Hay montajes que nacen con estrella. Que suben como la espuma, a pesar de su temática oscura y triste. O incluso, a pesar de haberse elaborado con artes casi de amateur. Montajes que han costado dos euros, pero que, de repente, se hayan jugando en primera división y, además, a un gran nivel.

Esto es lo que le ha ocurrido a Presas, una obra de la RESAD creada por Verónica Fernández e Ignacio del Moral.Ha saltado de la sala Triángulo, en Madrid, donde fue estrenada en 2005, a la sala Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional, donde el estreno está previsto para el próximo jueves 22 de noviembre. Una doble pirueta acrobática.

'Es cierto que es raro que suceda, pero deberíamos estar más acostumbrados. De hecho, en Broadway es muy normal que ciertas obras pasen del off-off, al off, y después al teatro más comercial. Aquí sólo sucede con los actores, que sí que se intercambian. Sin embargo, yo creo que una de las razones por las cuales el teatro privado comercial está tan depauperado es porque no toma obras del circuito alternativo', explica Ignacio De Moral.

Una obra maquillada

Por supuesto, en este traslado de un espacio a otro, la obra ha sufrido trasquilones. Para empezar el guión -un notable ejercicio de coralidad, ya que hay más de 15 personajes- ha sido recortado y algunos actores se han cambiado por otros más mediáticos como Gerardo Malla o Maruchi León.

'Es que cuando nos llamaron del CDN para reponer esta obra, ya nos habíamos olvidado un poco de ella. La gira se había acabado y cada uno estaba trabajando en otra cosa', sostiene Verónica Fernández.

Otra de las razones de la buena estrella de Presas reside en su temática: el día a día de una cárcel de mujeres durante la posguerra. ¿Cómo podía tener éxito un texto cuyo tema alude a una época de la que apenas se ha hablado? 'Nos dimos cuenta de que la obra tenía un carácter pedagógico. Los asistentes, gente muy joven, no conocían aquella España callada y reprimida de la década de los 40. Estaban aprendiendo', resalta Verónica Fernández.

Y es que Presas es el retrato de aquello que los abuelos etiquetaron como ‘la época del hambre', no de una determinada ideología, como sí ha hecho recientemente el cine con películas como Las trece rosas. 'La historia de Presas no pertenece a la más inmediata posguerra, por lo tanto sus personajes no están tan ideologizados', indica Ignacio del Moral.

Esta época se les ha quedado tan grabada a los dos dramaturgos que ya tienen lista su próxima obra, Sonata del rencor. Eso sí, a pesar de estar ahora en el CDN, como afirma Ignacio del Moral: 'Aquí no se tiene asegurado el puesto. A lo mejor tenemos que volver a la Triángulo'.