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Del verde hierba al del tapete de póker

Becker se convierte en jugador profesional de cartas

ALBERTO CABELLO

Boris Becker se aburre. Comenzó tan joven y se retiró tan pronto que, con 40 años, está con ganas de encontrar algo que mate sus horas muertas. Los constantes parones por la lluvia en Wimbledon crean tiempo ocioso. Hay quien aprovecha para leer, escuchar música, no hacer nada. O, como el ex tenista alemán, para aprender a jugar al póker.

Ahora piensa en convertirse en un profesional del popular juego de cartas. 'Cuando aún era jugador profesional, empecé, por casualidad, a aprender y me di cuenta de que me ayudaba a mejorar mi concentración. Quiero comprobar mi habilidad y ponerla a prueba con los mejores', dice el rubio germano.

Becker tiene firmado un contrato con una empresa de Internet dedicada a organizar torneos y está preparando a conciencia su nueva profesión. Pokerstars.com organiza partidas on-line y un tour en vivo europeo que recorre ciudades como Londres, Barcelona, Dortmund, San Remo, Copenhague y Montecarlo. Los tres últimos campeones del World Series of Poker, el campeonato del mundo de la especialidad, han sido jugadores on-line que nunca antes tuvieron contacto con una mesa de juego. Los tres ganaron gracias a los torneos organizados por Pokerstars.com.

No es el primer tenista que cambia el verde de la hierba por el del tapete de juego. Henry Leconte y Yevgeny Kafelnikov ya iniciaron su aventura profesional en el mundo de los naipes. El campeón ruso ya era conocido en el circuito profesional del tenis por su afición a la ruleta. En el Open de Australia de 1999, se cuenta que estuvo más tiempo en el casino que en el club de tenis de Melbourne.

Cuando Boris decidió dejar la raqueta, fichó a Kirill Gerasimov, mejor jugador novato de póker en 2002, para que le entrenase. 'Lo encuentro muy excitante porque no ganas con las cartas, sino gracias a tus habilidades. El lenguaje corporal puede darte la victoria en una partida, aunque también puede provocar que pierdas', comentó en una entrevista.

En 2004, ganó el torneo más importante que se disputa en Moscú. Derrotó a Dave Colclough, el Roger Federer del póker europeo, pero su gran hazaña llegó en 2005 cuando fue finalista en las Series Mundiales.

Millonarios on-line

La llegada de las partidas on-line ha supuesto un nuevo boom para este juego. Ya no es necesario montarse, como Paul Newman en el El Golpe, en un tren que recorre el país para entrar en una partida de mucho dinero o reservar la mejor habitación de un hotel para que Edward G. Robinson y Steve McQueen dirimieran quién es el mejor jugador en El rey del juego.

Un ordenador y conexión es suficiente para hacerse de oro en estas partidas en la Red. La fiebre por el póker ha generado muchos millonarios de veintipocos años. Hay chavales que empezaron abriendo una cuenta con pocos dólares y ahora juegan con decenas de miles.

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