Un bebé de tan solo 25 días murió ayer dentro del maletero del coche de su padre en Olot (Girona), probablemente por asfixia. Los hechos sucedieron durante la madrugada del jueves, hacia las 00:45 horas, cuando el matrimonio, que viajaba en coches separados, se dirigía de vuelta a casa con sus gemelos recién nacidos. Según los Mossos d’Esquadra, antes de iniciar el viaje, el padre habría cargado el cochecito en el maletero con uno de los pequeños dentro, pensando que éste se encontraba junto a su hermano en el coche de la madre. Ese fue el origen de la tragedia. El padre pensaba que sólo tenía que llevar a uno de los pequeños mientras que la madre confiaba que los dos hermanos viajaban juntos en el otro vehículo. Tras una hora de trayecto la pareja llegó a su domicilio y entonces se percataron del terrible error. El bebé presentaba signos evidentes de asfixia y lo trasladaron a toda prisa al Hospital Sant Jaume del municipio donde, pese a hacer todo lo posible por reanimar al recién nacido, los médicos no pudieron salvarle la vida. Desde el Hospital se alertó a los Mossos d’Esquadra de lo sucedido y estos iniciaron la investigación que ayer mismo quedó cerrada.

El matrimonio declaró durante el día de ayer ante el titular del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Olot, el cual no imputó ningún delito a los padres del bebé, no les retiró la custodia del hermano gemelo y no tomó ninguna medida contra ellos. El juez calificó el suceso de “accidente”. Las indagaciones practicadas por la policía autonómica consideran el caso cerrado. Por el momento, todas las investigaciones constatan que el suceso se produjo por una confusión a la hora de sacar a los niños del cochecito y poner a uno de ellos junto al equipaje. Una terrible confusión que se cobró la vida de uno de los recién nacidos.

Desde el departamento de Acción Social y Ciudadanía se informó de que el suceso ha ocurrido en una familia totalmente estructurada y  perfectamente socializada. Los padres no estaban bajo ningún seguimiento por parte de la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència de la Generalitat (DGAIA), por lo que una asistenta social está investigando el caso para decidir si se trata de una negligencia o de un accidente, según fuentes de Acció Social.

La noticia de la muerte del pequeño se extendió rápidamente por toda la población sembrando diversidad de opiniones. Los vecinos del pueblo se dividieron en dos sectores: los que calificaron el caso de error lamentable y los que lo hicieron de grave negligencia.