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El 20% de la población sufrirá depresión

Los ambulatorios de Barcelona ya han tratado en un año a 540 personas.

Lea del Pozo

Lloros, desasosiego, nerviosismo, pesimismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en los próximos años, entre el 20% y el 25% de la población sufrirá ansiedad o depresión.
De ahí que el Institut Català de la Salut (ICS) en el ámbito de la atención primaria de Barcelona, haya consolidado los grupos psicoeducativos o, lo que es lo mismo, terapias en grupo 'para aprender a afrontar los problemas, sin intentar cambiar las cosas', dice la enfermera Teresa Cervelló, del centro de Sant Andreu.
Cervelló conduce un grupo de personas con síntomas depresivos. También hay grupos para gente con ansiedad. Son 12 sesiones de hora y media donde se pretende hacer prevención sobre salud mental, un mal que cada vez afecta más a la sociedad occidental.


Prevenir mejor que curar


Jordi Armengol, del área de Salut Mental del ICS, explica que ya hace tres años se plantearon poner en marcha el servicio con el objetivo de dar soporte a la atención primaria en salud mental y para dar respuesta a una demanda cada vez más acuciante. Para ello dieron formación en psicopatología a 160 enfermeras. Desde enero de 2006 han pasado por los servicios 540 personas.
Los usuarios no son personas con depresión o ansiedad aguda, sino gente atrapada por las circunstancias y sus propias emociones. Al fin y al cabo, en la cultura occidental, a diferencia de otras, poco se enseña sobre los sentimientos.
'Les cuesta aceptar la medicación, siempre hay aquello de a ver qué pasa', dice Cervelló.


Terapia de grupo


Los usuarios están atendidos por el médico de cabecera (si padecen una depresión o ansiedad aguda los tratará un psiquiatra) pero la terapia corre a cargo de la enfermera y de una persona que observa y escribe las reacciones. 'Les explicamos qué es la depresión, cómo identificar las emociones, cómo reaccionar ante los hechos...'
Pero el objetivo final es que los usuarios aprendan y sepan, cuando acaben las sesiones, a actuar sin la ayuda de un especialista. De ahí que se potencie la terapia en grupo. Y es que al final del ciclo, son ellos mismos los que se reúnen y deciden cómo actuar ante cada situación.


EN PRIMERA PERSONA

Marga en realidad no es Marga sino una mujer a la que un día le costó levantarse de la cama y hoy se esconde tras este nombre falso para explicar su historia.
'Te dan muchos escritos que, cuando los lees, piensas que tienen razón', dice Marga, al otro lado del teléfono. Arrastra la voz. A veces parece que las palabras no acabarán de llegar, que se quedarán en algún punto de la línea.
'Conocía a la enfermera y me dijo que me iría bien acudir a uno de estos grupos'. Se refiere a los grupos psicoeducativos que organiza el ICS en Barcelona, para que la gente aprenda a saber reaccionar ante los hechos que acarrea la vida. Marga estaba en uno para personas con síntomas depresivos. Le fue bien. 'Aunque una cosa es la teoría y otra la práctica, aplicar lo que te enseñan no es fácil'. Y es que explica que 'todo depende mucho del carácter de cada persona' y de las circunstancias. Las de Marga son el paro y algo más, que se calla. 'Yo, por ejemplo, soy una persona que me callo las cosas'. Diez años sin trabajar, 'aunque soy dependienta', reivindica como si así conservara algo que no quiere perder.
'La gente que ha aplicado lo que le han enseñado le ha ido bien' . El tono es monótono. Casi neutro.
Mañana, Marga y el grupo de desconocidos con los que ha compartido, probablemente lo que nunca ha compartido con nadie, se reunirán. Ellos ya han hecho las doce sesiones con los especialistas. Ahora están solos. Han aprendido a ser positivos , aunque a veces la vida lo ponga complicado.

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