Después de la expectación generada el miércoles con las reuniones del próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la patronal, Juan Rosell, las reacciones sobre los cambios en el mercado de trabajo que les ha instado a pactar continuaron ayer.

Toxo se mostró favorable a 'aligerar' el número de contratos para poner coto a la temporalidad injustificada. La contratación es precisamente una de las materias sobre las que Rajoy quiere que los agentes sociales lleguen a acuerdos. El secretario general de CCOO también dijo que sindicatos y patronal deben reforzar el papel de los convenios para 'extender' la flexibilidad interna que existe en algunos sectores, como el del automóvil, a otros segmentos.

Para Méndez, la reunión con Rajoy colmó sus expectativas e insistió en su disposición a dialogar para buscar un acuerdo en el que, precisó, no caben 'virguerías'. Confirmó también que a partir de ahora se intensificarán las reuniones con la patronal.

No obstante, los dos dirigentes sindicales hicieron hincapié ayer en algo que ya subrayaron el miércoles: la reforma laboral no es la solución al problema de paro. 'Buscar atajos en las leyes laborales para crear el empleo que nos falta sería volver a equivocarse', sentenció Toxo.

Por su parte, el presidente de Cepyme, Jesús Terciado, que acudió al encuentro con Rajoy junto a Rosell, admitió ayer que ve posible que al menos parte de los cambios en el mercado de trabajo que pretende introducir el nuevo Gobierno se haga por decreto. Sin embargo, señaló como 'muy importante' que sindicatos y patronal alcancen un 'consenso mínimo'.

El ministro de Trabajo en funciones, Valeriano Gómez, también se pronunció al respecto. 'Si en lugar de priorizar las cuestiones vinculadas al estímulo de la contratación se empeña en priorizar asuntos vinculados al coste del despido, equivocará el tiro y será más complejo alcanzar un acuerdo', dijo.