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Zapateo al capital

Cantaores y bailaoras entran en sucursales bancarias y se arrancan por bulerías ante la perplejidad general. Es el último 'flashmob', un fenómeno nacido en la Red que va a más

FRANCISCO ARTACHO

'Perdón, pero estamos trabajando', protesta tras el cristal de seguridad una empleada de una oficina del Banco Santander en pleno centro de Sevilla. Dos hombres y una mujer acaban de entrar en la sucursal a ritmo de palmas flamencas. El jaleo crece por momentos ante la perplejidad general. También el nerviosismo de las dos empleadas, que temen estar ante una maniobra de distracción que dará paso a un atraco en toda regla, como terminaría confesando después una de ellas.

Y de repente ocurre lo más insospechado, lo último que uno puede esperarse en una oficina bancaria un día cualquiera del caluroso verano del sur: uno de los potenciales atracadores, que no es otro que el más que inofensivo cantaor Iván el Pumu, se arranca por bulerías con todo el entusiasmo del mundo: 'El yate preparado/en el embarcadero/jamón o bogavante/¿qué quiere el caballero?'.

La escena, que presenciaron atónitos media docena de clientes, tuvo lugar hace unos días en Sevilla. Y no se trataba de un robo ni mereció espacio alguno en las páginas de sucesos de la prensa local. Fue una de las acciones de protesta simbólica de FLO6x8, un grupo de activistas de izquierdas que afirman usar el flamenco 'como forma de subversión contra el sistema financiero y el capitalismo', según explica a Público una de las organizadoras, que responde al nombre artístico de Paca La Monea.

La forma de actuar de FLO6x8 sigue paso a paso la hoja de ruta de todo buen flashmob con un fin político o reivindicativo. ¿Y qué diablos es un flashmob? A grandes rasgos, es una especie de performance perfectamente planificada, a veces convocada a través de Internet, ejecutada en público y que pretende adoptar el aspecto de algo espontáneo, de forma que sorprenda y desconcierte aún más a sus casuales espectadores. Es decir, si en los próximos días ve que a su alrededor ocurre algo muy infrecuente, inusual, en lo cual están implicadas muchas personas, pero que a la vez parece extrañamente coordinado, quizás esté presenciando un flashmob, que podría traducirse al español como 'muchedumbre instantánea'. Normalmente acaba con la dispersión de los protagonistas.

En los últimos meses se han realizado en España algunos flashmobs con fines reivindicativos que han alcanzado bastante eco. Es el caso del que llevó a cabo el colectivo Enmedio de Barcelona, que consistió en montar una fiesta ¡en una oficina el INEM! '¿Tienes miedo a la crisis? Nosotros no', así arranca el vídeo colgado en la red, que puede consultarse escribiendo 'fiesta en el INEM' en Youtube.

Y hay más. Activistas por los derechos del pueblo Saharahui entraron recientemente en un Mercadona para denunciar, a ritmo de Mecano, que los productos pesqueros de su marca blanca 'son robados por Marruecos'. Se puede ver escribiendo 'Mecano en Mercadona' en el buscador de vídeos.

En el caso de FLO6x8 no suelen ser multitud. Dos o tres cantan y bailan y otro graba. Entran en un lugar (sucursal bancaria), realizan una acción planificada (cantar, bailar y taconear), la graban en vídeo y se van como si nada hubiera pasado, dejando al personal patidifuso, para luego colgar las imágenes en la Red. Si quiere ver algunos de los vídeos, escriba 'FLO6x8' en Youtube. No tiene desperdicio ver a la Niña Ninja zapateando sobre un montón de monedas en medio de una sucursal, o a Paca La Monea convirtiendo en tablao el espacio donde normalmente se forma la cola de caja de otra oficina, en ambas ocasiones mientras los clientes parecen dudar entre salir o animarse con un olé.

De vuelta a la oficina sevillana del Santander, el otro cantaor, David el Gamba, continúa a lo suyo: 'Que yo llego a mi casa/con prisa de bombero/miro en la panera/no queda un bollo entero'. En ese momento, la bailaora, Ángeles Gavaldón, taconea al mismo tiempo que saca una carpeta llena de folios con diferentes mensajes escritos, todos breves: FMI (Fondo Montetario Internacional), Usura, PPSOE. Los raja y los tira al suelo. Enardece su taconeo sobre los folios, tirados a su vez en el suelo de la sucursal, con lo cual está, literalmente, 'pateando el capital', lema del colectivo. Ángeles acompaña la bulería con un taconeo imponente. 'Banquero, banquero, banquero/tú tienes el dinero/y yo tengo un paragüero'. La cajera ha acabado avisando a la Policía Nacional.

'Si llevas pistola te pueden pegar un tiro, pero con las castañuelas en la mano poco te pueden hacer', explica FLO6x8 en un documento interno en el que explican quiénes son y responden a las preguntas más frecuentes de sus miembros. Ya han realizado unas veinte acciones de este tipo en oficinas de Sevilla, Huelva, Bilbao y Barcelona, aunque sólo unos pocos vídeos son localizables a través de Internet. De bancos como el Santander a cajas como Cajasol y La Caixa, no tienen preferencias ni hacen excepciones.

El colectivo, integrado por una treintena de activistas mayoritariamente menores de 40 y radicado en Sevilla, se considera a sí mismo 'una guerrilla'. 'Al principio la gente piensa que puede ser un atraco, pero después se relaja', explica Paca La Monea, que cree que 'lo que más les descoloca es ver que se está grabando'. Las protestas pueden ser molestas para clientes y empleados, pero son pacíficas. En el Santander sólo se produce un momento de tensión cuando las trabajadoras, tras el aviso a la policía, cierran las puertas para que nadie pueda salir. '¡De aquí no sale nadie!', advierte un responsable del banco.

Poco después llegan seis agentes de la Policía Nacional. Ya les suena el tinglado. Ellos mismos explican a las cajeras en qué consiste. Al final sólo queda un montón de papeles tirados por el suelo y el resonar de la bulería: 'Banquero, banquero, banquero/tu tienes el dinero/pero yo el mundo entero'.

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