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El Espanyol se aprovecha de la falta de rumbo del Valencia

Los goles de Riera y Luis García neutralizaron el tanto inicial de Baraja y provocaron la segunda derrota ché en Mestalla en la misma semana

EFE

El buen juego desplegado por el Espanyol en Mestalla permitió que el equipo catalán se marchara con el premio de la victoria ante un Valencia sin ideas, con muy poco rumbo y que se atasca con mucha facilidad (1-2).

Aunque durante algunas fases del encuentro las fuerzas estuvieron niveladas, el Valencia no dio sensación de poder resolver el partido con solvencia ante un Espanyol que mostró muchos más recursos ofensivos y defensivos que su rival.

El Valencia planteó el encuentro con una variante nueva, la de la altura, que encontró premio en el minuto 5 cuando un córner que buscaba a Zigic o Arizmendi fue cabeceado por Baraja a gol. A partir de entonces, el equipo local cedió terreno y buscó el contragolpe ante un rival que empezó a controlar el partido en el centro del campo.

Empate de Riera 

Villa dispuso de una clara ocasión a la contra, pero cada vez el peligro corría más por cuenta del Espanyol, que tenía en Tamudo y en Luis García a dos jugadores especialmente peligrosos. En una de sus primeras aproximaciones a la meta valencianista y en una acción bien trenzada por el ataque del Espanyol, llegó el empate tras un zurdazo potente y colocado de Riera.

El partido se había equilibrado y se pasó a una fase con alterntivas ante ambas porterías, aunque sin claras ocasiones de gol y con un Espanyol que se mostró más sólido en su juego, ante un Valencia que no encontraba a sus delanteros y que apenas remató a puerta hasta el descanso.

Es más, la única oportunidad clara para que el marcador se desiquilibrara se produjo tras una falta lanzada por Luis García poco antes del intermedio, en la que Hildebran metió la mano abajo con acierto, lo que impidió el segundo gol espanyolista.

La entrada de Joaquín por Arizmendi mejoró al Valencia en el inicio de la segunda parte, pero al equipo le costaba mucho acercarse con peligro a la meta de un Espanyol bien armado, muy presionante, que nunca renunciaba al ataque y que pudo haber marcado cuando Tamudo se quedó sólo ante Hildebrand y dio un taconazo en lugar de controlar el balón.

Luis García remató el partido 

La entrada de Morientes a la hora de partido buscaba que el equipo, sin Zigic y Arizmendi, encontrara el camino del gol por la vía tradicional y al menos logró una sustancial mejoría en su fútbol con desbordes por las bandas y aproximaciones de peligro.

El Valencia se mostró como un equipo más ofensivo y con vocación de victoria, pero no podía descuidarse en defensa porque el Espanyol se mostraba como muchos recursos, tanto a la contra como a balón parado.

Así fue. El Espanyol demostró su buen juego con un gol de Luis García precisamente en un contragolpe en el que no dio opción a Hildebrand cuando restaban diez minutos para la conclusión del encuentro y Tamudo pudo haber sentenciado en una jugada muy parecida poco después. La capacidad de reacción del Valencia estuvo a la altura de su juego y fue escasa e imprecisa por lo que Espanyol no tuvo verdaderos problemas para sumar los tres puntos en su visita a Mestalla.

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