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Hamilton suda cuatro veces más

Aki Hintsa, Médico, nutricionista y psicólogo, es el Ron Dennis de la mente y el cuerpo en McLaren.

MIGUEL ALBA / MADRID

Aki Hintsa es el Ron Dennis de la mente y el cuerpo en McLaren. Médico, nutricionista y psicólogo, a este finlandés enjuto le gusta presentarse como “un gurú de la salud”. En su despacho de la factoría de Woking, Hintsa sonríe cuando se le pregunta por la capacidad de Hamilton para gestionar situaciones de tensión, como la carrera de este domingo en Interlagos. “Tiene un talento especial para abstraerse de todo lo que le rodea.

A diferencia de otros pilotos más experimentados, que piensan que se las saben todas, Lewis es muy disciplinado. En un par de años, puede tener el poder mental de Raikkonen”.

Hintsa conoce bien a Kimi. Llegó a la escudería McLaren-Mercedes para vigilar al piloto y corregir sus tendencias a sobrepasarse con el alcohol, el mismo problema que solucionó años antes a Hakkinen, a través de agresivos planes de ejercicio. “Este año no hubo que solucionar ningún problema con el alcohol”, bromea.

A excepción de un programa de entrenamiento básico, que Alonso, Hamilton y De la Rosa compartieron en Finlandia, y que posteriormente han mantenido en el gimnasio, Hintsa ha trabajado con cada piloto de forma específica. “Fernando y Lewis son dos tipos metabólicos totalmente diferentes. El físico de Fernando está mucho más formado y el de Lewis, aún hay que mejorar en muchos aspectos”, explica.

El cuello y el sudor

Uno de ellos es la masa muscular del cuello del británico. A lo largo de la semana pasada, Hamilton trabajó en la capacidad de sufrimiento de esta extremidad ante las fuerzas G que le martillearán en muchas de las curvas de Interlagos. Sin embargo, éste no es el problema físico de Hamilton que más preocupa a Hintsa. “Lewis suda en exceso. Si en una carrera tipo Fernando pierde alrededor de 800 gramos, Lewis llega a adelgazar casi tres kilos”.

Para corregir este desequilibrio, especialmente en citas como Malasia o Bahrein, en las que soportan temperaturas de 50 grados en el monoplaza, Hintsa ha diseñado un tratamiento en dos fases. A corto plazo, Lewis ha cambiado su cadencia de alimentación: más ingestas al día con menos dosis de comida y una constante hidratación para paliar las pérdidas por sudoración.

En un día de carrera, Hamilton come hasta cuatro veces antes de subirse al monoplaza e ingiere, como una hora antes del inicio, un preparado líquido (Black Bull) compuesto por agua, sales minerales y un ingrediente isotónico cuya composición sólo conoce Hintsa.

La segunda fase del tratamiento se construye a través de un concepto filosófico finlandés conocido como Sisu, basado en el espíritu de lucha. “Pero no en una capacidad de lucha normal, sino que es más bien la actitud que David tuvo ante el gigante Goliath. Esa perseverancia para no darse por perdido ante una empresa que parece imposible”, explica Hintsa, quien ha sabido reconducir la enorme espiritualidad de Hamilton hacia el Sisu.

Sesiones de recuerdo

Para ello, Hintsa somete a Lewis a sesiones de recuerdo sobre experiencias personales negativas para fortalecer su espíritu, que combina con extremos ejercicios físicos dirigidos por Gery Convey, el ex marine que ejecuta los programas de ejercicios del médico finés. El objetivo es introducir al piloto en un estado de euforia bien dirigida, a través del sacrificio, para la consecución de un fin, en este caso el título mundial.

“¿Quién está más preparado para la carrera de Brasil? Los dos. Cada uno a su estilo, pero son dos máquinas de conducir”, subraya Hintsa, antes de soltar una última sentencia: “Sería perjudicial para Fernando irse a Ferrari con Kimi Raikkonen porque mentalmente le destrozaría”. Jean Todt alargó esta sentencia hasta, al menos, 2010.

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