Este artículo se publicó hace 9 años.
Monchi, el héroe oculto del Sevilla: "He creado un monstruo alrededor de mi mismo"
ENTREVISTA. El director deportivo más deseado del mundo. Sabe comprar, sabe vender. Hace 15 años cogió a un Sevilla en bancarrota. Hoy, es uno de los clubes más estables del mundo y se juega reeditar el título de la Europa League contra el Dnipro
-Actualizado a
MADRID.- Fue un portero discreto, un suplente eterno en el Sevilla. Un tipo culto, estudiante de Derecho, incapaz de imaginarse en esa época como director deportivo. Pero hace quince años la casualidad vino a visitarle en Sevilla. Desde entonces, Ramón Rodríguez Verdejo, el ilustre Monchi (San Fernando, 1968), no apaga el teléfono ni en el cine y no se toma más de quince días de vacaciones. Pero ese es el precio de lo que ha logrado.
Ha reinventado el puesto de director deportivo, en el que se predica una máxima: vender es tan importante como comprar. La prueba está en la enorme estabilidad del Sevilla, que camina de su mano en estos últimos 15 años. Hoy, juega una nueva final de la Europa League frente al Dnipro en Varsovia (20.45 horas) donde, sin embargo, no se agotan los sueños. "Somos ambiciosos y tenemos derecho a soñar con la Champions", promete.
‘Cráneo privilegiado’…
No, para nada. A nivel intelectual, soy una persona normal. Pero le dedico mucho tiempo a mi trabajo y, como le escuché decir a Valdano, el éxito sólo está antes que el trabajo en el diccionario. Así que como me convencí de que el trabajo es el camino más corto para llegar al éxito no me apeo de esa idea.
¿Y en estos quince años no existió la suerte?
El fútbol es un juego muy serio, pero es un juego en el que, por lo tanto, sí existe la suerte. Pero nuestro deber es el de acortarla al máximo, porque, de lo contrario, hablaríamos de una quiniela o de una lotería. Y si la suerte nos preocupa tenemos que no darla motivos o luchar al máximo frente a ella para reducir al máximo su papel.
Tiene usted la ventaja de ser un gran comercial ¿no?
No, no se crea, no soy un gran negociador….
Si un hombre que sabe comprar y sabe vender no es un gran comercial ¿quién puede serlo?
"Jamás he visto aplaudir en un campo de fútbol una cuenta de negocio"
Pero, por encima de todo, se trata de nuestro método. Desde el principio, vimos que ese negocio estaba en comprar y en vender y que eso nos podía generar una plusvalía sin olvidarnos de lo deportivo, porque, a fin de cuentas, todo tiene que ir casado con el gol. Jamás he visto aplaudir en un campo de fútbol una cuenta de negocio.
¿Hace quince años se imaginaba dando estas lecciones de negocio?
Yo estudié Derecho, iba para eso, pero en un momento convulso del club me vi como director deportivo y, desde entonces…
¿Se hizo multimillonario?
"oy, incluso, más sevillista que director deportivo. No sé entretenerme en el éxito, no puedo hacerlo"
Para nada. El dinero no es uno de los valores de mi vida. Sé que es lo que dicen todos, pero es la verdad en mi caso. No soy especialmente pesetero, porque no veo esto como un asunto de dinero. Soy, incluso, más sevillista que director deportivo. No sé entretenerme en el éxito, no puedo hacerlo. Siempre necesito un teléfono a mi lado. He creado un monstruo alrededor de mi mismo que a veces puede ser muy obsesivo.
¿Y a un tipo así, incapaz de separarse del teléfono, como le aguanta su familia?
Mi familia me conoce, mis propios hijos saben como son, sobre todo el mayor, que ya tiene 21 años y memoriza mi época de portero. Él se acuerda de que yo era suplente, pero, ante todo, era trabajador. No desesperaba nunca. Cada día me iba de casa como si fuese a jugar el domingo, y ahora que él está estudiando en Madrid a veces me lo recuerda él a mí: ‘Papa, ¿te acuerdas de esa época?’
Entonces uno se da cuenta de que el tiempo vuela
Mi hijo mayor ya está en cuarto de ICADE, derecho y Ciencias Políticas, pero, mire, afortunadamente tiene las mismas costumbres que yo y quizá exageradas: le gusta el Carnaval de Cádiz más que a mí y es más del Sevilla que yo.
La leyenda dice que, pese a todo, usted es un gran pesimista
Tanto como pesimista, no, no lo creo. Pero ya le he dicho que me entretengo poco en la victoria. Y como no soy capaz de desconectar del presente, cada vez que ganamos, ya estoy pensando en la mañana siguiente. Y realmente no sé si eso es culpa de mis obsesiones o de mi método.
¿Pensó alguna vez en la vanidad del triunfador?
"En vacaciones me voy a hacer el Camino de Santiago y ahí tampoco hay hoteles de cinco estrellas a no ser que usted conozca alguno…"
Esa está eliminada en función de mis costumbres o de mi educación. Mis padres eran muy humildes, mis amigos son normales, no me pierdo en lo que no me aporta nada, sé lo difícil que está la vida y no soy un tipo de caprichos, si acaso, algún reloj y no demasiado caro…., en vacaciones me voy a hacer el Camino de Santiago y ahí tampoco hay hoteles de cinco estrellas a no ser que usted conozca alguno…
No, no, tampoco
Pues eso que le digo, la educación, las costumbres…
Leí que usted sueña con ser director deportivo del Barça
Nada, no es verdad, mis sueños sólo tienen un color y le pertenecen al Sevilla, a su corto plazo, a todo lo que significa este club…
¿Podrá ganar la Champions algún día?
"Claro que sueño con llegar a la Champions, jugarla, pelearla, enamorarnos de ella…"
Bueno, si hace diez años me hubiese preguntado si hubiera imaginado que el Sevilla gana por tres veces la Europa League le hubiera dicho que no. Pero si por algo nos caracterizamos en este club es por ser ambiciosos. Y entonces claro que sueño con llegar a la Champions, jugarla, pelearla, enamorarnos de ella…
Hay quien dice que a usted sólo le falta recuperar a Simeone para el Sevilla
No. Simeone está bien donde está. Ha encontrado su lugar. Además, nosotros estamos muy bien con Unai Emery. Pero es evidente que si me habla de Simeone me hace recordar a un hombre que fue compañero mío y que sigue siendo como el de ayer. Compite de la misma manera que cuando era jugador.
Fue la inolvidable etapa del doctor Bilardo en Sevilla, aquel célebre ‘písalo, písalo’ de Riazor. Usted estaba a su lado en el banquillo
Pero recordar a un hombre, que ha sido campeón del mundo como Bilardo por eso, me parece fuera de lugar. Máxime en una época que fue tan importante para mí. Tenía 23 años y me empapé de ese hombre . Hoy, nunca dejo de decir que yo, el Monchi por el que usted me pregunta, es un bilardista declarado.
¿Qué pasará el día que usted fracase?
No sé. Intentaré irme antes de que me echen. Pero tampoco se crea que en estos quince años todo ha sido tan exitoso. He cometido errores en los que me acostumbré a escuchar las críticas. Pero está claro que si el día de mañana, después de todo lo que he vivido, me tengo que ir por la puerta de atrás sería muy feo.
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