Una densa trama de dopaje emerge en Valladolid. Jesús Losa, el médico que, según desvela esta semana Interviú, ha sido investigado por la Policía en el marco de la Ley de Dopaje, controlaba también la detección de sustancias. El hombre que fue acusado por David Millar y Moisés Dueñas de administrarles EPO ha sorteado otra vez las consecuencias penales.

Unos SMS recibidos por Losa son la piedra angular de la investigación. Aparte del enviado por Maribel Moreno [positivo por EPO en los Juegos de Pekín] el 23 de marzo de 2009, llama la atención el de un ganador del Tour. 'Menos mal que no soy ambicioso y no había tomado nada de lo que me habías dado... Has estado a punto de mandarme al paro y arruinar mi carrera'. A pesar de los mensajes intervenidos, la juez de Valladolid decidió sobreseer el caso en mayo de forma temporal.

La mujer del investigado todavía trabaja donde hacía controles dirigidos

Losa continúa trabajando en el Centro Regional de Medicina Deportiva y aún lleva a cabo exámenes médicos a deportistas locales. Su mujer, Luisa Fernanda Nurueña, también trabaja allí. Durante años, analizaba las muestras que llegaban al Laboratorio Antidopaje de Valladolid. Allí tenía acceso a los códigos de los deportistas a los que preparaba su marido.

El doctor Melchor Andrés, director del Centro Regional, confirmó ayer a Público que Losa continúa en el CRMD. 'Él lleva a cabo su trabajo en el centro con toda normalidad porque es funcionario. Yo no tengo conocimiento de sus actividades privadas. A mí no me afectan'. Preguntado acerca de la actividad de su mujer, el doctor Andrés confirma que 'su mujer también es funcionaria y trabaja en el laboratorio'.

Los médicos del ciclismo siempre pensaron que Losa utilizaba el laboratorio de Valladolid para realizar controles preventivos, una actividad prohibida que consiste en asegurarse de que un dopado no ofrece un resultado positivo. Si Losa prescribía productos prohibidos y su mujer Luisa Fernanda (conocida como Nandi) controlaba la detección, sabían si una sustancia iba a dar positivo o no. También desaparecía el riesgo de un positivo. Si un deportista de Losa era sometido a un control, bastaría con que ese ciclista o atleta comunicara el código secreto a Losa para ocultar el positivo.

Losa fue acusado en su día por Millar y Dueñas de administrarles EPO

El laboratorio de Valladolid se ha convertido en un centro peculiar, casi cómico. Perdió la homologación hace cinco años, actualmente carece de funciones pero allí continúan trabajando dos analistas.

Por otro lado, la Federación Portuguesa de Ciclismo suspendió ayer por diez años al médico español Marcos Maynar por prescribir sustancias ilegales.