Este artículo se publicó hace 7 años.
IgualdadAquí están las mujeres de la música
Las mujeres denuncian el machismo en la industria musical y reclaman visibilidad en todos los oficios del sector
Madrid--Actualizado a
Cien profesionales del sector musical montaron una asociación hace un año con un claro objetivo: su disolución. Su nombre, Mujeres en la Industria de la Música (MIM), también debería modificarse con el tiempo, sustituyendo Mujeres por Profesionales, puesto que sus asociadas persiguen la igualdad en un mundo donde históricamente han sido relegadas a un segundo plano. No sólo en los escenarios, sino también en la oficina, el estudio de grabación o el backstage. ¿Por qué escasean cuando hay mujeres preparadas para desempeñar cualquier actividad?
“Si en las facultades son mayoría y obtienen mejores resultados, no se entiende que los hombres ocupen la mayor parte de los puestos”, reflexiona Carmen Zapata, presidenta de MIM. “No me explico cómo las más jóvenes, pertenecientes a una generación muy formada, tienen puestos tan precarios dentro de la industria. Todo obedece al machismo, algo intrínseco al sector, porque no encuentro otra razón posible”, añade la también presidenta de la Associació de Sales de Concerts de Catalunya.
Las profesionales ya estaban ahí, pero MIM nació para darles visibilidad, de modo que las nuevas hornadas tengan unos referentes que les animen a coger el micrófono o a sentarse ante una mesa de sonido. “Queremos trabajar la formación y estamos en contacto con escuelas para introducirlas en la música. Las chicas, cuando tienen que exponerse, abandonan porque son juzgadas con inquina. Cuando se suben a un escenario, por ejemplo, se las escruta con más exhaustividad. No sólo se enjuicia su parte artística, sino incluso su aspecto”.
Zapata considera que la exigencia con las creadoras emergentes es mayor. Cuando se valora a un hombre, sostiene, aunque tenga carencias se tiende a ver algún elemento positivo y se deja la puerta abierta a un futuro prometedor. A una mujer, en cambio, no se le mide por el mismo rasero, por lo que cualquier comentario sobre su falta de virtuosismo es una enmienda a la totalidad de su talento, añade. “Eso provoca que las jóvenes tengan más reparos a la hora de montar una banda o de actuar en directo. Por eso necesitamos visibilizar el trabajo de las profesionales, de manera que les sirvan como modelos”.
La discriminación por motivos de género se produce a lo largo de toda la cadena, desde el sillón de una multinacional hasta la carga y descarga. “Cuando las tareas no estaban tan mecanizadas, podría entenderse que algunos oficios fueran más duros para ellas, pero hoy es un sinsentido”, afirma la presidenta de MIM, consciente de que su presencia es mayor en las agencias de representación y comunicación, aunque pasa desapercibida en otras parcelas, como la técnica, la producción o la alta dirección.
Irene Moreno García, por ejemplo, ha trabajado como backliner (o sea, en la línea trasera del escenario, pendiente de la buena relación de los músicos con los instrumentos, los amplificadores y demás) y como humper —en español, pipa: el encargado de la carga y descarga de los aparatos—. “Como en ambos oficios no hay chicas, te miran raro. Asocian esa labor con un físico determinado, pero cuando me han visto cargar el mismo peso que ellos, se han callado”, explica Moreno, quien actualmente trabaja en Espiral Audiovisuales como técnica de sonido y de escenario.
“Ser mujer en un contexto masculino provoca que ellos sean más condescendientes contigo, pero tampoco he sufrido un trato machista porque tuve suerte con las empresas en las que he currado”, añade esta licenciada en Bellas Artes y máster en ingeniería y producción musical. "Sin embargo, sí me he encontrado con amigas y amigos técnicos que se han topado con empresas en las que no querían trabajar con mujeres".
Tras pasar por salas como Penélope, Caravan, Teatro Barceló y Joy Eslava, Moreno ha saltado del escenario a la mesa de sonido, aunque en ocasiones no ha tenido la oportunidad de demostrar su valía. “En algunos sitios me han tratado muy bien y en otros he advertido un sesgo machista, aunque a veces ni siquiera han contado conmigo. Mis amigos y yo enviábamos currículos: a ellos los llamaban para hacer una entrevista y a mí, con una experiencia similar, no”
“Cada vez hay más mujeres en todos los oficios, pero el cambio es excesivamente lento. Yo siempre he pertenecido a esa minoría del 20% y pensaba que la situación general iba a mejorar con mayor rapidez, pero la desesperación llega cuando, dos décadas después, ves que todo sigue igual. El inmovilismo está instalado, pero no justificado”, denuncia Zapata, convencida de que no reciben el mismo trato que los hombres aun demostrando una valía similar. Por ello, reclama su lugar en la industria, empezando por los conciertos en salas y festivales, cuya ausencia o presencia testimonial ha sido insistentemente denunciada.
