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Los dos grandes partidos blindan la pensión de los ex presidentes

IU exige que renuncien a la prestación pública si tienen ingresos privados

M. Á. MARFULL

El portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, chocó ayer contra el muro de los dos partidos mayoritarios en su propuesta de despojar a los ex presidentes del Gobierno de la pensión vitalicia que perciben 80.000 euros anuales si compatibilizan esta retribución pública con ingresos del sector privado.

PSOE, PP y CiU frenaron la propuesta, enmarcada en una iniciativa en la que IU planteaba endurecer el régimen de incompatibilidades de diputados, senadores y altos cargos, incluyendo los ex presidentes del Ejecutivo. Llamazares comenzó la defensa de su iniciativa con alegato en favor de la política como 'una actividad digna, noble y austera' ejercida por personas que encarnan esas virtudes. 'La política no es un privilegio', arrancó el portavoz de IU despertando aplausos más allá de su grupo.

Llamazares advirtió contra el 'ataque desmedido' a la política que 'no viene sólo de fuera', por parte de los interesados en distraer la atención de la crisis, sino 'también de dentro: de los corruptos, de esa excrecencia de la propia crisis especulativa', según los calificó.

El representante de IU reclamó 'avanzar hacia la transparencia delimitando lo público y lo privado'. Su iniciativa cobró especial vigencia un mes después de que se hiciera público el fichaje del ex presidente Felipe González por Gas Natural con un sueldo mínimo de 126.000 euros anuales y tras conocerse el desembarco de José María Aznar en Endesa 200.000 euros que se suman a otros ingresos que superan el millón de euros anual en otras firmas privadas. Ambos perciben del Estado, además, 80.000 euros anuales de pensión vitalicia por su calidad de ex presidentes.

IU quiere limitar la vigencia de esta indemnización. 'Podemos discutir si es temporal o no, pero no que sea compatible con su participación en el sector privado', zanjó el diputado.

Tres partidos han registrado iniciativas para acabar con esta duplicidad: ERC, BNG y UPyD. La portavoz de este último, Rosa Díez, se sumó a la propuesta y auguró que, 'más bien pronto que tarde', quienes ahora la rechazan tendrán que apoyarla. El representante del BNG, Francisco Jorquera, exigió también una 'clara separación del ámbito público y privado' y calificó de 'inaceptable' la compatibilidad de ingresos públicos y privados de los ex presidentes del Gobierno. 'O se ejerce de ex presidente o se ejerce de lobbista; no se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo', sentenció por parte del PNV Aitor Esteban para mostrar su respaldo a la propuesta planteada por Llamazares. 'Es censurable que las relaciones de quien fue presidente del Gobierno se conviertan en un fondo de mercado y es muy criticable que los ex presidentes cobren a la vez del Estado y de empresas privatizadas', denunció.

Jordi Xuclà, de CiU, rechazó que diputados y senadores deban tener un régimen de incompatibilidad absoluta con la actividad privada, como defendió IU, y pasó de puntillas por el debate sobre los ex presidentes, como hicieron todos los que rechazaron la propuesta. 'El debate es si la política es una profesión o un paso transitorio que se debe ejercer con profesionalidad', señaló Xuclà.

El PP, que se parapetó tras una intervención cuajada de tecnicismos, defendió que el actual sistema de incompatibilidades de altos cargos es 'estricto' y garantiza 'la adecuada separación de lo público y lo privado'. Sobre los ex presidentes, su representante, Vicente Ferrer, evitó mención alguna, igual que se ahorró el portavoz del PSOE, Daniel Fernández, que invocó defectos de forma para justificar el rechazo de su grupo. 'Entre el privilegio y el populismo hay espacio suficiente para la decencia y el buen hacer en un ámbito que afecta a la credibilidad de nuestra democracia', reprochó a Llamazares.

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