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La musa se cansó de inspirar al artista

'Herejía de una musa in pía' habla de la búsqueda de nuestra propia inspiración, hoy a las 18:30 hay un ensayo abierto en el centro Conde Duque

Ramón Paso, dramaturgo; Pía Tedesco, actriz y cantante; y Mariano de Paco Serrano (director)

ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET

MADRID.- En la mitología griega, las musas son las nueve hijas que el padre de los dioses, Zeus, tuvo con Mnemósine, diosa de la memoria. A cada una de ellas se la relaciona con una habilidad, de forma que Calíope es la musa de la elocuencia o Euterpe la de la música. Fue el filósofo Platón quien estableció una conexión entre estas divinidades y la inspiración mundana, de manera que cuando se encontraban cerca de los bloqueados humanos, estos eran capaces de escribir los más bellos poemas o interpretar las más tiernas melodías.

Pero, ¿pueden inspirarse las musas a si mismas? Esta es la cuestión que plantean Pía Tedesco (actriz y cantante), Mariano de Paco Serrano (director) y Ramón Paso (dramaturgo) en Herejía de una musa in pía, una obra con música en directo que se estrena el 1 de octubre en el teatro Lara de Madrid. Este viernes, a las 18.30 horas, el centro Conde Duque acoge una parte de la función en un ensayo abierto al público.

Tedesco interpreta a una musa que ha acompañado a lo largo de la historia a los más importantes artistas. Un día, tras inspirar a un artista desconocido, el que menos cualidades tiene de todos, este la abandona y le rompe el corazón. Así, la desconsolada inspiradora se plantea dejar de ofrecer sus artes a los demás para ser ella la creadora.

La obra es feminista pero sin discurso. Pretendemos reivindicar el papel del creador. Hay un momento en el que ella es consciente de que es tanto o más creadora que aquellos a los que inspira. Se da cuenta que ella misma también puede crear arte y emprende un viaje de búsqueda interior. A la figura de la musa, desde siempre, se la relaciona con la mujer y en cierto momento la intérprete se pregunta por qué no hay musos. El mensaje al final es que el talento no tiene sexo”, explica Serrano.

Desde Bertolt Brecht hasta Bukowsky, la actriz recorre algunos de los textos más emblemáticos de los autores y los hace suyos poniendo música y voz. “Son canciones de repertorio de grandes artistas, poetas y músicos de la historia que ella iba inspirando”, expone Tedesco. Cuando a la intérprete se le pregunta de quién le hubiese gustado ser musa lo tiene claro, su favorito es el compositor alemán Johann Sebastian Bach y, en concreto, su pieza La pasión según Mateo, nacida de su profunda devoción religiosa.

La actriz y cantante Pía Tedesco

Tras la idea original se quedaron algunos intérpretes fuera del texto, según Paso, porque de alguna forma había que hilar la historia. Una de los chistes que echan de menos director y actriz, está relacionado con el escritor Charles Baudelaire, en concreto por uno de sus poemas, El perro y el frasco

“Lindo perro mío, buen perro, chucho querido, acércate y ven a respirar un excelente perfume, comprado en la mejor perfumería de la ciudad". Y el perro, meneando la cola, signo, según creo, que en esos mezquinos seres corresponde a la risa y a la sonrisa, se acerca y pone curioso la húmeda nariz en el frasco destapado; luego, echándose atrás con súbito temor, me ladra, como si me reconviniera.
-¡Ah miserable can! Si te hubiera ofrecido un montón de excrementos los hubieras husmeado con delicia, devorándolos tal vez. Así tú, indigno compañero de mi triste vida, te pareces al público, a quien nunca se ha de ofrecer perfumes delicados que le exasperen, sino basura cuidadosamente elegida.”

El artista va de fiesta en fiesta y en cada una propone un chiste, pero nadie le hace caso. Finalmente, acude a otra pensando que obtendrá el mismo resultado, pero encuentra un chiste que hace que todo el mundo se parta de risa. De esta experiencia, Baudelaire encuentra la inspiración para escribir el poema que habla del perro. “El chiste desapareció, pero volverá con el tiempo”, asegura el director.

¿Cómo encontrar la inspiración? Según el autor y el dramaturgo ésta no llega si no es a base de una gran dosis de trabajo. Los autores, al igual que ocurre en el periodismo, tienen que lidiar con los plazos de entrega, y si la musa está ausente el resultado puede ser catastrófico. Pero esta es la versión idealista, la realidad es que la inspiración depende más del oficio que de estos seres divinos. Y así lo ve la protagonista, que intenta encontrar, entre todas las luces que ha iluminado, la suya propia. Durante la hora aproximada que dura el espectáculo será escultora, poetisa, músico… Pero, ¿cuál será su verdadero arte?

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