No será por bandas femeninas o mixtas. “Hay más de seiscientas”, zanja la presidenta de MIM, encargada de supervisar que la igualdad en la industria sea efectiva. “Se trata de aplicar unas cuotas de responsabilidad profesional, porque no es tan difícil hacer una programación paritaria”. Ni tampoco mayoritariamente femenina, caso de Fiesta Furiosa, donde se invierten los porcentajes: un 80% de grupos femeninos y un 20%, de masculinos.
Detrás de un festival que celebra el girl power en la industria musical, está Rocío Saiz, organizadora de otros saraos como el Tsunami o el Hija Que Seca Fest. “Nuestro mensaje de igualdad debe ser combativo, pero al mismo tiempo lúdico: hagamos la revolución bailando”, afirma esta responsable de producción, que ha trabajado para varias agencias. “Nosotras debemos estar ahí, pero no sólo por ser mujeres, sino porque también estamos sacando adelante proyectos muy buenos. Al margen del género, hay artistas increíbles, pero también técnicas de sonido o de iluminación muy buenas”.
Saiz ofrece una panorámica de las trabas que sufren en el sector, pues también ha ejercido de tour mánager (Javiera Mena, Las Odio…) y de artista, al frente de Las Chillers. “Ser chica sobre un escenario es muy complicado, porque tienes que luchar contra cierto tipo de público y de técnicos. Y, cuando estás detrás del palco, también resulta duro y complicado. El trabajo en la parte técnica es una guerra constante. Los hombres, a veces, ni te miran. Como tour mánager he padecido situaciones tan heavies que me estoy quitando de la producción, porque estoy muy desmotivada”. Tampoco cree que resulte fácil vender a grupos femeninos desde la oficina: “Las marcas se sienten atacadas, porque ven esas propuestas como algo reivindicativo, cuando es algo normal”.
También ocurre que el mérito de una mujer se lo lleve un hombre. La trayectoria de Ana Béjar es caudalosa: es cantante, compositora, letrista y poeta; ha colaborado en la producción de sus propios discos; y ha liderado bandas como Usura y Orlando, por no hablar de los dúos Todo e íO. “El trabajo creador se le atribuye a la parte masculina del proyecto. Tenemos que luchar por nuestra autoría constantemente. No importa cuántas veces envías los créditos, porque siempre pensarán que corresponde al varón. Aunque haga hincapié para que se reconozca mi trabajo, incluso así se confunden”.
Béjar considera que las mujeres, hasta ahora, han estado indefensas, por lo que valora la labor de asociaciones como MIM. “Cuando hago trabajos con otros músicos, siempre quedo como intérprete, aunque conste como compositora y ejecutora. El papel de la mujer siempre queda relegado a ser una mera intérprete, como la última piececita que le da el toque emotivo. Cuando vas a una prueba de sonido, si vas con un hombre que te ayuda con el equipo, a la primera persona a la que se dirigen los técnicos del estudio es a él. Buscan a un interlocutor masculino. Es indignante, sobre todo cuando ya no necesitas demostrar nada”.
Y recuerda la carta contra el sexismo que publicó Björk hace un año. “Las mujeres tienen permitido ser compositoras y cantar sobre sus novios. Si cambian el sujeto de estudio a átomos, galaxias, activismo, ritmos de matemática nerd o cualquier otra cosa que no sea cantar sobre sus seres queridos, son criticadas. Los periodistas sienten que falta algo, como si nuestra única jerga fuese emocional”.
Béjar deja claro que el fuego también puede ser amigo. “Tu papel puede ser relegado incluso por mujeres de la industria, porque somos víctimas de la inercia”. A veces parece que esa rutina ha sido superada, si bien la polifacética artista advierte de que el machismo subyace bajo el nuevo envoltorio. “Todo cambia si te meten en el cajón de las chicas. Entonces sí que se potencia ese aspecto, porque precisamente lo que se vende es la condición femenina del grupo”. La secunda Zapata: “Ojo, la industria no es altruista. Si una mujer tiene talento y vende entradas, se la va a promocionar, pero no hay que olvidar lo que está pasando detrás, en el resto de la industria, donde resulta muy difícil obtener visibilidad”.
Algunas de las que saltan a la vista figuran a continuación, aunque se trata sólo de un somero repaso a los oficios de la industria. Valgan simplemente como ejemplo, porque son todas las que están, pero no están todas las que son.
