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'Ladies Football Club' 'Fuck you' Romeo

El estreno de 'Ladies Football Club' en Teatros del Canal es un éxito. El texto de Stefano Massini readaptado por Sergio Peris-Mencheta marca un golazo a favor de las mujeres futbolistas.

Fotografía de una escena de 'Ladies Football Club'
Fotografía de una escena de 'Ladies Football Club'. Pablo Lorente

Mientras los ingleses intentaban salir impunes del atrincherado campo de batalla, sus esposas y hermanas ocupaban el espacio que había quedado libre en las fábricas. Era una soleada jornada de primavera, el 6 abril de 1917, Lenin preparaba la Revolución Rusa y los Estados Unidos entraban en guerra, pero ahí en la ciudad de Sheffield, en un gris y sucio patio de la fábrica de municiones Doyle & Walker, 11 mujeres descubrieron que el balón era una pelota redonda: sustantivo femenino, singular.

"La tierra es una pelota y nosotras jugamos en ella" es el mantra que las chicas repiten como si de pronto hubieran descubierto el secreto de la eterna juventud: enseguida se dan cuenta de que dando patadas al balón es como si patearan el mundo. "¡Auch, está duro el cabrón!". Por la mañana trabajan en la fábrica construyendo un nuevo modelo de bomba para la guerra de los hombres, la K-4, el resto del día recogen lo que queda del envoltorio sin explosivo para convertirlo en pelota de fútbol.

Esta podría ser una de las muchas historias de equipos femeninos que, a partir de la Primera Guerra Mundial, lograron un éxito inesperado en la Inglaterra conservadora y sexista

Esta podría ser una de las muchas historias de equipos femeninos que, a partir de la Primera Guerra Mundial, lograron un éxito inesperado en la Inglaterra conservadora y sexista. Las legendarias mujeres de Dick Kerr's Ladies procedían de las fábricas textiles y de municiones, cuyo reconocimiento creció a tal punto que suscitó la envidia y el resentimiento de las instituciones masculinas de fútbol. Cuando las guerras llegaron a su fin y con ello los hombres volvieron a casa y a pisar nuevamente los campos de fútbol, el Parlamento consideró oportuno emendar un decreto con el que se les prohibía a las mujeres acceder a la cancha. La ley no fue derogada hasta 1971.

Después del éxito de Lehman Trilogy

Stefano Massini es autor de teatro cuyo nombre tuvo eco en España ya con el famoso Lehman Trilogy que Sergio Peris-Mencheta había dirigido y convertido en éxito en Teatros del Canal. En Italia, la trilogía de los hermanos Lehman protagonistas y responsables de la crisis económica de Wall Street, los aficionados al teatro italiano la recordamos no sin nostalgia y una melancolía de fondo. Porque Lehman Trilogy fue la última obra que se estrenó en el Piccolo Teatro de Milán del director Luca Ronconi, fue su testamento teatral. A pesar de otros proyectos en camino que la súbita muerte del maestro dejaron irremediablemente huérfanos.

Compañero de banco en el colegio del expresidente italiano Matteo Renzi, el joven Massini representa no solamente el relevo del antiguo maestro, sino sobre todo el avanzar de una nueva generación de escritores y hombres del espectáculo de diferente fibra. Con una visión que si bien se acerca mucho al progresismo más loable, queda anclada a lo políticamente correcto de la sociedad burguesa. Una manera de hacer teatro que busca el consenso de todos, mucho más que la indignación de unos pocos.

Stefano Massini es autor de teatro cuyo nombre tuvo eco en España ya con el famoso 'Lehman Trilogy'

Y ambos lo logran: tanto Stefano Massini con la atención semántica que distingue sus textos, como Sergio Peris-Mecheta gracias a un montaje cinematográfico que enciende los corazones y alimenta la risa, consiguen dar vida a unos personajes estupendos. Amamos desde el principio a cada una de las chicas del equipo, con sus defectos, sus fortalezas y sus contradicciones. Las amamos perdidamente, sobre todo nosotras, las mujeres: porque nos representan.

Fuck you Romeo

La redondita Rosalyn; la intelectual y culta Olivia; la roja y combativa Haylie; Abigail con su escepticismo fatalista y Justine con la ingenuidad romántica de la juventud. En el último partido Olivia toma la palabra: "Hombres y mujeres de Inglaterra, el amor por el fútbol lo sentimos desde la primera patada: fue ese amor lo que nos salvó la vida, porque también el planeta Tierra es una pelota (...). Es como si alguien, en las sombras, escribiera un contrato, no lo ves, pero está ahí. Y tú lo firmas, porque una mujer puede querer algo, con todo su ser, pero nada la mueve como sentir que lo pierde, o aún peor: que es ella la que juega contra" (del texto italiano: Ladies Football Club, Mondadori).

Vestidas con pesada tela negra, rayas blancas y unas cufias rojas espantosas, el equipo surca con determinación los obstáculos y es allí que las mujeres del público en las gradas del estadio o en las butacas del teatro, nos damos cuenta que es también nuestra la lucha y que el resultado del partido determinará nuestro futuro en el mundo.

Vestidas con pesada tela negra, rayas blancas y unas cufias rojas espantosas, el equipo surca con determinación los obstáculos

"También allí en el público (...) se movió de repente algo, algo grande. Más: algo político. Las mujeres que al principio se rieron de las once como ellas con la obsesión por el fútbol, comenzaron a sentir que el balón era un pretexto. Pero sí, estaban todas ellas, caramba, estaban todas ellas en esas once locas empapadas de sudor, (...) sin nunca un trapo de ayuda, nunca, ¡ridiculizadas por el gorro en la cabeza!

Desde las gradas empiezan a levantarse unos gritos: "Fuck you Teddy!!!! Fuck you William!!!! Fuck you Peter!!!! Fuck you Reginald!!!! Fuck you, fuck you, fuck you Romeo!!!!!!!".

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