Hollywood, la factoría de sueños, se está quedando sin imaginación. Prueba de ello son los 'remakes' y continuaciones que llevan haciendo más de una década los directores norteamericanos, sólo falta que revisen Casablanca, porque Blade Runner va a convertirse en franquicia.

Los genios creadores de esta idea han sido los de Alcon Entertainment, productora responsable de éxitos taquilleros poco conocidos como The Blind Side (Un sueño posible) o El libro de Eli. El clásico de ciencia ficción de Ridley Scott puede renovarse por un puñado de dólares.

La mítica cinta de los ochenta fue un fracaso en taquilla el año de su estreno, 1982 pero se convirtió en una cinta de culto. Todavía existen dudas sobre si el personaje que interpreta Harrison Ford es o no un replicante. Scott dice que si, Ford dice que no. Para gustos los colores.

En el comunicado de Alcon Entertaiment anuncia que está en proceso de ultimar las negociaciones para hacerse con los derechos de la historia y crear una franquicia. No se sabe si en forma de precuela, secuela o incluso podría ser una serie de televisión. Lo que de momento parece descartado es un remake literal de la cinta de Scott.

En el comunicado añaden que se aproximarán a la historia con 'el máximo respeto y deseo de hacer justicia al film de 1982, que todos amamos'. 'Reconocemos la responsabilidad que tenemos que hacer justicia a la memoria de la original con cualquier precuela o secuela que produzcamos', apunta el comunicado.

Protagonizada por Harrison Ford, Sean Young y Daryl Hannah, Blade Runner está basada en el relato que en 1968 escribió Philip K. Dick titulado ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? La historia nos lleva hasta el año 2019, don de los Replicantes -robots con apariencia humana creados a través de ingeniería genética para trabajar como esclavos- son perseguidos y 'retirados'.

Un film de culto que ha dejado para la historia del Séptimo Arte el monólogo de Rutger Hauer (Roy Batty): 'He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir'.