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Aguirre dio a Abel un informe negativo del Kun

Al igual que su antecesor, el técnico rojiblanco cuestiona en privado la forma física de Agüero

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

Javier Aguirre leyó la sentencia y Abel Resino decidió ejecutarla. El 3 de febrero, una vez conocido su despido, el entrenador mexicano se puso a disposición del nuevo técnico. Alardeó públicamente de poner al día a su sustituto sobre todo lo relativo al equipo. Lo que no dijo Aguirre es que entre los pliegos de sus informes se escondía la última puñalada al Kun Agüero. Durante su conversación con Abel, el técnico despedido cargó contra el argentino.

Aguirre sembró la peor de las dudas al oído del nuevo responsable de un equipo cuya estrella es Kun. Describió al jugador como un mal profesional que había descuidado su forma física durante las vacaciones de Navidad. El mexicano habló de comidas excesivas, poco ejercicio e incluso de salidas nocturnas por Madrid, donde permaneció ante su inminente paternidad. Parece que convenció a Abel.

Lo más curioso es que en Huelva, primer partido con el toledano en el banquillo, Agüero fue titular. El Atlético sentenció en media hora (0-3) y, pese a su 'pésima forma', el argentino no fue sustituido hasta el minuto 89. Desde entonces, no ha vuelto a jugar un encuentro completo. Ante el Getafe le cambiaron en el 65, frente al Sevilla fue suplente por el 'cansancio que provoca ser padre' y entró en el 70, y el martes, en Champions ante el Oporto, enfiló el banquillo en el 55.

Ni Aguirre ni Abel se han atrevido nunca a denunciar públicamente la presunta baja forma del Kun. Entre otros desplantes, el mexicano le ninguneó en dos citas grandes. Arrancó en el banquillo de Anfield (Liverpool) y ante el Barça en Copa. Como ejemplo, justificó esta última suplencia con un argumento peregrino: 'Trato de que todos acumulen los mismos minutos'.

Abel ha ido más allá. No sólo utiliza a los médicos del club para emitir soterrados mensajes sobre un supuesto sobrepeso del Kun, sino que la misma noche del martes puso en duda la solvencia futbolística del argentino: 'No podía con los centrales [del Oporto]'.

El divorcio de Abel es polígamo: con Agüero, con varios directivos que ya rumian su error al precipitarse en elegir al sustituto de Aguirre y con parte de la plantilla. Maniche y Maxi criticaron al entrenador por sus cambios y por insistir en la baja forma del grupo. 'Este equipo no da para mucho más, es la puta realidad', declaró el técnico el martes en El Tirachinas de la COPE.

La fractura divide en dos al vestuario. En una esquina, la mayoría de futbolistas extranjeros, que cuestionan los rácanos planteamientos tácticos de Abel como el ordenado el martes después de marcar el 1-0; enfrente, pesos pesados nacionales como Pablo, que con el nuevo entrenador se sienten rehabilitados y fuertes. Tanto que el central justificó ayer la desastrosa actuación de la defensa ante el Oporto: 'Un día malo lo tiene cualquiera'. Lo preocupante es cuando se trata del día de la marmota, que se repite una y otra vez desde hace meses.

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