Este artículo se publicó hace 9 años.
El Gobierno retrasa su reglamento contra el autoconsumo eléctrico para evitar el desgaste político
El Real Decreto perjudicará a las personas que apuestan por producir su propia energía renovable poniéndoles trabas burocráticas, aumentando sus cargos y encareciendo el proceso de cualquier instalación.
Alicia Ibarra
-Actualizado a
MADRID.- El Real Decreto de autoconsumo se ha convertido en una de las guindas del pastel de la reforma eléctrica del ministro de Industria, José Manuel Soria; una normativa no electoralista que el Gobierno sigue sin querer aprobar en Consejo de Ministros por miedo a la reacción de la oposición y de los expertos del sector eléctrico, que ya se han manifestado totalmente en contra.
"El Real Decreto se está aplazando porque se están retocando algunos detalles, teniendo en cuenta las recomendaciones, pero se aprobará próximamente". Con estas palabras justifica uno de los portavoces del Ministerio de Industria que siga sin salir adelante este reglamento desde que recibiera el "sí" del Consejo de Estado el pasado 17 de septiembre.
No obstante, los expertos en el sector energético consultados por este diario consideran que el Ejecutivo quiere retrasarlo para tener el menor desgaste político posible, al ser una norma diseñada para continuar favoreciendo a las eléctricas y que deja desamparadas a las personas que quieran producir su propia energía.
Dieciocho partidos políticos -entre los que destacan PSOE, Ciudadanos, Podemos, IU, Equo o UPYD- se han opuesto ya a esta normativa, totalmente contraria a lo que hacen otros países de nuestro entorno, y han firmado un manifiesto por el que se han comprometido a derogarlo cuando se apruebe. Ecologistas, sindicatos (CCOO y UGT), consumidores (Facua, OCU, Adicae o Asgeco), asociaciones empresariales (ACER, APPA Fotovoltaica, Aifoc, Anpier, UNEF o Pimec) y movimientos sociales a favor de la democratización de la energía también firmaron en contra.
El Real Decreto del Gobierno, tal y como indica su último borrador, complicará la tramitación al autoconsumo, aumentará los cargos -como sucede con el polémico "impuesto al sol"- y encarecerá el proceso de cualquier instalación. Como señalan fuentes del Ministerio de Industria, los controvertidos puntos de este reglamento no sufrirán modificaciones, a excepción de "algunos detalles".
A ello se une la incertidumbre regulatoria que vive el sector renovable debido a las medidas retroactivas del PP de los últimos años, que hacen muy difícil que los inversores vuelvan a tener confianza en un sistema que requiere "una estabilidad regulatoria y política a lo largo de 20 o 25 años", según CCOO.
La propia Comisión Europea (CE) consideró en uno de sus últimos informes sobre "el mercado minorista de la electricidad" que apostar por el autoconsumo supone que, a largo plazo, se puedan rebajar las facturas de la luz y -mirando por los más desfavorecidos- reducir la pobreza energética.
"Es una cuestión de sentido común, las renovables salen más baratas. La postura del Gobierno con este Real Decreto es totalmente irracional". Así habla Jorge Morales, ingeniero industrial y experto en el sector eléctrico, cuando se le pregunta sobre el último borrador y las normas impuestas por el Ejecutivo. Según explica, una integración razonable y regulada del autoconsumo dará lugar a una red mucho más eficiente y limpia de la que, a largo plazo, todos los ciudadanos podrán beneficiarse.
"Es la máxima expresión de un Gobierno que legisla para mantener el statu quo y las cuentas de resultados de cinco compañías
Para Mario Sánchez-Herrero, profesor de economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), socio fundador de Ecooo y miembro de Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, este Real Decreto "es la máxima expresión de un Gobierno que legisla para mantener el statu quo y las cuentas de resultados de cinco compañías".
Sánchez-Herrero denuncia cómo a medida que los productores de su propia energía reducen la potencia contratada a las eléctricas -ya que no necesitan tanta al ser autoconsumidores y al poseer baterías de Tesla- las compañías van subiendo el precio de los recibos al resto de los ciudadanos. Es decir, cargan sobre el resto de los usuarios la pérdida de beneficios que, según estas compañías, sufren por el autoconsumo.
