El Gobierno vasco dará hoy un golpe de efecto al proceso judicial abierto contra el lehendakari por haberse reunido con Batasuna durante el frustrado proceso de paz. La defensa de Juan José Ibarretxe presentará un escrito ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en el que pide que declaren como testigos en el juicio oral el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y su antecesor, José María Aznar, entre otros cargos y ex altos responsables del Gobierno.

Esta petición, toda una sorpresa, aumenta la expectación sobre la causa, que de por sí ya había convulsionado la situación política en Euskadi. No en vano, la decisión adoptada el pasado mes por el TSJPV de continuar con el proceso abrirá las puertas a una escena inédita, con Ibarretxe y los dos máximos responsables del PSE, Patxi López y Rodolfo Ares, sentados en el banquillo junto a miembros de Batasuna.

Así, el primer objetivo de la defensa del lehendakari es “evitar” la celebración del juicio. En el escrito que presenterá ante la Sala Civil y Penal, recuerda la doctrina de la Audiencia Nacional, que establece que “no puede llevarse a cabo un juicio oral sustentado en una única acusación popular y sin que exista ni acusación pública del Ministerio Fiscal”. Se trata, pues, del principal argumento expuesto ya por la propia Fiscalía para reclamar el archivo de la causa.

'En ningún sitio” está penado

La defensa profundizará en la jurisprudencia que ampara la actuación del lehendakari, tal y como anunció hace una semana la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate. La novedad ahora radica en las personas que pretende llamar a declarar. Además de los citados Zapatero y Aznar, planteará la comparecencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; su antecesor en el cargo con el PP, Jaime Mayor Oreja, y el asesor del propio Aznar, Javier Zarzalejos. En la lista figuran además el socialista Jesús Eguiguren por su papel en el proceso de paz, los líderes del PNV, EA y EB –Josu Jon Imaz, Begoña Errazti y Javier Madrazo–, así como personalidades reconocidas por la resolución de conflictos en distintas partes del mundo, como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

Con su comparecencia, la defensa de Ibarretxe desea poner de manifiesto que el diálogo “no está penado en ninguna parte del mundo”. “Vamos a demostrar en este lamentable juicio oral que buscar la paz sólo puede ser un delito en mentes que manipulan el Derecho para aplicarlo torcido”, aseguró ayer Azkarate, en alusión a los magistrados que avalan su celebración.

Foto con ellos, difícil

Las “posibilidades” de que Zapatero y Aznar declaren como testigos “son mínimas”, según fuentes judiciales consultadas por Europa Press. No obstante, el TSJPV no adoptará una decisión al respecto hasta que se cree la Sala que juzgará la causa. Y para ello el tribunal deberá resolver antes la recusación de tres magistrados.

En cualquier caso, la estrategia de la defensa del lehendakari suscitó ayer las críticas del secretario general del PSE, Patxi López, que se preguntó si pretende “poner el ventilador para implicar a todo el mundo. Es ridículo e irresponsable”.