El escritor Luis Mateo Díez ha ganado hoy el Premio Francisco Umbral al mejor libro del año con su obra La cabeza en llamas.

El jurado ha valorado la 'extraordinaria calidad de su prosa y la hondura psicológica y humanística de los personajes que pueblan sus páginas'.

El premio, dotado con 12.000 euros, ha sido convocado por la Fundación Francisco Umbral para distinguir al libro del año entre las obras escritas y editadas en español en 2012.

El libro de Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) se convierte en el segundo premiado de este galardón, instaurado el pasado año y que en su primera edición recayó en el escritor madrileño Manuel Longares por su obra Las cuatro esquinas, y que se concede anualmente. La obra de Díez ha sido elegida por un jurado integrado por César Antonio de Molina, Juan Cruz, Carmen Iglesias, Santos Sanz de Villanueva, Fernando Rodríguez Lafuente, Carlos Aganzo y Manuel Llorente Machado.

El acto en el que se ha hecho público el fallo del premio se ha celebrado en la Casa del Lector de Matadero de Madrid, dirigida por el exministro de Cultura y escritor César Antonio Molina. La presidenta del jurado, Carmen Iglesias, ha sido la encargada de leer el fallo del premio, que en su anterior edición estaba dotado con 15.000 euros, y desveló que de la treintena de obras presentadas al premio quedaron siete finalistas.

Santos Sanz Villanueva, catedrático de Literatura, crítico literario 'experto' en la obra de Luis Mateo Díez y miembro del jurado, calificó el fallo del premio de 'excelente', al considerar que premia 'la calidad de un texto difícilmente discutible, en un nivel superior de la creación literaria'. Señaló que aunque el jurado en esta ocasión lo ha tenido 'difícil' por la 'cosecha excelente' en la creación literaria, ha atinado a distinguir a un autor que mantiene durante años 'un momento de extraordinaria madurez y originalidad'.

En La cabeza en llamas, publicado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Díez junta 'una suma de preocupaciones', como la creación de un espacio literario imaginario con una 'originalidad fantástica', hasta el punto de hilvanar una de las historias sobre la trama de un señor que 'en lugar de buscar la felicidad busca la infelicidad'.

Según Sanz Villanueva, además en la obra combina hábilmente 'registros totalmente distintos', partiendo de una historia 'humorística' para concluir con otra cercana al 'surrealismo' en la que profundiza sobre 'lo raro que es el mundo' y una de sus constantes preocupaciones: 'las enfermedades del alma', buscando con ello 'inquietar y desazonar' al lector. Carmen Iglesias coincidió con Villanueva en la literatura 'extraña' de Luis Mateo Díez, aunque puntualizó que la misma 'no es críptica, sino metafórica y con un sello onírico, pero legible para todos'.

Luis Mateo Díez, académico de la Lengua Española, cuenta entre otros galardones con el Nacional de Literatura, el Nacional de Narrativa y el Nacional de la Crítica. La Fundación Francisco Umbral nació en 2009 con el objetivo de promocionar la obra del autor vallisoletano (fallecido el 28 de agosto de 2007) tanto la literaria como la periodística, profundizar en su estudio y servir al fomento de la cultura literaria y al periodismo en todo el mundo de habla hispana.

Luis Mateo Díez ha recibido el galardón como 'una buena noticia' en 'una vida en la que hay bastantes malas noticias con reincidencia' y como una gran ayuda en tiempos en los que 'con la crisis, parece que la lectura conlleva un mayor esfuerzo'. 'Lo recibo con sorpresa. Cuando te comunican un premio siempre te sorprende gratamente y con alegría, me complace mucho por que es un premio importante, que avala un libro tuyo que dicen que es el mejor del año', añadió el escritor, que acaba de publicar Fábulas del sentimiento.

El escritor ha hecho hincapié en la apreciación de la presidenta del jurado, Carmen Iglesias, que ha reconocido su libro como 'cuatro historias impresionantes que merece la pena leer'. Eso le parece 'un merecimiento estupendo', puesto que 'está complicado en la vida que llevamos. Da la impresión de que este lío de la crisis también afecta a la lectura, a los propios libros y a su difusión. Como las cosas están tan apretadas, parece que la lectura conlleva mayor esfuerzo y que hay que encaminarla', ha asegurado.