Marcela San Martín: programadora de la sala El Sol
Su bautizo musical tuvo lugar en la sala Siroco de Madrid y poco después, en 1995, entró a trabajar en la sala El Sol, donde es la responsable de programación. Antes de recalar en este emblemático templo capitalino, donde ha sido testigo de la evolución de la música española e internacional, pasó por la República Democrática Alemana, Cuba, Perú y Chile, que se vio obligada a abandonar por culpa de la dictadura militar. Échenle un ojo a su fascinante biografía.
Herminia Martínez García: ingeniera de sonido.
Coordinadora de Girando Por Salas, una iniciativa que facilita a los artistas emergentes el acceso a un circuito de conciertos por todo del Estado. Ingeniera técnica de Telecomunicaciones y superior en Electrónica, se especializó en sonido e imagen. Ha dado clases como profesora de FP superior e impartido conferencias en universidades, así como trabajado en la sonorización y producción de conciertos y festivales.
Gema del Valle: fundadora de Subterfuge Records.
Directora de comunicación de Subterfuge Records, discográfica pionera de la música independiente. Ha tenido en nómina a numerosas bandas de mujeres, o con presencia femenina, como Dover, Najwa Nimri, Fangoria, Los Fresones Rebeldes, Undershakers, Pauline en la Playa, Cycle, Lidia Damunt, Tulsa, VaneXXa, Anni B Sweet o Vinila von Bismark.
Patricia Godes: periodista y escritora
Decana del periodismo musical, ha trabajado en radio, televisión y prensa. Entre otros libros, es la autora de Alaska y Los Pegamoides. El año en que España se volvió loca y Michael Jackson. El legado artístico de una figura controvertida.
Blanca del Amo: fotógrafa y hostelera
Es autora del libro Retratos de Malasaña, donde asoma toda la fauna roquera del barrio madrileño, donde regenta los bares Tupperware y Madklyn. Ha ejercido de DJ y hecho fotografías para diversas publicaciones y empresas.
Zara Sierra y Xiana Fumega: comunicación y producción
Fundadoras de Desvelo, agencia de contratación, comunicación y producción. Sierra trabaja desde hace más de una década en comunicación y promoción de agencias y festivales. Fumega se dedica a la contratación y a la producción de giras. Representan a Mordem, Las Odio y Kumbia Queers.
Elena Cabrera: podcaster
Presentadora, junto a Alberto Monreal, del podcast Pobres Chavales, que repasa la trayectoria de Depeche Mode. Ha trabajado como periodista musical en prensa, en revistas especializadas, en el FIB y en Experimenta Club. Responsable del extinto sello Autoreverse, que publicó discos de Ciëlo, Ankitoner Metamars, El Giro Orgánico, Vadim Tudor o Comando Suzie.
Cindy Castillo: booker de Mad Cool Festival
Se encarga del cartel del Mad Cool Festival. Además, representa a Lucía Scansetti y Monarchy, y antes trabajó con artistas como Canteca de Macao, Miss Caffeina o Russian Red. Paralelamente, es la responsable de la tienda de ropa online Clap Store.
Diana Cortecero: directora de La Fonoteca.
Consultora de comunicación especializada en cultura, es la responsable, junto a Raúl Alonso, de La Fonoteca, una web que registra toda la música que se ha hecho en España. También organizan conciertos, editan vinilos y publican libros como Andrés do Barro: Saudade, de Fernando Fernández Rego, o Punk, pero ¿qué punk?, de Tomás González Lezana.
Mar Catarina: diseñadora
Fotografías, vídeos, diseños de portadas… Es, junto a Rubén Domínguez, la responsable de Prenom, un laboratorio artístico y musical que también edita discos. Mar Catarina, además, es la teclista de los grupos Chicharrón y Esposa.
Arancha Moreno: directora de la revista Efe Eme
Fue nombrada en 2015 directora de Efe Eme. Antes, Arancha Moreno había sido lectora primeriza de la publicación, colaboradora de varios medios radiofónicos y escritos (City FM, ZoomNews…), subdirectora de Popes80.com y autora de la celebrada sección Músicos en la sombra, publicada en la revista fundada por Diego A. Manrique y Juan Puchades.
Cora Novoa: compositora y DJ
Directora creativa del sello Seeking the Velvet, sello de música electrónica y pop-experimental. Compositora y DJ, trabaja en la parte técnica, comercial y creativa de la industria musical, labores que ha alternado con clases magistrales y colaboraciones en El Laberinto, de Radio 3.
Diana Lafuente: cofundadora de La Faena II
Como miembro del colectivo Brama Argh, fue una de las fundadoras de La Faena II, una sala de conciertos de bandas underground ubicada en el posindustrial barrio madrileño de Suanzes. Allí ha hecho de todo, como corresponde a un espacio autogestionado, incluida la programación. Licenciada en Historia, doctora en Químicas y diplomada en conservación y restauración, Lafuente ha colaborado con el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y coeditado el Bulletin of Research on Metal Conservation (Bromec). También es la bajista del trío Mochuelo, telonero habitual en La Faena II.
