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Reino Unido El brexit sigue en la mesa de negociación, dos años tras la firma del acuerdo

David Frost, ministro británico para la salida de la UE, ha alertado que todavía queda mucho camino por recorrer en las negociaciones.

El brexit sigue en la mesa de negociación, dos años tras la firma del acuerdo
El primer ministro británico, Boris Johnson, pronuncia un discurso en el cuarto día de la Conferencia del Partido Conservador en Manchester, Gran Bretaña. NEIL HALL / EFE/EPA

Dos años después de la firma del protocolo de Irlanda del Norte, el acuerdo que formalizó el divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea, y casi uno tras la salida oficial de la Unión, el brexit domina titulares una vez más.

La cuadratura del círculo continúa en Irlanda del Norte, la región del país situada al noreste de la isla de Irlanda. Aunque fuera de la UE, Irlanda del Norte sigue en el mercado común, lo que evita una frontera aduanera con Irlanda. Esto último es elemental para asegurar la paz de la región, firmada en 1998 tras décadas de violencia sectaria. Pero como consecuencia, la frontera aduanera de facto lleva casi un año en el mar de Irlanda, amenazando a la integridad del Reino Unido y sus cuatro naciones.

El ministro británico para la salida de la UE ha alertado de que el Protocolo no funciona y debe cambiar, tras una nueva propuesta de la comisión europea para facilitar el comercio entre las islas. Esta nueva oferta, pendiente desde junio, se ha visto apremiada por las declaraciones de Frost del pasado martes, cuando anunció que Reino Unido está preparado para accionar el Artículo 16 del Protocolo y forzar su mano sobre éste.

"El gobierno quiere acabar con la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo", explicó hoy a Público Anand Menon, director del think tank UK in a Changing Europe (Reino Unido en una Europa cambiante).

El tribunal es el órgano que regula disputas comerciales dentro del mercado único y su jurisdicción en Irlanda del Norte contradice uno de los principios con los que Boris Johnson ganó las elecciones: hacer del brexit una realidad y retomar el control.

Desde el Reino Unido, Frost ha subrayado que los acuerdos comerciales responden a las necesidades del momento, y que las tensiones en Irlanda del Norte requieren cambiar el texto del divorcio.

Estas últimas se han reducido significativamente desde los altercados del pasado abril, y Menon considera que utilizarlo como excusa es simplemente algo políticamente práctico para el gobierno de Westminster.

Pero no es solo Londres quien busca renovar el acuerdo: para la UE el Protocolo tampoco funciona como debería, y asociaciones de empresarios han reconocido la necesidad de simplificar el comercio entre las islas de Irlanda y Gran Bretaña.

"La UE ha dado un paso hacia delante al publicar estas propuestas", dijo David Donnelly, portavoz de la federación de pequeños comerciantes en Irlanda del Norte.

Según explicó, el Protocolo ha tenido un impacto muy distinto para aquellos empresarios que trabajan dentro de la isla de Irlanda, que se han visto beneficiados, frente a los que precisan de bienes procedentes de Gran Bretaña, que han sufrido costes burocráticos añadidos. Donnelly subrayó que el impacto de estos costes ha sido mucho mayor para pequeñas empresas que carecen de recursos para afrontar montañas de papeleo.

Presiones sobre el gobierno

Menon mantiene que los tiempos de esta negociación los está dictando la comisión europea, si bien las amenazas del gobierno británico no dejan de resultar provocativas en un momento de crisis.

Boris Johnson lleva más de un mes enfrentándose a problemas de desabastecimiento, subidas en el precio de la energía y falta de trabajadores en multitud de sectores, desde transporte a hostelería.
En debate se encuentra la cuestión de si tras estos problemas está el brexit, la pandemia o grandes tendencias globales, como la subida del precio de la energía en toda Europa. Curiosamente, Irlanda del Norte ha salido mejor parada en estas últimas semanas.

Respondiendo a que Reino Unido haya puesto presión sobre las negociaciones del protocolo en este momento, Menon añadió: "Estoy seguro de que a un nivel político hay gente en el gobierno consciente del peligro que supone que la gente note que esto [el desabastecimiento] no está siendo un problema de tal gravedad en Irlanda del Norte. Sería una vergüenza para el gobierno si llegara un punto en que sea obvio que pertenecer al mercado común hace que Irlanda del Norte sufra menos que el resto del país". "Estoy seguro de que esto se está teniendo en cuenta",  concluyó.

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