MADRID.- Habla estupendamente castellano. En algún momento, ni siquiera parece que Florin Andone, el goleador del Córdoba que este sábado (16 horas) recibe la visita del Real Madrid, tenga 21 años. "En mi casa nunca hemos estado en crisis. Siempre hemos tenido para pagar el alquiler". Lo dice él, uno más de esa legión de 'Rumañoles' que viven en España. Él llegó siendo un niño, a los 12 años. "Perdí a mi padre y mi madre encontró un hombre que vivía aquí". Ahora, a los 21, ha encontrado una vida profesional que podría ser casi perfecta como futbolista. Pero él no se deja avasallar por el escenario mediático ("cada día me salen más amigos") ni por esos prejuicios que a veces no hablan bien acerca de los inmigrantes del Este. "Hay gente buena y gente mala, pero eso también pasa entre los españoles", replica Florin Andone. Un muchacho aparentemente muy maduro que esta tarde no pedirá un autógrafo a Cristiano. "Es una tontería, ¿para qué?"

¿A quién prefiere que entreviste, al inmigrante rumano o al futbolista de elite?

Haga lo que quiera, lo que usted estime oportuno. Los dos forman parte de la misma persona. Para mí, no hay ninguna diferencia.

Cambia el status, una pequeña diferencia

Para mí, no. En mi escala de valores prefiero que se me valore por lo que soy y no por lo que hago. Tiene el mismo valor mi trabajo de futbolista que el de un carpintero, el de un jardinero o el de mi padrastro que está en el paro. Yo trato igual a un futbolista que a un vigilante de seguridad. Pero no por otra cosa, sino porque el hecho de que tengan una profesión u otra no significa que vayas a tener mejor corazón. Al menos, para mí.

Al menos, en España, los rumanos tienen mala fama. ¿Le molesta?

No le puedo contestar a esta pregunta. No lo sé. Me he criado en España y lo considero como si fuese mi país. Me voy a quedar aquí toda la vida. He sido un afortunado. He encontrado un gran país. No creo que nadie pueda hablar mal de mí y soy rumano. ¿Que hay gente de mi país que roba, atraca o no es decente? Sí, pero también la hay en España.

Me ha contestado bien, he de reconocer

Me alegro.

¿Hablamos de los gitanos rumanos?

"Podría tener amigos gitanos rumanos perfectamente. Podrían ser grandes personas. No creo en la xenofobia"

Sí, ¿por qué no? ¿Qué problema hay? Pero le advierto que yo no tengo ningún amigo rumano que sea gitano. No me he rodeado en ese medio. No sé si es una suerte o no. Pero supongo que si los tuviera no pasaría nada. Podría tenerlos perfectamente. Podrían ser grandes personas. Y si se lo mereciesen, podría sentirme tan orgulloso de ellos como de cualquier otra persona. No creo en la xenofobia. No me hace falta para vivir. Creo en las personas, al menos en las buenas. A las malas preferiría no conocerlas.

¿Podría tener una novia gitana?

Ahora mismo, estoy con la mía, que es colombiana y me va estupendamente…, pero si llegase al caso, y me gustase, no creo que hubiese problema. Usted está hablando mucho de la procedencia de las personas en esta entrevista. Yo, sin embargo, prefiero que esas personas me caigan bien. Entonces no me importa de donde sea, los años que me saquen… Busco gentes que me sumen, no que me resten.

¿Se ha sentido discriminado alguna vez por ser rumano?

No sé. Creo que no. Me hacen pensar, pero, sinceramente, no me acuerdo de nada grave. Llevo en España desde que tenía doce años. A esa edad, la gente no es mala. Pero ya no sólo soy yo. Le puedo hablar de mi hermano, le puedo hablar de mi madre, los veo felices aquí. Hemos encontrado en España un lugar para toda la vida.

Usted no vino a España precisamente a jugar al fútbol

"Le puedo decir que mi madre sigue trabajando de limpiadora y es tan feliz… No tiene ningún complejo de ello y valora lo que tiene"

Yo tenía 12 años cuando me quedé sin padre, mi madre conoció a otra persona, que hoy es mi padrastro, que vivía en España… De repente, surgió la posibilidad de venir, de buscar otra vida que, a lo mejor, fuese mejor y creo que la hemos encontramos. Y le puedo decir que mi madre sigue trabajando de limpiadora y es tan feliz… No tiene ningún complejo de ello y valora lo que tiene.

Siendo usted futbolista, ¿no puede lograr para ella mejor vida?

Aún no. Aún no he logrado dinero siquiera para comprarme un piso. Aún no tengo ese poder financiero. Pero todo llegará, espero que lo haga y no le quepa la menor duda de que no dejaré de pensar en mi madre ni en nadie de mi familia. En casa aprendimos esos valores. Mi vida son valores.

Conduce usted un BMW

"Estuve año y medio sin tener coche ahorrando. Llevo cuatro años cobrando del fútbol. Tenía la ilusión de comprarme un BMW"

Me lo he comprado yo. Estuve año y medio sin tener coche ahorrando. Llevo cuatro años cobrando del fútbol. Tenía esa ilusión, todo tenemos alguna. Creo que me la merecía.

Se ha demostrado que hay ámbitos como en los de las matemáticas o las ciencias en las que los rumanos sobresalen por encima de la media. ¿Es su caso?

"A los doce años, cuando yo empecé a estudiar en España, daba cosas que en Rumania ya había dado dos años antes"

No sé si es mi caso, pero no me extrañaría y le voy a decir por qué. En mi país las Matemáticas se practican mucho. Se juega mucho con los números. Pero le voy a decir más. A los doce años, cuando yo empecé a estudiar en España, daba cosas que en Rumania ya había dado dos años antes. Me extrañó y me resultaba muy fácil a pesar de que yo prácticamente estaba en fase de aprendizaje del idioma. No me parecía normal, pero visto lo que ahora me cuentan mis primos, que siguen en Rumania…

¿Y qué le cuentan?

Todos ellos, por ejemplo, han salido del colegio hablando inglés. Sin embargo, yo aquí, en España, apenas lo hablo, me parece que porque no lo trabajaban lo suficiente en el colegio. Hay mucha gente que lo dice. Es más, estoy seguro de que, si hubiese estudiado en Rumania, ahora hablaría inglés. No tengo ninguna duda.

¿Volverá a Rumania? ¿Qué puede conseguir volviendo a casa?

"Si me llaman de la selección, volveré. Claro que volveré. Pero Rumanía no me gusta para vivir"

Si me llaman de la selección, volveré. Claro que volveré. Pero Rumanía no me gusta para vivir. Llevo dos años sin ir y no lo echo en falta. Todo lo que necesito está en España, hasta las vacaciones. Vine siendo un niño. No vine ni muchísimo menos para jugar al fútbol. No se me ocurría ni pensarlo. Pero resulta que estoy teniendo esa oportunidad.

Los rumanos representan el 35% de todos los inmigrantes en España. Hay más de 900.000 registrados. ¿Podría ser usted el más envidiado?

No lo sé ni quiero saberlo. Cada uno está donde le toca y a veces donde se merece. Pero eso no quiere decir que seas envidiado. Puedes ser futbolista y ser un infeliz. Ahora bien, lo que sí noto es que en las últimas semanas, en las que he empezado a marcar goles en Primera, me están saliendo amigos por todos lados, a cada sitio que voy. No me sorprende, porque ya me habían avisado de que podía pasar.