Este artículo se publicó hace 9 años.
Banda Bassotti llega a Madrid pese al temor de que el PP prohíba su concierto antifascista
El grupo italiano participará en el concierto de apoyo a la Caravana a Lugansk, pese a la posible persecución policial del Ayuntamiento y la Delegación que quieren cancelarlo, al igual que ya sucediera con Soziedad Alkoholika.
Joan Cantarero
-Actualizado a
La Banda Bassotti, el emblemático grupo romano de música ska por su compromiso social militante, llega a Madrid para para apoyar su última iniciativa política; la Caravana Antifascista a la Región del Donbass, en el este de Ucrania, de población mayoritariamente rusa, que tras romperse la tregua en marzo, sigue en guerra contra el gobierno de Kiev, para alcanzar un estatus de independencia que Ucrania no firma.
El concierto de Madrid, que tendrá lugar el viernes día 10 en el CSOJ Atalaya, de Vallecas, está organizado por la Brigada Rubén Ruiz Ibárruri, que forma parte de la organización de esta iniciativa puesta en marcha en mayo del pasado año por Banda Bassotti, tras sensibilizarse por las crueles matanzas de civiles en Odessa y Mariupol, a manos de policías, militares y nazis ucranianos. En el concierto, además de la banda italiana subirán al escenario “Kaos Urbano”, “Suzio 13” y “Hazte Caso Primo”.
El objetivo de este concierto –según informan los organizadores- “es trasladar a la ciudadanía las iniciativas puestas en marcha, recaudar fondos para financiar la caravana, grabar un documental de la situación actual de la región, y financiar en lo posible proyectos solidarios con las víctimas de la Región del Donbass”. El destino es Lugansk, y en ella participará un numeroso grupo de activistas antifascistas de todo el mundo (Estados Unidos, Argentina, Perú, Venezuela, China, Alemania, Italia, Polonia, Francia, Estado español…) que ya han confirmado su viaje al punto de encuentro en algún lugar de Rusia, desde donde partirán a su destino.
La razón de viajar a Lugansk responde, según señala David Cacchione, manager y portavoz de Banda Bassotti, “a la invitación cursada en octubre pasado por el primer ministro de la República Popular de Lugansk, Gennadi Tsyplakov”, tras el concierto que “I figli della stessa rabbia” ofrecieron en Donetsk un mes antes. El primer ministro ha pedido a la banda italiana que actúen el 9 de mayo próximo, durante los actos conmemorativos del 70 aniversario de la victoria soviética sobre el nazismo.
A esta Caravana Antifascista a Donbass se han sumado y dado su apoyo numerosas personas y grupos de música de todo el mundo, muchos de ellos del Estado español e italiano, como Ska P, Nucleo Terco, Berri Txarrak, y otros.
Preocupación por la suspensión
Entre los organizadores y en la propia Banda Bassotti reina cierta preocupación ante la posibilidad de que el Ayuntamiento de Madrid y la Delegación del Gobierno planeen prohibir el concierto “alegando peregrinas razones”, como ya hicieron con Soziedad Alkoholika en marzo pasado, ante las informaciones que extraoficialmente han estado recibiendo, ya que las circunstancias que rodearon la persecución al grupo de Vitoria-Gasteiz podrían ser homologables de algún modo al programado en la casa ocupada de Vallecas.
“El jefe de seguridad de Madrid argumentó para prohibir el concierto de Soziedad Alkoholika que algunas letras de las canciones de este grupo “habían sido analizadas por el Tribunal Supremo”, pero el Supremo ni ningún otro tribunal les condenó por ello, ya que la subjetividad del buen o mal gusto no puede ser objeto de reproche penal”, señala un abogado cercano a la organización. “También decía en su informe el jefe de seguridad que había personas que les resultaban molestas las letras de sus canciones; que en un concierto unos acampados fuera del recinto y por la noche se pelearon; esto hace seis años, y que grupos neonazis habían amenazado con atacar la actuación… cosas que forman parte de lo cotidiano. En este caso la libertad de expresión debería ser el bien jurídico a proteger y no a perseguir. Y en caso de haber amenazas a este derecho constitucional tenemos para garantizarlo a la policía, que no solo está para reprimir”, señala el letrado. “Y así haciendo una masa con todo esto mimbres de cosas de hace muchos años el Ayuntamiento de Madrid concluye con la aplicación de la legislación de la ley de espectáculos, que en esencia busca exclusivamente la no celebración del evento, aun cuando en los recursos podamos ganar, pero ya sería muy tarde”.
A esta preocupación hay que añadir que los organizadores han recibido a través de la redes sociales amenazas contra el concierto por parte de grupos neonazis ucranianos asentados en España, en concreto de elementos vinculados a Svoboda (antes llamado Partido Nacional Socialista de Ucrania) y Pravy Sektor (neonazis), cuyos militantes forman parte del Batallón Azov, una unidad que lucha en la región de Donbass y autores de auténticas carnicerías, según recogen las crónicas de la guerra. Les han llegado también noticias de que la legación diplomática ucraniana ha mostrado su malestar al Gobierno español por la celebración de este concierto en favor de los separatistas del Donbass.
Incidentes en la Complutense
La última vez que hubo un debate sobre la situación en el este de Ucrania en Madrid, fue en octubre del pasado año en la Facultad de Ciencias Políticas del campus de Somosaguas, de la Universidad Complutense. Allí en la mañana del día 8 mientras se impartía por un testigo de la matanza de la Casa de los Sindicatos de Odessa y de la proyección del filme documental “Fascism As It Is”, del periodista ruso Andrey Karaulov, un grupo de neonazis de Svoboda con banderas ucranianas y de su partido irrumpieron en la sala para impedir el acto. Aquello generó un enfrentamiento entre los asistentes y los ucranianos.
Después, cuando eran desalojados, se pudo comprobar que el grupo había llegado al campus en sendos vehículos monovolumen con matrículas del cuerpo diplomático de Ucrania.
Y también hace ocho años la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) denunció por “enaltecimiento del terrorismo” a la “Banda Bassotti” por cantar en Ferrol “Yup Lala”, una canción que hace referencia al atentado mortal de 1973, en plena dictadura, contra el almirante Carrero Blanco, que se apuntaba como sucesor de Francisco Franco. Obviamente el caso quedó archivado.
La Banda Bassotti es mucho más que un simple grupo de música ska con acento italiano. Desde su nacimiento allá por los 80 “il figlie de la stessa rabbia” han estado presentes en cuanto acto solidario e internacionalista ha ido aconteciendo a lo largo y ancho del planeta, desde participar en conciertos para apoyar al Frente Sandinista en Nicaragua, para apoyar al Frente Farabundo Martí en El Salvador, o para acompañar al subcomandante Marcos y los zapatistas en México, su solidaridad con el Pueblo Palestino, sin olvidar su compromiso político histórico con el PCI y sus distintos procesos a lo largo de estos más de 30 años en los escenarios, que ellos denominan “trincheras”.
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