Martínez de Irujo dejó apenas 400 euros en la caja de la Asociación de Deportistas

MADRID.- Cayetano Martínez de Irujo dejó de ser presidente de la Asociación de Deportistas el pasado 17 de febrero debido a una moción de censura que salió adelante gracias a cinco asociaciones de la Junta Directiva. Ese mismo día también se celebró una Asamblea General en la que se tumban las cuentas anuales de 2015 y no se aprueban ni los presupuestos para 2015 ni la modificación de estatutos que planteaba Cayetano para, entre otras cosas, permitir que el presidente comenzara a cobrar una remuneración a través de comisiones. La razón a este rechazo a las propuestas del aristócrata se debe a que la junta directiva se percata de varios acuerdos firmados por el ya expresidente sin su consentimiento. Ni siquiera los abogados de la AD tenían conocimiento de los mismos. Entre ellos resaltan el programa Sport&Trops –subvencionado por el CSD- y transferencias a su pareja, la nadadora Melanie Costa, de casi 10.000 euros.

El miembro de la Casa de Alba, lejos de aceptar su salida forzosa, presenta una demanda contra su sucesor en el cargo al sospechar de la validez de las firmas delegadas que había presentado en la Asamblea. Como explicó este miércoles este diario, el demandado –Antonio García-Plata- presentó ocho votos delegados pertenecientes a la asociación de jugadores de fútbol sala (de la que también es presidente), previo consentimiento de estos para estampar su firma en la autorización al no poder asistir en persona a la Asamblea. Aun así, Cayetano contrató a un perito calígrafo, al que se realizan tres transferencias desde la cuenta de la Asociación posteriores a la moción de censura por un importe cercano a los 4.000 euros.

Esos pagos, sin embargo, no son los únicos que se hacen desde el 17 de febrero –día de la moción de censura contra Cayetano- hasta el 23 de abril –momento en el que la nueva junta comienza a tener acceso a la cuenta corriente de la Asociación-. En ese corto periodo de tiempo, la cuenta pasa de tener 75.244 euros a solo 400. Es decir, un salto negativo de 74.800 euros en solo dos meses.

De esa cantidad, casi 55.000 se pagan a Gustavo Bernal, de Atelier Digital, en tres transferencias distintas. Resulta que el señor Bernal es el realizador de la empresa Acento Comunicación, propiedad de Gustavo Gómez, y que se encargó de la producción del citado programa Sport&Trops. Y a su vez el señor Gómez es hermano de Pipe Gómez, exciclista salpicado por la Operación Puerto, que logró hacerse con la gestión de Sport&Trops gracias a Cayetano Martínez de Irujo, con el que se acuerda ir al 50% en los beneficios. Dicho programa recibió en el curso 2013/14 una subvención de 124.000 euros por parte del Consejo Superior de Deportes, a través de la Fundación Deporte Joven. Solo en ese curso, Pipe Gómez se embolsó unos 100.000 euros y otros 100.000 la empresa de su hermano. Y da la casualidad que este año, nada más salir adelante la moción contra Cayetano se procede al pago anteriormente citado.

El programa, que se puso en marcha junto a la Asociación de Deportistas, iba destinados a alumnos de Primaria, que recibían clases magistrales por parte de deportistas reconocidos en las que se inculcaban los valores del deporte y hábitos saludables. El proyecto se desarrolló en Madrid, Salamanca, Badalona, Guadalajara y Valencia. Ciudades que han aportado una media de 30.000 euros al proyecto. Por ejemplo, Badalona transfirió el pasado 19 de marzo más de 18.000 euros, que ayudaron a las maltrechas arcas de la Asociación. El programa ha quedado paralizado para este curso 2014/15, ya que el CSD ha decidido no subvencionarlo tras la salida de Cayetano de la AD.

Otro pago sorprendente que ha tenido que acometer la AD en esos meses tiene que ver con el local en el que tenía su sede hasta hace poco tiempo. Se da la circunstancia de que tan solo ocho días después de prosperar la moción de censura contra Cayetano Martínez de Irujo, la nueva junta directiva de la AD recibe una notificación de la empresa de alquiler del local donde se ubicaba la sede, situada en la calle Fuencarral de Madrid, advirtiendo de que el 1 de marzo debe abandonar el local y abonar de forma inmediata una serie de cantidades atrasadas. De no ser así, amenaza con iniciar las pertinentes actuaciones judiciales para el desahucio del inmueble.

Resulta que el inmueble que ha servido como sede a la Asociación bajo el mandato de Cayetano pertenece a la Casa de Alba. En concreto, primero a la fallecida duquesa de Alba y desde octubre de 2011 a Carlos Fitz-James Stuart, hermano de Cayetano. El cambio de propiedad no entraña ningún cambio con respecto al alquiler del local pero desde febrero de 2013 comienzan a sucederse una serie de retrasos en los pagos mensuales, que se prolongan en los años 2014 e inicios de 2015. Así se llega al momento en el que la nueva junta directiva se entera de que la Asociación debe casi 18.000 euros y que se enfrenta a un desahucio. Esa deuda, finalmente, queda saldada el 5 de marzo y la Asociación abandona el local de la calle Fuencarral.

Pero los movimientos sospechosos de Cayetano no solo se centran en estos meses. La nueva junta directiva recela de una serie de transferencias que desde la AD se realizaron en 2014 a la nadadora Melanie Costa, pareja sentimental del también jinete, que en total suman cerca de 10.000 euros. En concreto, Costa recibió un pago el 6 de mayo de ese año por valor de 3.000 euros por “servicios profesionales independientes” y otro de 2.910 euros. Y el 26 de diciembre se efectúa una transferencia de 4.000 euros por acudir a un acto del programa España Compite, que nace al amparo de CEOE, CSD y AD, para favorecer el patrocinio de deportistas, equipos y eventos con importantes desgravaciones fiscales.

Como última muestra del proceder de Cayetano, en septiembre de 2013 el COE le invita a formar parte de la delegación de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2020 y volar a Buenos Aires junto a deportistas, presidentes de federación, políticos y periodistas. Sin embargo, el aristócrata prefiere poner rumbo a Argentina en otro vuelo distinto, argumentando “problemas de agenda”. El billete costó 2.718 euros, pagados por la Asociación de Deportes, que en esos momentos contaba con solo 20.000 en sus cuentas.