Pero para la patronal de las eléctricas es "fundamental y necesario" que exista una regulación de este estilo. Según indica Pedro González, director de regulación de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), hay que tener clara la normativa para que "aquel que se decante por esta alternativa de autoconsumo sepa a qué atenerse".
Según el portavoz de Unesa, si el que autoconsume no paga la parte fija de la tarifa, salen perdiendo otros consumidores que "tienen que pagar lo suyo y lo del vecino", por lo que negar que hay un agujero es "insostenible". Tal y como señala González, los consumidores deben pagar por todos los conceptos incluidos en el recibo, aunque no correspondan a la tarifa. El director de regulación se refiere a la actividad de producción en las islas, al régimen retributivo específico a las renovables, a la cogeneración y los residuos o a las anualidades del déficit del sistema eléctrico de ejercicios anteriores.
Por el contrario, Jorge Fabra Utray, economista, miembro fundador y actual presidente de Economistas Frente a la Crisis, considera "una completa majadería" que Gobierno y eléctricas culpen al autoconsumo de la subida en el precio de la luz. "Que una persona productora de su propia energía provoque un agujero en el sistema eléctrico, sólo se explica si hay un problema de diseño tarifario", apunta.
Para el economista, si tenemos un término fijo y un término variable y los autoconsumidores van a seguir pagando el fijo -donde se incluyen nuevos cargos como el "impuesto al sol"-, no hay razón para que el Gobierno y las eléctricas digan que los productores de energías limpias van a ocasionar un agujero del sistema.
Fabra compara la situación del autoconsumo con la de un usuario que decide poner electrodomésticos clase A o bombillas de bajo consumo en su casa, hecho que también reduce el término variable del contrato y que, sin embargo, no tiene penalización. "Si practicar la eficiencia energética no supone pagar más impuestos, ¿por qué te penalizan si eres autoconsumidor?", plantea.
Jorge Morales, por su parte, señala que el principal problema del Ejecutivo es que pretende que las eléctricas sigan ganando lo mismo. "Es imposible que ganen lo mismo si un millón de consumidores se pasan al autoconsumo y, por eso, llenan de impuestos a la gente que produce su propia energía y suben el precio de los recibos de la luz a los demás. Todo para mantener sus beneficios", añade.
Todos estos expertos -Sánchez-Herrero, Fabra y Morales- coinciden en que es "una vergüenza" que desde Industria se llame "insolidarios" a aquellos que quieren apostar por las energías limpias y que se les culpe de aumentar los costes del sistema. "Solidaridad la del Gobierno con la cuenta de resultados de las eléctricas", critican.
Tal y como afirman los expertos del sector, si se le ponen trabas al autoconsumo, la gente acabará desconectándose totalmente de la red general para ser autosuficiente a través de baterías de almacenamiento, hecho que sólo puede desembocar en lo que en Estados Unidos se llama "espiral de la muerte".
La espiral empezaría con un sistema totalmente desconectado de la red que no paga ninguno de los costes de la misma, haciendo que los demás usuarios tengan una factura más cara -ya que se reparten los mismos gastos entre menos personas conectadas a la red-. Si la gente, que ya no se desconectaría de la red por cuestiones ecológicas sino por razones económicas, empieza a hacer esto en masa y de forma proporcional, la espiral se acelera fuertemente provocando una situación de crisis para el sector.
"Un modelo distribuido de generación es mejor que un sistema centralizado de energías peligrosas y contaminantes", apunta Mario Sánchez-Herrero. Aunque, más allá del planteamiento ecológico del autoconsumo, tanto el miembro fundador de Ecooo como Jorge Fabra Utray consideran que es viable un modelo económico sostenible en torno a la producción individualizada de energía.
"Las pegas que ponen al autoconsumo son consecuencia de una posición defensiva de las grandes eléctricas. Ellas van a apostar por las renovables de aquí a un medio plazo, por lo que no es un disparate pensar que quieren tener controlado el mercado, empezando por el autoconsumo", señala Fabra.
Para Jorge Morales, "el mercado en España funciona mal" y su principal problema es que hay un oligopolio que lo controla. "¿Por qué en Alemania el precio mayorista no paran de caer y en España el mercado se ha disparado un 34%? En España, a diferencia de en Alemania, las eléctricas tienen mucho poder de mercado y determinan el precio", afirma el experto en el sector eléctrico. Independientemente de la penetración de las renovables, que es mayor en España que en Alemania, las compañías aquí son capaces subir el precio.
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