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El fútbol sigue en su sitio

El soberano repaso del Barça al Madrid desmuestra la hegemonía azulgrana y la abismal diferencia entre un equipo y otro. El miedoso planteamiento de Mourinho se llevó un manotazo

ENRIQUE MARÍN

 

El fútbol sigue donde estaba, en los pies del equipo que más lo honra: el Barça. El Madrid de Mourinho ya sabe perder, lo hizo con estrépito y en el momento menos oportuno. La quinta victoria consecutiva del Barça en el clásico, todas con Guardiola y un parcial de 15-2, es la derrota más contundente encajada por un equipo de Mourinho. Sobran comentarios y basta con ver el vídeo del partido para recrearse con la exhibición del Barça y la nueva hecatombe madridista.

Antagónicos en sus estilos, acción contra reacción, Guardiola y Mourinho plantearon el partido previsto. A diferencia de Mou, que sabía perfectamente cómo jugaría el Barça, el propio Pep empleó el término intuir al hablar de cómo creía que lo haría el Madrid. El equipo que más y mejor elabora el fútbol frente al que menos necesita elaborar para llevar peligro a la contra. Tan previsible en la pizarra como imprevisible en cuanto el balón echara a rodar. Siguiendo el guión establecido, el Barça acaparó la posesión y pronto convirtió el partido en un rondo a todo el campo. Sorprendentemente, el Madrid se limitaba a intentar tapar las líneas de pase, con Xabi Alonso condenado a labores defensivas, en lugar de intentar hilvanar algo de fútbol. Sin presionar, sólo basculando, los blancos veían cómo el balón iba de un lugar a otro, de un azulgrana a otro, sin poder hacer nada por, al menos, por cerrar el grifo.

Quinto clásico consecutivo que gana Guardiola, con un parcial de 15-2

Con este panorama, un monólogo de fútbol del Barça, a los Pep Show Boys le bastaron diez minutos para encontrar el camino del gol. Iniesta, con un gran pase interior, vio el desmarque de Xavi, que se plantó solo ante Casillas y le batió con extremada delicadeza.

Con unos porcentajes de posesión que empezaban a sonrojar al madridismo (75%-25%), el Barça plasmó todo su fútbol en un jugada de combinación que, tras un minuto de duración y 21 pases, acabó en el segundo gol. Un cambio de juego de Xavi habilitó a Villa, cuyo centro al corazón de área no lo atajó Casillas y permitió a Pedro marcar a puerta vacía.

Sólo a la media hora de juego, tras un rifi-rafe entre Cristiano y Guardiola en la banda, el Real Madrid amagó con meterse en el partido. A ello colaboró que el Barça se dejara llevar por las ganas hacia el portugués, empeñado en desquiciar a sus rivales con sus filigranas. Precisamente Cristiano tuvo la mejor ocasión del Madrid en una llegada que Valdés interceptó en posible penalti.

Xavi abrió el marcador y Messi asistió por dos veces a Villa

Con la baja de última hora de Higuaín, Mourinho tenía coartada para alinear otro centrocampista más, pero se decantó por Benzema. La sorpresa fue su planteamiento, con el Madrid limitándose a intenta tapar a un Barça que jugó como quiso. La única duda a despejar sobre el once de Guardiola era si Iniesta jugaba más atrás o más adelante y el puesto vacante lo ocupaba Keita o Pedro. Por lo que anunció Pep -'si cambiara de estilo dirían que estoy asustado'- todo apuntaba a que jugaría el canario, y así fue.

El cambio de Özil por Lass en el descanso delató aún más los miedos de Mourinho. El portugués intentó apuntalar aún más el centro del campo, pero el Barça siguió teniendo todo el control del juego y del partido. Messi asistió a Villa, quien en fuera de juego por centímetros, lo tuvo fácil para fusilar a Casillas, y el asturiano volvió a marcar tres minutos después. El repaso futbolístico empezaba a verse reflejado en el marcador con una contundencia que asusta.

La expulsión de Ramos escenifica la impotencia de los blancos

Nunca un clásico, y con el de anoche son ya 161 los disputados, había levantado tanta expectación. No hay que ser un lumbreras para entender que en una Liga de dos, los enfrentamientos directos tienen valor doble, de ahí la importancia de ganar el clásico, si no definitiva, sí decisiva. Además, estaba el aspecto psicológico, más relevante desde la perspectiva madridista en tanto en cuanto el Barça es el campeón y el referente a derrocar. Que el Madrid llegara al Camp Nou por delante en la clasificación y con un viento que hace años que no soplaba a su favor eran dos ventajas para el Barça, decidido a mantener la hegemonía de un fútbol admirado y que anoche volvió a dar otro golpe de autoridad. El baño que el equipo de Guardiola le dio al de Mourinho será difícil de digerir por el madridismo, que creía haber encontrado en el portugués a su mesías y, como Ramos, acabó desquiciado. 

5 - Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Xavi (Keita, m. 87), Busquets, Iniesta; Pedro (Jeffren, m. 87), Messi y Villa (Bojan, m. 76).

0 - Real Madrid: Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo (Arbeloa, m. 60); Khedira, Xabi Alonso; Cristiano, Özil (Lass, m. 46), Di María; y Benzema.

Goles: 1-0. M. 10. Pase de Iniesta a Xavi, que controla de forma poco ortodoxa y marca. 2-0. M. 19. Interminable jugada del Barça, Villa centra desde la izquierda, Casillas no ataja y Pedro marca. 3-0. M. 55. Villa, en fuera de juego por centímetros, bate a Casillas a pase de Messi. 4-0. M. 58. Villa, otra vez a pase de Messi. 5-0. M. 90 (+1). Jeffren, a centro de Bojan.

Árbitro: Iturralde. Expulsó (m. 90+2) a Ramos con roja directa. Amarilla a Valdés, Cristiano, Villa, Pepe, Messi, Xabi Alonso, Carvalho, Ramos, Khedira,
Puyol y Xavi.

Camp Nou: 98.255 espectadores.


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