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Francesc Moragas, el hombre que
fundó La Caixa para mejorar el mundo

Este 13 de diciembre se cumplieron 150 años del nacimiento del fundador de La Caixa, Francesc Moragas. Pionero, humanista, emprendedor e innovador, quería mejorar el mundo y siempre mantuvo su apuesta por estimular el ahorro, dignificar la vejez, erradicar la enfermedad y ofrecer un futuro mejor a las clases trabajadoras y a los más necesitados. Valores que siguen presentes en La Caixa un siglo y medio después de su nacimiento.

Isidro Fainé durante el 150 aniversario del nacimiento de Francesc Moragas

CP

El 13 de diciembre de 1868, hace 150 años, nacía en Barcelona Francesc Moragas, que en 1904 fundaría la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, La Caixa, y la Obra Social que define a la entidad desde entonces.

Francesc Moragas fue pionero, humanista, emprendedor e innovador. Creó ese primer gran proyecto de promoción social del país que bautizó como Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, y al que asignó unos claros objetivos: estimular el ahorro, dignificar la vejez, erradicar la enfermedad y ofrecer un futuro mejor a las clases trabajadoras y a los más necesitados.

Apostó siempre por la investigación, la cultura y la educación como valores que le inspiraron durante toda su vida, hasta el punto de que han perdurado en el tiempo y hoy siguen vertebrando la labor de una de las principales fundaciones del mundo, como es la Fundación Bancaria La Caixa.

Por eso el 150 aniversario del nacimiento de Francesc Moragas no podía pasar desapercibido para La Caixa, que quiere reivindicar su figura y ha organizado homenajes como la exposición El hombre detrás del alma, ubicada en el vestíbulo de los Servicios Centrales de la entidad en Barcelona. Se trata de una muestra que repasa el contexto histórico del fundador de La Caixa y su trayectoria vital, decisiva para la modernización del país.

Pionero e innovador

Francesc Moragas fue ante todo un pionero, un innovador. La Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, y su Obra Social, constituyen su gran aportación al desarrollo social y económico de nuestro país. Moragas también contribuyó a la creación, en 1908, del Instituto Nacional de Previsión, precedente del sistema de la Seguridad Social en España.

Abogado, hijo de una familia de notarios y letrados, formado en seguros y previsión, tan solo aspiraba a “la comprensión social del país”, y tuvo, desde muy joven, el propósito de entender y mejorar el mundo. Esta inquietud lo llevó a desarrollar, hace un siglo, un proyecto de reforma social para proteger a los sectores más frágiles de la sociedad.

En 1902, una huelga general dejó patente la necesidad urgente de su proyecto, porque miles de obreros reclamaban mejoras laborales y la represión acabó con muertos y heridos. Por ello, un sector del empresariado, con Moragas a la cabeza, hizo un llamamiento público para recaudar dinero para los familiares de las víctimas. El excedente se destinó, en 1904, a la creación de una caja de pensiones. Así nació La Caixa. “Soy el hombre más ambicioso del mundo: no teniendo necesidades, he hecho mías todas las de los demás”, explicaba Moragas.

La respuesta de las clases populares a la aparición de La Caixa no se hizo esperar, y en pocos años ésta administraba más de la mitad del ahorro de los catalanes. En vida de Moragas, hasta 1935, se habían abierto un centenar de oficinas por toda Cataluña, Baleares, Madrid y Andorra. La Caixa crece de forma constante hasta alcanzar, a principios de los años treinta, el 60% del ahorro catalán y el 25% del conjunto del español.

Amante del ciclismo y del buen trato

Moragas fue un hombre humilde, amante del ciclismo como activo aficionado, capaz de recorrer cientos de kilómetros e incluso de fundar y dirigir una revista sobre esta pasión, La Velocipedia. De hecho, con un velocípedo, precursor de la bicicleta, llegó a París y regresó a Barcelona vía San Sebastián, a razón de unos 150 kilómetros diarios.

Su trato humano era otra de sus virtudes. Francesc Moragas dispensó siempre un trato cordial con los empleados de la entidad, mostrando un profundo respeto y otorgándoles un importante papel, ya que su trabajo requería un estrecho compromiso con los valores de La Caixa y con su misión social, hasta el punto de que Moragas sus empleados le llamaban el Padre.

En 1918, con el precedente en 1915 de los Homenajes a la Vejez, actos de reconocimiento a las personas mayores, y en 1917 de la Obra Maternal, el fundador pudo poner en marcha la Obra Social, un gran proyecto de promoción social dirigido a la dignificación de las personas mayores y de las más necesitadas, así como a la erradicación de enfermedades.

Atender a los ciudadanos más vulnerables y hacerlo en un entorno de dignidad, fue otro de los objetivos fundacionales de la Obra Social, con un conjunto de iniciativas anticipadoras que abarcaban necesidades sanitarias y asistenciales de entonces, como el Instituto de la Mujer que Trabaja (1920), la Clínica de Cirugía de Santa Madrona (1921), el Hogar para Mujeres y Niños Enfermos (1922), la Clínica de Medicina (1925), la Clínica Maternal (1928), el Amparo de Santa Lucía (1920), el Instituto Catalán para Ciegos (1921), el Instituto Catalán para la Rehabilitación Física de Mutilados (1922) o el Instituto de Servicios Sociales (1929).

En 1931, como homenaje a Moragas, que había recibido la Gran Cruz de Beneficencia, La Caixa lanzó una suscripción para crear el Instituto Antituberculoso, que tras la muerte del fundador pasó a denominarse Instituto Antituberculoso Francesc Moragas, el primer centro de investigación biomédica de Barcelona.

“Supo ganarse el afecto y el respeto de todos”

Moragas falleció el 27 de marzo de 1935, a los 66 años, en una habitación de la Clínica de Cirugía del Instituto de Santa Madrona, que él mismo había inaugurado. Los periódicos se llenaron de menciones a su persona: “Un hombre sencillo, modesto y trabajador incansable”, “Supo ganarse el afecto y el respeto de todos”. Su comitiva fúnebre salió de la entonces sede central de La Caixa en Via Laietana dos días después de su fallecimiento, y fue multitudinaria, congregando a miles de personas en el centro de Barcelona.

En este 150 aniversario del nacimiento de Francesc Moragas, el presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidro Fainé, también ha querido ensalzar “la figura de Francesc Moragas”, que considera que “ha sido capital, tanto para La Caixa como para el país”. Según Fainé, Moragas “fue un hombre de acción, pero también, y sobre todo, un hombre de reflexión, de fuertes convicciones. Se movía sin hacer ruido y con prudencia, pero era atrevido en los proyectos y en el saber hacer, pues sus ideas se plasmaban en hechos concretos”. Todo un referente vital que continúa presente en La Caixa 150 años después de su nacimiento.

L.M.G.

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