Después de pagar el alquiler, los jóvenes que han decidido emanciparse apenas tienen para cubrir los gastos básicos de alimentación, facturas y transporte. Los españoles de 18 a 30 años se dejan, de media, el 42% de su sueldo en pagar la mensualidad a su casero, según datos del Ministerio de Vivienda y a los que ha tenido acceso Público.

El Ministerio de Vivienda pretende que los jóvenes no dediquen más de un tercio de sus ingresos a pagar su casa. Su apuesta para lograrlo es la Renta Básica de Emancipación (RBE), que ya reciben unos 170.000 jóvenes. 'Los jóvenes son un colectivo especialmente protegido con esta ayuda, ya que reduce el esfuerzo económico que realizan casi a la mitad, del 42% al 24%', aseguran fuentesdel Ministerio.

Baleares, canarios y cántabros dedican más proporción del sueldo

Vivir de alquiler en las autonomías insulares merma los ingresos de los jóvenes más que en la Península. El esfuerzo que realizan para salir de casa de sus padres y alquilar una vivienda en Baleares asciende al 47,98% de su sueldo y al 47,89% en Canarias. En el ranking estatal, Cantabria se sitúa por detrás, con un 45,79% de los ingresos mensuales destinados al alquiler de la vivienda, seguida de Catalunya, con un 44,97%, y de Madrid, con un 43,79%.

Alberto Díaz Roncero, profesor de 27 años, supera con creces la media. Cobra 700 euros por un trabajo de media jornada, que compagina con el estudio de una especialidad en Zaragoza. Cada mes paga por el alquiler de su piso, de 45 metros cuadrados, 470 euros, casi el 70% de sus ingresos. 'Me llega justo para vivir, por ello me veo obligado a gastar parte de mis ahorros', explica Alberto, que está buscando un trabajo mejor remunerado.

Unas 170.000 personas ya reciben la Renta Básica de Emancipación

El Consejo de la Juventud concluyó en un informe reciente que el esfuerzo económico crece cuando los jóvenes deciden comprar y se hipotecan. En ese caso, destinan hasta el 62,4% de su sueldo.

Su presidente, Daniel Lostao, afirma en este sentido que es necesario 'crear un parque público de viviendas en alquiler que cumpla una verdadera función social'.

El sacrificio económico de las mujeres para alquilar una vivienda es mayor que el de los hombres. La distancia más significativa se produce en Cantabria, donde la diferencia entre lo que pagan ellas y ellos es de casi 10 puntos porcentuales. Otro caso llamativo es Canarias, donde las mujeres se dejan 6,45 puntos porcentuales más que los hombres en el alquiler de su casa.

La proporción destinada al piso de compra es de hasta un 62,4%

Una de las principales causas de esta diferencia es que las mujeres tienen, de media, los sueldos más bajos. Mientras los hombres cobran un sueldo medio de 22.780 euros, las mujeres se quedan en 16.943 euros, según la última encuesta de distribución salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El precio del alquiler es otro de los condicionantes del esfuerzo que realizan los jóvenes al independizarse.

Según los cálculos de la Sociedad Pública de Alquiler, arrendar un piso cuesta, de media en España, 658 euros al mes. No obstante, el precio varia mucho de unas autonomías a otras. Madrid es la comunidad con la vivienda en alquiler más cara, con una media de 784 euros mensuales. Le siguen Catalunya (783 euros), Navarra (762 euros) y Euskadi (747 euros).

En las islas, donde el esfuerzo de emancipación es mayor, el coste del alquiler está dentro de la media: en Baleares cuesta 660 euros y en Canarias, 543 euros. Los sueldos, no obstante, son significativamente más bajos que en el resto de España, ya que oscilan entre 18.886,80 euros anuales y 17.189,07, respectivamente, según los datos del INE.

Prueba de la escasa capacidad de los jóvenes para afrontar el alquiler de una vivienda es que la mayoría de los beneficiarios de la RBE no puede destinar a ello más de 600 euros al mes. Un 42,8%, paga entre 400 y 600 euros, mientras que sólo el 7,4% se decanta por un piso de más de 800 euros. La mayoría son mileuristas: el 38,1% de quienes recibe ayudas cobra entre 10.000 y 15.000 euros anuales y el 36,5 %, entre 15.000 y 22.000 euros.

Los bajos ingresos, la alta tasa de paro y una política de fomento del alquiler que aún arranca llevan a los jóvenes a quedarse en casa de sus padres hasta los 29 años de media. Esto sitúa a España en el decimoséptimo puesto de la Unión Europea por la edad de emancipación de sus jóvenes.