El segundo y último debate electoral entre Jaime Mayor Oreja, candidato a las elecciones europeas del PP, y Juan Fernando López Aguilar, del PSOE, despertaba a priori poca expectación. Las bajas expectativas se cumplieron: los dos principales candidatos, al igual que hicieron en el primer debate, estuvieron más interesados en desacreditar al contrario que presentar sus propuestas.

El candidato socialista buscó la ventaja en presentar a su antagonista como representante de 'las recetas del pasado' que han provocado la crisis y como defensor de unos valores 'nostálgicos' en materias como la despenalización del aborto, mientras que el candidato del PP volvió a amurallarse tras los 4 millones de parados y lanzó como una bomba de racimo la palabra 'mentira', que utilizó en más de una docena de ocasiones para referirse al PSOE y a Zapatero.

El candidato conservador sacó dos cartas, una firmada por Zapatero y Aguilar, y otra por Rajoy y él: 'Espero que los españoles comparen y vean quién dice la verdad. Es mentira que el PP quiera implantar la jornada de 65 horas, facilitar el despido, bajar las pensiones, desproteger a los parados. El PP quiere proyecto educativo'.

López Aguilar se defendió con el habitual discurso socialista durante la campaña: 'Si creen que deben pagar los trabajadores y no los especuladores que la han causado, miren a la derecha'.

Si acaso, la única novedad del cara a cara fue que el cabeza de lista del PP se retractó de establecer cualquier comparación entre el aborto y la pederastia. Mayor Oreja se reafirmó en que con el proyecto de reforma de la ley del aborto 'están transformando un mal en un derecho y eso lleva a la aberración', pero respondió al recordatorio de López Aguilar que 'no le acepto ni le admito que yo tenga una posición a favor de la pederastia, que es lo que más repugnancia me produce, como padre de familia y como una persona decente y normal'.

Mayor insistió con reiteración en acusar a los socialistas de propagar 'falsedades', con la única intención de 'confundir a los españoles y desfigurar al adversario con una imagen retorcida'. La semana pasada había respaldado las palabras del cardenal Antonio Cañizares –que juzgó más condenable el aborto que los abusos a menores–, en los siguientes términos: 'Ha dicho las dos cosas, y bien dichas, y en el orden que debe: primero es la vida, el derecho a la vida. Y luego condena lo segundo, en el sentido de que los abusos son repugnantes. Lo único que hace es una cierta ordenación, dentro de la aberración de ambas cosas'.

Los dos candidatos llamaron a la participación electoral, aunque con argumentos distintos. López Aguilar lo hizo subrayando que 'el 70% de nuestra vida cotidiana está regulada por leyes europeas'. 

Mayor Oreja presentó el 7-J como la oportunidad de 'empezar a cambiar el rumbo de España para recuperar el peso que no debíamos haber perdido' y alegó a favor de su opción que 'la crisis va a ser resuelta por los líderes del Partido Popular Europeo, que es el que va a gobernar las instituciones europeas', ya que 'el socialismo está en crisis en toda Europa'.

El candidato socialista reprochó al conservador que su partido, 'como ningún otro partido en ningún otro país, intenta devaluar permanentemente el peso de España', al presentarla como 'un país en declive, en decadencia, subalterno y que no pinta nada', cuando 'si habláramos juntos en defensa de los intereses de España todos saldríamos beneficiados'.

El candidato del PP sostuvo que su partido no puede prestar ninguna colaboración al Gobierno 'porque no existe ningún plan' para salir de la crisis y pronosticó que 'España va a ser la última en recuperarse y la crisis se puede enquistar”'. El socialista subrayó que 'nuestro papel es proponer soluciones de futuro', y para afrontarlo 'no nos valen las recetas del pasado, tan antiguas como inútiles'. 'Hablan de los parados solo para explotar el malestar y, por oponerse al Gobierno, se están situando fuera de todos los consensos internacionales', destacó.

El candidato socialista señaló que 'la diferencia está en el compromiso con la protección desempleados', que el Gobierno de Zapatero ha situado como prioridad mientras que cuando gobernó el PP, ' la primera oportunidad, dieron un zarpazo a los derechos trabajadores con el decretazo' y ahora 'se oponen igualdad salario y boicotean ley dependencia'. Mayor, que acusó a Zapatero de itentar dividir España, sostuvo que los socialistas 'quieren imponer hasta cómo juegan los niños y las niñas en el recreo' y Aguilar dijo que el PP 'defiende un modelo de familia, en el que la mujer se dedica a las tareas del hogar y obedece al marido'.