteligente y alejada completamente de las víctimas'.