El león número 8 salió de la cripta del Palacio de Carlos V rodeado de tanta expectación que el traslado a los palacios nazaríes se convirtió en un espectáculo. No era para menos. Por primera vez, visitantes, autoridades y medios de comunicación podían presenciar en directo la vuelta de la figura de mármol a su lugar de origen: el Patio de los Leones. 'Es un hecho histórico', dijo el consejero de Cultura, Paulino Plata, que llegó a tomar fotos.

La figura, de 300 kilos de peso, fue transportada en una carretilla hidráulica hasta los palacios nazaríes para volver a ocupar el emplazamiento que ha tenido históricamente en la fuente del Patio de los Leones, un espacio concebido por el sultán Muhammad V en el siglo XIV como casa real nazarí. A partir de ahora se repetirá el proceso con las 11 esculturas restantes. Una a una serán trasladadas a su lugar de origen desde la cripta del Palacio de Carlos V, donde han permanecido expuestas desde su restauración. Los leones salieron de los palacios nazaríes en febrero de 2007 para someterse a una compleja restauración en los Talleres del Patronato del Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife.

La intervención ha permitido apreciar la belleza de las esculturas que se ocultaba tras las gruesas costras calcáreas que las recubrían. También ha desvelado que los leones no eran lo que aparentaban, que cada uno poseía una fisonomía diferente, que tenían multitud de rasgos singulares, diferentes pelajes, fauces con dentaduras afiladas y pliegues muy marcados, hocicos prominentes y ojos almendrados.

El traslado de las figuras se produce en la recta final de la intervención que realiza el Patronato de la Alhambra en el Patio de los Leones para abrirlo a los visitantes en primavera. Entonces los leones volverán a cumplir su función de surtidores de agua en su fuente de siempre y el patio tendrá una nueva imagen, con una pavimentación de mármol blanco de Macael para recuperar el aspecto que tuvo en origen.