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El Gobierno congela el salario mínimo en 641,40 euros

UGT y CCOO exigen que se rectifique. Patronal y sindicatos, cerca de un acuerdo para mover tres festivos

ANA REQUENA

El mismo día que la Casa Real desveló el sueldo del rey y del resto de la Casa Real, el Gobierno anunció que el salario mínimo interprofesional (SMI), ese suelo legal que marca el tope mínimo que se puede pagar a un trabajador por una jornada a tiempo completo, se mantendrá en 2012 en los 641,40 euros actuales (8.979,60 euros anuales). Así se lo comunicó a los sindicatos, a los que envió una carta en la que señalaba que a causa de la 'coyuntura económica en general' congelaba el SMI para el año próximo. La carta, firmada por la secretaria de Estado de Empleo en funciones, Mari Luz Rodríguez, a petición de la ministra Fátima Báñez, señala que la decisión se hará efectiva mañana en el Consejo de Ministros. La crisis ya hizo que el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abandonase su compromiso de colocar el salario mínimo en 800 euros al final de la legislatura.

Es la primera vez en 45 años en que el salario mínimo se congela. Esta renta fue creada en 1963, y durante tres años no varió; pero desde 1967 siempre ha ido subiendo, aunque fuera menos de la inflación prevista. Fue en 1980, con el Estatuto de los Trabajadores, cuando se estableció su revisión anual, previa consulta con sindicatos y patronal.

Las críticas sindicales fueron inmediatas. Hace dos semanas, UGT y CCOO enviaron una carta al Ministerio de Trabajo para exigir una subida del salario mínimo que permitiera a los trabajadores con peores sueldos recuperar poder adquisitivo y este miércoles enviaron otra para mostrar su rechazo a una congelación 'que castiga a las personas que se encuentran en peor situación'. Según estimaciones de los sindicatos, en 2009 existían alrededor de 183.000 personas con salarios iguales o inferiores al SMI, aunque son conscientes de que es un cálculo que está por debajo de la realidad. Está, por ejemplo, el caso de los miles de trabajadores que no tienen convenio colectivo y cuyas condiciones de trabajo son, por tanto, más difíciles de controlar.

Si se toma como referencia los datos del Instituto Nacional de Estadística, puede afirmarse que en 2010 casi 1.800.000 de personas percibían salarios por debajo de 707 euros mensuales, la mayoría en trabajos a tiempo parcial. En los niveles salariales más bajos se concentran, además, más mujeres que hombres y más jóvenes.

Los sindicatos denuncian que en los dos últimos años se ha producido una pérdida del poder de compra que responde tanto al 'recorte nominal' del SMI como a la subida de los precios de los productos, que alcanzó un 3,3% en noviembre de este año. En 2010 y 2011, el salario mínimo creció un 1,5% y un 1,3% respectivamente, mientras que la inflación lo hizo en torno al 1,8% y el 3,3%. Eso supone que el poder de compra sufrió un retroceso del 0,3% en 2010 y del 2% este año.

'A pesar de las mejoras acumuladas en el periodo 2004-2009, desde 2007 el SMI ha ido perdiendo peso sobre el salario medio, alejándose del objetivo del 60% del salario medio neto establecido por la Carta Social Europea', señalaban UGT y CCOO. Ese objetivo del 60% supondría un salario mínimo de 1.026,43 euros al mes. El SMI español es, además, de los más bajos de la Unión Europea, muy por debajo de Francia, donde se sitúa en 1.365 euros, o Reino Unido, donde es de 1.085 euros. Eso sí, está por encima del de países como Portugal o Eslovaquia.

La congelación del salario mínimo se conoció en plena ronda de reuniones de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, con los agentes sociales. Si el martes se reunió con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, este miércoles lo hizo por separado con los secretarios generales de CCOO y de UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Según una nota del Ministerio de Empleo, Báñez recordó a patronal y sindicatos que es preciso que lleguen a un acuerdo en materia laboral 'en la segunda semana de enero'.

Patronal y sindicatos están próximos a alcanzar acuerdos en varias materias, según fuentes conocedoras de las negociaciones. Es el caso del traslado de festivos a lunes. Los agentes sociales negocian para ofrecer al Gobierno tres festivos nacionales que mover a lunes: serían el uno de noviembre, el 15 de agosto y el seis u ocho de diciembre. No obstante, los sindicatos insisten en que la mayoría de las jornadas son anualizadas y estos traslados no tendrían efecto en ese sentido, es decir, que la mayoría de trabajadores tiene marcadas un número de horas laborales al año que reparte independientemente de los festivos.

Por otro lado, el acuerdo sobre solución extrajudicial de conflictos está ya prácticamente cerrado. Sindicatos y patronal han pactado un nuevo sistema que potencia el arbitraje y que será de eficacia general directa. Esto quiere decir que todos los sectores y empresas se verán concernidos. En caso de no querer estarlo tendrán que comunicarlo y dotarse de su propio sistema de solución de conflictos. En temas como mutuas y absentismo y formación para el empleo, el pacto está también cercano.

Las dificultades proceden de otros temas, como la prórroga de la moderación salarial. La CEOE propone un 'crecimiento extremadamente moderado' de los salarios. Los sindicatos están dispuestos a pactar moderación salarial a cambio de buscar fórmulas para reinvertir los beneficios empresariales (por ejemplo, con beneficios a través del Impuesto de Sociedades para las empresas que lo hagan) y de limitar las retribuciones de los directivos.

En cuanto a contratación, la propuesta sindical es recuperar el modelo dual alemán que combina empleo y formación, mientras que la CEOE apuesta por flexibilizar aún más el contrato de formación, sin límites de edad y sin necesidad de que un tutor supervise al trabajador.

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