Este artículo se publicó hace 6 años.
Teatro de la ZarzuelaDenuncian que la fusión del Teatro Real y el de La Zarzuela es una "privatización encubierta" por el Ministerio de Cultura
El sindicato CCOO ha respondido en una carta abierta al secretario de Estado de Cultura, que durante su intervención en el Congreso acusó a los trabajadores de "mentir" y "manipular" con sus movilizaciones en contra de la fusión
Madrid--Actualizado a
Los trabajadores del Teatro de la Zarzuela de Madrid han enviado una carta abierta al secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, que el pasado jueves compareció en el Congreso para desmentir tajantemente que este teatro público vaya a ser privatizado.
La plantilla de La Zarzuela, que lleva movilizada varias semanas ante la posible precarización de sus puestos de trabajo, insiste en que los planes de fusión de este teatro con el Teatro Real suponen en la práctica una "privatización encubierta", ya que el Teatro Real está gestionado por una fundación que "ha sido considerada
por la Intervención General del Estado en su informe de cuentas del año 2015 como una entidad privada a la que le es aplicable la normativa correspondiente", según la carta de CCOO.
Benzo explicó en el Congreso que el proyecto de fusión de ambos teatros consiste en "crear una fundación del Sector Público", la Fundación Teatro Nacional de Ópera y Zarzuela, “llamada a configurarse como institución de referencia en el ámbito de las artes escénicas y la música en España”. Sin embargo, según denuncia CCOO en la carta —a la que ha tenido acceso Público—, es posible que Benzo desconozca que la Fundación del Teatro Real "se deshizo desde su creación del personal propio, se ha desprendido de artistas y los ha sustituido por contratos con empresas".
Como resultado, el Teatro Real ya no cuenta con un coro propio ni personal de taquilla en su afán por "buscar una flexibilidad" que ha desembocado en "la precarización y al abuso por parte de las empresas, denunciadas y condenadas por sus prácticas irregulares en despidos y contratación".
"Creemos que deberían haberle comentado que la Fundación del Teatro Real, que argumenta como uno de los motivos de la absorción la necesidad de contar más días de escenario para la lírica, usa días de su escenario para la música pop y paga por algunos de esos espectáculos a una empresa en la que casualmente
participa el Presidente de la Fundación del Teatro Real. Quizá haya algún conflicto de intereses que no le hayan comentado", afirman con ironía los trabajadores.
Los empleados denuncian que esta fusión sólo busca que el edificio del Teatro de la Zarzuela puede usarse sin control para eventos que nada tienen que ver con la razón de ser del teatro, como la celebración de bodas que ya ha tenido alugar en el Teatro Real. Además, temen que esta fusión implique un aumento de precios de las funciones.
El Ministerio de Cultura y la Fundación del Teatro Real llevan seis meses estableciendo el marco que permitiría la fusión, aunque el proyecto que debe ser aprobado por Real Decreto por el Gobierno. Para el secretario de Estado, la oposición de los trabajadores del Teatro de la Zarzuela se basa en “mentiras” que con “afán manipulador”. “Si aceptáramos ese pueril concepto de lo que es “privatizar”, llegaríamos al absurdo de afirmar que tanto el Museo Nacional del Prado como el Teatro Real son organizaciones privadas, puesto que el Prado tiene un 70% de autofinanciación y el Teatro Real un 75%, a pesar de que en este último las subvenciones públicas, con un 25,41%, siguen superando lo aportado por los patrocinadores”, dijo Benzo en el Congreso. “La participación de capital privado no significa privatización, sino implicación de lo privado y de la sociedad civil en los fines públicos. Eso y no otra cosa es el mecenazgo”, dijo.
Sin embargo, los trabajadores tienen demasiadas preguntas sobre las consecuencias de esta fusión que Benzo no ha respondido, como por ejemplo, cúanto tiempo mantendrán sus actuales condiciones laborales, si va a permanecer el coro, si va a haber conciertos de música pop en La Zarzuela o si se van a ceder las instalaciones del teatro para eventos y celebraciones privadas.
“Jamás se hubiera puesto en marcha esta iniciativa, jamás, si uno solo de los trabajadores del Teatro de la Zarzuela se hubiera podido ver perjudicado por ella. Todos ellos continuarán prestando servicio en el mismo centro, con el mismo salario, y con los mismos derechos y obligaciones”, sentenció Benzo. Lo que los trabajadores no saben es por cuánto tiempo será así.
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