A finales de enero de 2009, Jesús Bárcenas, presidente de la patronal Cepyme, dimitía como vicepresidente de Caja Castilla-La Mancha (CCM) por 'discrepancias con la gestión' de la entidad. Dos meses después, el Banco de España intervenía la caja para que el sector del ladrillo no la arrastrase en su caída. Ha sido la única entidad que lo ha necesitado por el momento en todo el sistema financiero español. Entre una y otra fecha, dos meses a lo sumo, un empresario tuvo tiempo de ser nombrado consejero de CCM en sustitución de Bárcenas, pedir créditos por valor de 2,2 millones de euros (un 76,9% más de lo que había concedido la entidad en todo 2008 a todo el consejo) y ser destituido por el Banco de España en la intervención, según figura en el informe presentado a la CNMV.

Se trata de un empresario del ladrillo, Ángel Nicolás, propietario de la promotora inmobiliaria que lleva su nombre, presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) y de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) y uno de los consejeros que se libró del expediente del Banco de España precisamente por haber sido nombrado consejero poco antes de la intervención.

En 2008, ninguno de los consejeros de la entidad castellano-manchega recibió créditos por encima de los 400.000 euros. En 2007 y 2006, cuando en este país nadie hablaba de crisis, ningún consejero de CCM recibió más de medio millón de euros de financiación anual, según los informes de gobierno corporativo de ese ejercicio.

Caja Castilla-La Mancha se encuentra en proceso de integración con Cajastur, operación que se realizará a través de una fusión virtual (SIP) liderada por la filial de la caja asturiana BancoLiberta.