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Las claves del acuerdo de subida de las cotizaciones para hacer frente a las pensiones del 'baby boom' 

Gobierno y sindicatos han acordado poner en marcha el mecanismo de equidad intergeneracional que sustituye al factor de sostenibilidad y que subirá las cotizaciones un 0,6% para ir nutriendo la hucha de las pensiones.

Varios jubilados, en un parque de Madrid antes de la pandemia. / EFE
Varios jubilados, en un parque de Madrid antes de la pandemia. / EFE.

Gobierno y sindicatos han alcanzado un acuerdo, del que se ha descolgado la patronal, para poner en marcha lo que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha llamado mecanismo de equidad intergeneracional (MEI). Este mecanismo va a garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en un futuro.

¿En qué se concreta el acuerdo?

El nuevo mecanismo consiste en que a partir de 2023 se subirán las cotizaciones un 0,6%, de los que el 0,5% lo asumirá la empresa y un 0,1% el trabajador. Esta medida se mantendrá durante un periodo de diez años, entre 2023 y 2032, y la recaudación servirá para nutrir el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Los cálculos del ministro José Luis Escrivá es que con esta subida de cotizaciones el Fondo de Reserva de la Seguridad Social podría alcanzar los 50.000 millones de euros de cara a 2032, lo que da una garantía adicional para el mantenimiento del sistema. Además, ha cifrado el esfuerzo medio que supone para las empresas, que será de 12 euros mensuales, y dos euros para el trabajador.

¿A qué sustituye este nuevo mecanismo?

La subida de las cotizaciones a través de este mecanismo de equidad intergeneracional es la fórmula elegida para sustituir al denominado factor de sostenibilidad, un mecanismo aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 que buscaba garantizar la viabilidad del sistema a través de la contención del gasto, y que, según algunas estimaciones, supondría de facto un recorte de en torno el 30% en las pensiones del futuro.

El Gobierno derogó este mecanismo en julio y acordó con los agentes sociales diseñar otra fórmula que garantizase el sistema a través de la mejora de los ingresos y no de la contención del gasto. El acuerdo entre el Ministerio de Seguridad Social, UGT y CCOO ha llegado después de que la CEOE se retirara de las negociaciones y manifestara su rechazo al mecanismo de equidad intergeneracional.

¿Por qué hay que nutrir el Fondo de Reserva?

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social o como coloquialmente se le llama, la hucha de las pensiones, ha ido sufriendo un importante vaciado en la última década, coincidiendo con la época de Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno. En 2011, cuando el socialista José Luis Rodríguez Zapatero dejó la presidencia, el Fondo de Reserva contaba con más de 66.815 millones de euros.

Sin embargo, el PP fue recurriendo de forma sistemática a la hucha para hacer frente al pago de las pensiones, lo ha llevado a que en la actualidad apenas cuente con unos 2.100 millones. Una cantidad a todas luces insuficientes para afrontar con garantías el pago de las pensiones futuras de la generación del baby boom.

¿Cuánto se recaudaría para el Fondo de Reserva?

Este sistema de aumento de las cotizaciones va destinado íntegramente a ir recuperando la hucha de las pensiones. El ministerio calcula que en los diez años que van de 2023 a 2032 la hucha se llenaría con unos 50.000 millones de euros, cifra ya muy cercana al máximo de los 66.000 que se alcanzaron en 2011.

Sin embargo, la pregunta es si será suficiente ese fondo para atender los requerimientos económicos de la jubilación de la generación del baby boom. Todo apunta a que no, ya que las estimaciones de hace una década, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aumentó las dotaciones a la hucha aprovechando la bonanza de la economía, apuntaban a la necesidad de en torno a 130.000 millones de euros.

¿Cómo quedaría el reparto entre empresarios y trabajador?

La actual regulación sitúa, al margen de las penalizaciones a los contratos temporales y a las horas extraordinarias, una cotización conjunta del 36,25% del salario bruto, del que la empresa paga un 29,9% a la Seguridad Social mientras el 6,35% restante se descuenta del sueldo del trabajador.

Esa cotización se reparte en un 28,3% (23,6% a cargo de la empresa y 4,7% del trabajador) para contingencias comunes, que sería el concepto sobre el que en principio se aplicaría el aumento; un 7,05% para desempleo (5,5% y 1,55%), un 0,7% para formación profesional (0,6% y 0,1%) y un 0,2% por cuenta del empleador para financiar el Fogasa, el Fondo de Garantía Salarial.

El ministro Escrivá ha puesto como caso representativo un salario medio para asegurar que con el nuevo mecanismo de equidad supondrá cotizar a la Seguridad Social unos 12 euros mensuales. Eso supondrán un aumento de menos de 2 euros para trabajador y 10 euros por parte de la empresa. La distribución deja algo más del 80% de la aportación a cargo del empleador.

¿Qué pasará a partir de 2032?

Según informa el ministerio, en el caso de que no se diera una desviación de la senda de gasto previsto, no se aplicará ninguna medida y se planteará la utilización de los recursos del fondo de reserva para reducir las cotizaciones sociales o mejorar la cuantía de las pensiones.

Si a partir de 2033 se apreciara en los Informes de Envejecimiento (Ageing Report) de la Comisión Europea una desviación de la previsión de gasto en pensiones a 2050 respecto al informe de 2024 (que se usará como referencia), se utilizará este Fondo, con un límite de disposición anual del 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB).

Si la disposición de activos del Fondo de Reserva no fuera suficiente, el Gobierno negociará con los interlocutores sociales para su elevación al Pacto de Toledo, de acuerdo con sus recomendaciones, una propuesta que, de forma equilibrada, se dirija bien a reducir el porcentaje de gasto en pensiones en términos de PIB, bien a incrementar el tipo de cotización u otras fórmulas alternativas para aumentar los ingresos.

¿Por qué el Gobierno teme las décadas a partir de 2030?

Las tensiones previstas en el sistema de pensiones superan los 15.000 millones al año y tendrán su época de mayor intensidad en torno a 2040: los demógrafos sitúan el baby boom entre 1957 y 1980, el casi cuarto de siglo en el que la cifra de nacimientos anuales superaba los 600.000 bebés, un periodo cuyos mayores tienen hoy.

Eso abre un proceso que se prolongará más allá de 2047, que es cuando cumplirán los 67 los nacidos en 1980, ya que la esperanza de vida, situada en 82 años y cinco meses, supone que cada uno de ellos se mantendrá como jubilado una media de algo más de quince años.

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