El órdago de Cristiano Ronaldo al Real Madrid sigue dando mucho que hablar. Pese al hermetismo que se ha instalado en el entorno del jugador, que sigue concentrado con Portugal, y en el club blanco, comienzan a conocerse algunas de las razones que motivaron que la estrella lusa asegurara el domingo que estaba 'triste' y que se debía a un 'motivo profesional' que la gente del club conocía.

Una de las principales es que Cristiano, según apuntan muchos medios, ha decidido que ya es hora de presionar al Real Madrid para mejorar su situación contractual y ajustarla a su excelso rendimiento futbolístico, como ya hizo en su día con el Manchester United. En las seis temporadas que estuvo en el club inglés renovó hasta cinco veces. Y en el club blanco todavía conserva el que firmó a su llegada en el verano de 2009 y que expira en junio de 2015.

Cristiano valora que su aportación al equipo, en el que ha marcado hasta ahora 151 goles, y su contribución de manera destacada a la conquista de los títulos de Copa hace dos temporada y el año pasado al de Liga se merecen más consideración. Y esta debe traducirse, cómo no, en más dinero. Así se lo hizo saber el sábado a Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, pero no recibió la inmediata respuesta que esperaba.

En el Real Madrid no hay ninguna intención de desprenderse de su estrella pero la renovación y el aumento de sueldo conllevan unas variables que deben estudiar con detenimiento. Y ahí entra en juego directamente la 'ley Beckham', por la que un club sólo debe pagar a Hacienda el 24% de los salarios superiores a 600.000 euros durante los primeros seis años de contrato. Por lo que si el nuevo contrato supera la fecha de 2015, el tipo pasaría al 52%. Un importante pellizco para las arcas madridistas.

Cristiano, sin embargo, ha visto cómo numerosos compañeros de equipo han renovado sus contratos durante este verano y no quiere ser menos. Pero casi más le pesa que todavía sigue cobrando menos que su máximo rival a nivel individual, Leo Messi, y se mantiene alejado de los futbolistas con los mejores sueldos del mundo, como Eto'o, Ibrahimovic y Rooney. El portugués 'tan sólo' percibe al año 10 millones de euros netos. Y eso solo procedentes del Real Madrid. Sin contar derechos de imagen e ingresos por publicidad.

Aunque para el portugués sienta que merece tener una mayor retribución, lo cierto es que esos 10 millones de euros son un auténtico abismo con el sueldo medio de los españoles. Incluso, también está muy alejado de lo que cobran personalidades con mucho más peso y poder de decisión en la sociedad española. Para hacernos una idea, el salario medio de los ciudadanos españoles es de 20.206 euros al año y Cristiano cobra al día 27.400 euros. Es decir, el futbolista cobra al día casi 1,5 veces más que un español al año.

Esa diferencia se ahonda mucho más si lo comparamos con el salario mínimo interprofesional, que se sitúa en los 640 mensuales en España. Al año, por tanto, serían 8.974 euros. 1.114 veces menos que el luso. Pero tampoco hace falta alcanzar esos extremos para comprobar los niveles económicos en los que se han instalado las grandes figuras del fútbol. Por ejemplo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con un sueldo anual de 78.185 euros, cobra 127 veces menos que el madridista. Y con respecto a Juan Carlos I, con una asignación anual de 272.752 euros, el portugués gana 36 veces más.

Las ganancias de Cristiano tan solo podrían compararse con las de otros futbolistas, deportistas de talla mundial y en España con algunos de los empresarios más acaudalados y grandes ejecutivos bancarios. Tan solo uno de este último grupo supera en ganancias al portugués. Es Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander y financiero mejor pagado en España, con unos ingresos anuales de 11 millones y medio entre retribuciones fijas y variables.