Este artículo se publicó hace 8 años.
Un pequeño sindicato pone contra las cuerdas al bufete que diseñó la reforma laboral del PP
Los trabajadores de la multinacional Zardoya OTIS en Mungia (Bizkaia) consiguen una resolución histórica del Tribunal Supremo: la empresa deberá readmitir a sus compañeros despedidos y reabrir su planta en ese municipio. Enfrente tenían al influyente gabinete de abogados Sagardoy, el mismo que defendió a Coca-Cola y asesoró al gobierno de Rajoy.
-Actualizado a
BILBAO.- Es la historia de David contra Goliat. En este caso, David trabaja de instalador de ascensores y Goliat redacta reformas laborales. Tras casi dos años de lucha, los trabajadores de la multinacional Zardoya OTIS en Mungia (Bizkaia) han conseguido que el Tribunal Supremo (TS) en Pleno ratifique la nulidad de los despidos de 12 trabajadores de esa planta –entre los que se encontraban dos miembros del comité de empresa-, cerrada hace unos diez meses. La fría letra de la resolución judicial contiene un dato de enorme trascendencia: la compañía está obligada a reabrir sus puertas y readmitir a los despedidos.
Los “David” de este conflicto laboral tienen enfrente a uno de los Goliat más poderosos del mundo jurídico. La empresa OTIS con más de tres mil empleados, y que cuenta con el asesoramiento legal de Sagardoy, el influyente gabinete de abogados que diseñó la reforma laboral del PP. Este despacho madrileño también es conocido por su participación en el conflicto de Coca-Cola, donde defendió los EREs de la empresa. En esa ocasión, el TS le propinó una bofetada histórica: aquel despido colectivo fue declarado nulo por el tribunal, que dictaminó que se había vulnerado el derecho de huelga.
Si la primera gran derrota de Sagardoy Abogados vino en una botella de refresco, la segunda ha llegado en ascensor. En un documento de 46 páginas, el TS desestima por completo el recurso planteado por Zardoya Otis S.A. contra la sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) del pasado 21 de mayo de 2015, que declaró la nulidad del despido de 12 trabajadores llevado a cabo en febrero de 2014 en la planta de Mungia, donde trabajaban 77 personas. También anuló el cierre de la planta ubicada en esa localidad vizcaína, lo que ha supuesto un nuevo revés a la multinacional de los ascensores.
“Estamos ante un dictamen histórico”, afirma a Público Miguel Perera, representante de la Consultoría Primero de Mayo, encargada de la asistencia a los trabajadores del sindicato Zutik Acción Sindical. Se trata de una pequeña agrupación obrera que nació en OTIS para hacer frente a las decisiones de la patronal y que, paradójicamente, ha obtenido una resolución que afectará a todos los trabajadores del Estado. “Hasta ahora, sólo se consideraba despido colectivo si los afectados eran más de treinta. Sin embargo, el TS ha confirmado que en aquellos centros de trabajo que ocupen a 20 trabajadores y se produzca el despido de diez, también será catalogado como colectivo”, explica Perera. “La sentencia obliga además a que se cumplan de manera simultánea tanto la directiva europea como el Estatuto de los Trabajadores, lo que implica una doble garantía”, subrayó.
En Mungia, un municipio golpeado por los cierres de varias empresas, esta resolución tendrá otra consecuencia de primer orden: Zardoya OTIS deberá reabrir el centro de trabajo, “lo que implica que las empresas no tienen capacidad unilateral para diseñar la política industrial”, destaca Perera. “El dictamen del TS es muy claro –subraya el asesor de la Consultoría Primero de Mayo-: la empresa tiene que volver a abrir el centro productivo y poner a los trabajadores en las mismas condiciones que tenían antes del despido colectivo”. Sin embargo, Perera advierte que la compañía va a tratar de esquivar este fallo. “Entonces yo plantearía la siguiente interrogante: ¿quién puede más, la multinacional o la justicia española?”, se preguntó.
A la espera de conocer la decisión de la patronal –este jueves tendrá lugar una reunión entre miembros del comité de empresa y la dirección-, los representantes del sindicato Zutik ya valoran lo conseguido como un auténtico éxito. “Estábamos ante un cierre fraudulento, y así lo ha confirmado la justicia”, señaló a Público Xabier Arribas, uno de los responsables de esa organización sindical. A su lado estaban Santiago Fresneda y Aitor Parga, compañeros de batalla en esta gesta histórica. “La sentencia supone haberle ganado a una multinacional”, destacaron.
Por su parte, Perera considera que esta victoria ha sido posible gracias a tres factores clave: “perseverancia, estrategia sindical y un adecuado asesoramiento”, aspectos que han marcado el largo camino que empezó en Mungia y que ha concluido en el Supremo. “El cierre del área de producción y los consiguientes despidos de 12 trabajadores se registraron en 2014, pero previamente hubo movilizaciones, huelgas y denuncias ante Inspección de Trabajo, puesto que la empresa se negaba a respetar los derechos de información y consulta del comité”, recordó. De hecho, esas reclamaciones aún están pendientes de resolución en otro juzgado de la capital vizcaína.
Mientras tanto, los trabajadores de Zardoya OTIS se preparan para librar un nuevo capítulo de su batalla: volver a sus puestos de trabajo en Mungia. Con ese objetivo en la mente, Perera advierte que aún queda mucho por pelear. “Hasta ahora, la multinacional ha hecho oídos sordos a todas las sentencias que hemos ganado”, alertó. “Lo único que pretende –añadió- es aniquilar completamente a una plantilla combativa”.
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