Marisa Moya: fundadora de Emerge
Después de hacer lo propio en otras agencias, fundó junto a Tomás Heredero la agencia de representación y contratación Emerge. En su nómina figuran León Benavente, Nacho Vegas o Sidonie, aunque también se encargan de la programación de festivales y de la comunicación de otros artistas.
Yolanda Villa: gerente de la sala Mardi Gras.
Fundadora, propietaria y gerente de la sala de conciertos Mardi Gras, una de las instituciones musicales coruñesas. Pronto celebrarán su vigésimo aniversario.
Anabel Vélez: crítica musical
Crítica musical en revistas como la desaparecida Ritmos del Mundo y la clásica Ruta 66. También escribe sobre libros, cómics y películas en la web Culturaca. Es la autora del libro Rockeras. Las protagonistas de la historia del rock (Ma Non Troppo)
Yolanda Uriz: productora y artista sonora
Autora de instalaciones y performances que indagan en los límites de nuestra percepción mediante experiencias de inmersión multisensorial. Interesada por el olfato, el gusto y el tacto, combina el arte sonoro experimental con el visual y los nuevos medios. Ha participado en numerosos festivales internacionales y fundado los colectivos iii (Instrument Inventors Initiative) y FM Effects.
Marian Lozano: directora de Premios Fest
Es la responsable de los únicos galardones anuales dedicados exclusivamente a los festivales de música que se celebran en España. La coordinación, la prensa y las redes sociales de los Premios Fest también están en manos de mujeres: Tania Tomás, Beatriz Brea y Delia Palomino, respectivamente. Además, organizan el Congreso de Festivales BIME, que reúne a expertos del sector.
Virginia Díaz: presentadora de televisión
La presentadora de Cachitos de hierro y cromo, el nostálgico programa documental de La 2, también es la responsable del programa radiofónico 180 grados de Radio 3 y la subdirectora de Los conciertos de Radio 3.
Chen Castaño: directora de Planet Events
Chen Castaño dirige la promotora de conciertos Planet Events, centrada en la contratación, producción y promoción de grandes eventos musicales y de giras de artistas nacionales e internacionales.
Lucía Lijtmaer: comisaria del festival Princesas y Darth Vaders
El festival Princesas y Darthvaders, que se celebra anualmente en La Casa Encendida, “se sirve del humor y la cultura de guerrilla para hablar de feminismos”. Además de conciertos, organizan charlas, talleres y encuentros. Su comisaria, Lucía Lijtmaer, es licenciada en Filología Inglesa, periodista y autora de los libros Quiero los secretos del Pentágono y los quiero ahora (Capitán Swing), Casi nada que ponerte (Los libros del lince) y Yo también soy una chica lista (Destino).
Marisa Márquez: directora de marketing de Live Nation España
Diplomada en Publicidad y Relaciones Públicas, Marisa Márquez realizó estudios superiores en investigación y planificación de medios. Hoy es la directora de marketing de la filial española de la productora internacional de eventos Live Nation.
Daniela Bosé: directora de BMG
Antes de ser la directora general de la discográfica BMG para España y Portugal, Daniela Bosé fue la exdirectora de Desarrollo de Negocios y Derechos de Sony Music España y exdirectora general de Universal Music Publishing, donde firmó con Pereza, Marta Sánchez, Antonio Carmona o Nena Daconte.
Inma Grass: cofundadora de la distribuidora Altafonte
Antes de fundar la distribuidora Altafonte, trabajó en promoción, marketing y desarrollo internacional en Virgin, EMI, Boa y Fol Música. También ha impulsado MIM y presidido la Unión Fonográfica Independiente (UFI), asociación que representa a las pymes dedicadas a la producción, edición y distribución musical, así como a la representación y contratación de artistas.
Ale Castellano: coordinadora de la web MYM
Coordinadora de la web Mujeres y Música (MYM), que busca dar visibilidad a las creadoras e incluye una clasificación por orden alfabético, género, país, época e instrumento. Ale Castellano es cantautora y miembro de María Sarmiento, un dúo folk que formó con Laura Valls. Ambas se encargan de la página junto a la pedagoga Silvia Valle.
Lara López: locutora
Directora de Radio 3 desde 2008 hasta 2012, Lara López lleva tres décadas dirigiendo y presentando programas en la casa. También dio la cara y estuvo detrás de varios espacios televisivos, además de colaborar en prensa.
Territorio de nabos
Iniciativa que pretende visibilizar la brecha de género en el ámbito musical, según reza su cuenta en Twitter: @naboterritorios.
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