Los persistentes temores de impago eclipsaron este martes los esfuerzos del presidente del grupo inmobiliario chino Evergrande por aumentar la confianza en su empresa, mientras Pekín no daba señales de que fuera a intervenir para frenar cualquier efecto dominó en la economía mundial.

En las últimas semanas, el Gobierno chino ha guardado silencio sobre la crisis de Evergrande, aunque algunos analistas barajan que pueda haber "negociaciones entre bastidores" para una inyección pública de capital en la inmobiliaria. Para Andrew Collier, director gerente de la firma Orient Capital Research, con sede en Hong Kong, "si se permite el impago de una parte de la deuda de Evergrande, los inversores cuestionarían toda su deuda restante, y el Gobierno no quiere una crisis mayor".

Evergrande afronta con incertidumbre el pago de intereses por valor de 84 millones de dólares (unos 71,6 millones de euros) cuyo vencimiento es este próximo jueves. A estos se les suman otros 47,5 millones de dólares (40,5 millones de euros) a devolver antes del próximo 29 de septiembre. Ambos bonos entrarían en mora si la empresa no liquida los intereses en los 30 días siguientes a las fechas de pago previstas.

En los próximos doce meses, la compañía china debe abonar unos 127.500 millones de dólares (105.000 millones de euros),  pero su liquidez actual asciende a un 10% de ese importe. El grupo inmobiliario tiene una deuda global que ronda los 309.000 millones dólares (ó 263.600 millones de euros), equivalentes al 2% del producto interior bruto de China.

El banco holandés ING apuntó en una nota su impresión de que el Gobierno chino ayudará a Evergrande a conseguir al menos algo de capital, a cambio de que venda algunas filiales a un tercero, como una empresa estatal.

En cambio, S&P Global Ratings señaló que no espera que Pekín proporcione ninguna ayuda directa a Evergrande. "Creemos que Pekín sólo se vería obligado a intervenir si se produjera un contagio de gran alcance que provocara la quiebra de varias promotoras importantes y supusiera riesgos sistémicos para la economía", señaló la agencia de calificación. "La quiebra de Evergrande por sí sola probablemente no daría lugar a ese escenario", dijo.

El economista jefe de la firma de inversión francesa AXA Investment Managers, Gilles Moëc, opinó que "la corrección de los excesos en el sector inmobiliario solo tendrá consecuencias sistémicas si el Gobierno chino lo permite".

En general, los analistas no creen que los problemas de Evergrande se conviertan en el momento Lehman del país (esto es, una nueva crisis financiera global como la desatada en 2008 tras la quiebra del banco de inversión estadounidense), aunque existe preocupación por los riesgos de un colapso desordenado.

Ásí lo apunto el banco británico Barclays, que en un informe desglosó cómo, a la vista de las cifras del sistema bancario chino, "es difícil argumentar que las perdidas de préstamos de Evergrande supongan un riesgo sistémico al sector bancario". "En una situación límite, incluso si los mercados de capital se cerraran a todas las empresas inmobiliarias chinas, los reguladores podrían hacer que los bancos les prestaran a esas compañías, manteniéndolas a flote y ganando tiempo para buscar una salida", recogió el documento.

Igualmente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que el impacto en los mercados financieros de un posible default (suspensión de pagos) de la promotora inmobiliaria china  será "bastante limitado" por las interconexiones entre el país asiático y el resto del mundo. Según la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone,  las autoridades chinas tienen la capacidad "monetaria" y "fiscal" para amortiguar cualquier posible impacto de la quiebra de Evergrande.

La empresa "saldrá de su momento más oscuro"

En un esfuerzo por reavivar la maltrecha confianza en la empresa, el presidente de Evergrande, Hui Ka Yuan, dijo en una carta al personal que la empresa confía en que "saldrá de su momento más oscuro" y entregará los proyectos inmobiliarios tal y como prometió, y que cumplirá con sus responsabilidades ante los compradores de propiedades, los inversores, los socios y las instituciones financieras.

En la carta, Hui Ka Yuan expresó su agradecimiento por el duro trabajo de los empleados y cumplirá con sus responsabilidades. "Creo firmemente que, con vuestro esfuerzo y trabajo, Evergrande saldrá de su momento más oscuro, reanudará la construcción a gran escala lo antes posible y logrará el objetivo fundamental de entregar los proyectos inmobiliarios tal y como se comprometió", dijo Hui. El presidente de la inmobiliaria no detalló cómo podría alcanzar la empresa dichos objetivos.

Las acciones de Evergrande han seguido su caída en la Bolsa. En la sesión de este martes han llegado a perder hasta un 7%, después de haberse desplomado un 10% en la jornada anterior, aunque al cierre sólo anotó un descenso del 0,44%. En lo que va de año, el valor de sus acciones ha caído un 84%.

Las bolsas europeas, que el lunes terminaron con pérdidas por los temores en torno a la situación de Evergrande, han recuperado terreno este martes, con subidas. En España, el Ibex 35 ha cerrado con una subida del 1,16% y ha logrado volver a situarse holgadamente por encima de los 8.700 puntos (queda en los 8.756 puntos). En el año sube el 8,45%.

El resto de bolsas europeas también se han repuesto del impacto sufrido en la jornada anterior y se han anotado subidas del 0,96% en Londres, del 1,5% en París, del 1,43% en Fráncfort y del 1,22% en Milán.