El presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, tiene claro que para luchar contra la crisis hay que reducir el déficit pero tiene aún más claro que la reducción del gasto público no va a suponer un recorte de las prestaciones sociales. 

'El déficit es consecuencia de la lucha contra la crisis económica y del amplio esfuerzo de protección social por los efectos de la crisis. Ese plan de reducción del déficit debe tener el respaldo de todas las administraciones públicas. Pero, no se va a reducir ni una de las prestaciones sociales para mejorar la cochesión de este país'

Y como el movimiento se demuestra andando, Zapatero anunció ante el grupo parlamentario socialista, en el senado, que el viernes el consejo ministros aprobará prorrogar seis meses más la ayuda de 426 euros a los parados que se queden sin prestacion contributiva o asistencial. Calcula el presidente que esta medida afectará a 200.000 personas, informa Gonzalo López Alba.

La crisis, continuó Zapatero, hace necesarios 'serios sacrificios de todos', pero también hay que trabajar porque los que más dificulades tienen 'sean los que menos sacrificios tengan que hacer' de forma que la cohesión social se mantenga 'como gran seña de identidad colectiva'.

En un discurso con marcado carácter social, Zapatero defendió las reformas propuestas por el Gobierno en los últimos días, especialmente la reforma laboral y del sistema de pensiones.

En materia laboral, dijo el presidente que el documento presentado por el Gobierno a empresarios y sindicatos 'es un documento pacífico que aspira al acuerdo social, porque el acuerdo social es el que nos va a sacar de la crisis'.

'Ésa es nuestra manera de entender cómo se gobierna la economía', señaló Zapatero, quien insistió en que el texto propuesto 'no es ni duro ni blando', sino que busca la concertación y mantener la paz social.

Según Zapatero, el Gobierno trasladó un documento para la reforma, en el que se contienen los problemas fundamentales del mercado laboral y se comprometen acciones que puedan aliviar y contribuir a la creación de empleo.

Zapatero apuntó que el 'gran reto' de la reforma es el de acabar con la precariedad laboral y la excesiva temporalidad, el 'problema capital' del mercado de trabajo español.

Sobre las pensiones, Zapatero apremió a a la sociedad, a los grupos políticos y a los agentes sociales a plantear un debate 'sereno y racional' sobre la reforma de las pensiones, en interés del país y pensando en el futuro de los hijos de los trabajadores actuales.

Convencido de que ese debate concluirá con un gran acuerdo, Zapatero ha agradecido de antemano la disponibilidad de todos los grupos políticos, que saben 'lo que hay en juego', al tiempo que ha confiado en que habrá la misma disponibilidad por parte de empresarios y sindicatos.

Tras señalar que el actual sistema de pensiones 'ha demostrado fortaleza y solvencia hasta ahora', el jefe del Ejecutivo ha apuntado que a los socialistas quieren ser garantes de un buen sistema pensiones, porque se lo deben a la generación que administre el país en el año 2025.

'Hagamos ese debate, hagámoslo para el consenso, en interés del país', ha urgido el también secretario general del PSOE, para quien es necesario comenzar a planificar ahora para que dentro de quince o veinte años las pensiones 'sigan siendo pensiones'.

Reconoció Zapatero que el momento es difícil pero quiso mantener el optimismo en medio de la tormenta: 'Tenemos una grave crisis económica pero hemos mejorado la renta per capita y aún somos la novena potencia mundial en investigación'. Por eso, Zapatero reclamó a los suyos 'temple y tranquilidad' para afrontar la situación.