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El catalán se juega su futuro en la calle

Ferran Casas / Lídia Penelo

Los últimos datos sobre el uso del catalán demuestran que un 95% de jóvenes de entre 15 y 29 años lo habla, pero sólo un 44% lo hace habitualmente. Son datos relevantes para el futuro de la lengua. Aún así, en Catalunya es normal encontrar personas convencidas de que el catalán está en peligro de extinción inminente. Y también algunas, las menos, que creen que el castellano tiene los días contados.

La realidad es compleja. Ámbitos donde el catalán domina con otros impermeables; poblaciones donde la gran mayoría lo habla frente a otras donde predomina el castellano. Veámoslo en escenas.

Escena 1: padres primerizos

Unos padres primerizos asisten a una sesión en el ambulatorio Amadeu Torner de l'Hospitalet de Llobregat. Las preocupaciones, las habituales: qué poner en los potitos, qué hacer cuando el niño llora... pero sobre todo hablan de sentimientos. Gemma lo hace en catalán. 'Em costa molt dir el que sento...' y, sin embargo, Lola en castellano. Y continúan hablando. Catalán, castellano. Qué más da.

Escena 2: el patio de la escuela

En el patio de una escuela de primaria en Terrassa los niños hablan catalán y castellano. También árabe o tamazigh. Aún así, lo que más se oye es castellano.
-Manos arriba. ¡Bang!
-Tu no em pots matar. Jo tinc poderes mágicos.
La lengua propia del sistema educativo es el catalán, pero la ley ampara a los padres que exigen enseñanza en castellano en primaria. Este curso lo han pedido 12 padres de un total de 625.000, un 0,02%.

Escena 3: terraza de un bar

En un restaurante de Esplugues el camarero toma nota:
- Un tallat, si us plau.
- ¿Cómo?
-Un tallat, un cortado.
-¡Ah!
Una buena parte del cerca de un millón de inmigrantes llegados a Catalunya en la última década han encontrado empleo en el sector servicios. Muchos desconocen la existencia del catalán, pero otros se apuntan a cursos gratuitos. Los especialistas coinciden que el futuro de la lengua depende, en buena medida, de ellos.

Escena 4: en los juzgados

Primer día del juicio por el asesinato del joven de Berga Josep Maria Isanta. En la sala un testigo relata su versión en catalán cuando la jueza, Ana Ingelmo, le obliga a callar y pregunta a los acusados si le entienden. Dos de ellos dicen que no e Ingelmo obliga al testigo a pasarse al castellano.

Según el abogado Leopold Corbella, se trata de un caso excepcional en que la jueza demuestra tener un nulo conocimiento de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Corbella es de los pocos abogados que intenta realizar todos los trámites en catalán. Lamenta que impere el miedo a usarlo en su ámbito profesional.

Fuera del juzgado no hay tanto problema. Y es aquí, en la calle, donde el catalán se juega su futuro.

Pequeños cambios de Matas a Antich en Baleares

En Baleares, la política lingüística en las escuelas del gobierno de coalición de los socialistas y la izquierda nacionalista no ha supuesto un cambio radical en relación a la de Jaume Matas, del PP. Éste, impulsó un modelo trilingüe (catalán, castellano e inglés) al que se acogieron en su mayoría colegios privados.

Pese a todo, la Conselleria de Educació ha expresado su intención de modificar el modelo, que no respeta el decreto de normalización lingüística ni es extensivo a todos los alumnos y centros. Hasta elaborar una nueva propuesta este curso, 27 centros lo mantienen.

Más polémica generó el anuncio de desempolvar una norma sobre rotulación de comercios en catalán y la obligatoriedad de atender a los clientes en las dos lenguas. La oposición de la patronal de comercio, acompañada del ruido de la derecha mediática, devolvió el artículo al letargo.

El PP pidió con éxito en el Parlament el fomento en la televisión autonómica IB3 de los dialectos mallorquín, menorquín e ibicenco del catalán, y de la lengua en la Administración. El gobierno de Antich dice que se irá con calma y no exigirá un nivel concreto a cargos públicos.

El Govern te busca pareja...

La secretaría de política lingüística de la Generalitat de Catalunya intenta que los inmigrantes se familiaricen con el catalán y se integren. Y lo hace con las parejas lingüísticas, un método innovador que se sirve del compromiso cívico con la lengua. Los voluntarios se ofrecen para pasar unas horas por semana en catalán (ya sea tomando un café o paseando) con alguien que lo solicite en alguno de los 22 centros lingüísticos del gobierno catalán.

Con ayuda de entidades como Òmnium Cultural, en ellos un funcionario se dedica (casi cómo en una agencia matrimonial) a encajar a unos y otros. Este año hay más de 5.000 parejas y para 2008 se esperan el doble. En muchos casos se han trabado amistades. Los políticos también participan. El presidente del Parlament, Ernest Benach, con un lampista búlgaro y el ex president Pujol con un joven argentino

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