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La industria editorial se sitúa en el cuarto puesto mundial

Los datos de producción del mundo editorial son alentadores frente a la situación agónica de otras industrias españolas

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España se sitúa en el cuarto lugar del mundo en producción editorial con más de un millón de ejemplares editados. Estos son los datos que ha facilitado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros donde ha recibido varios informes de la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde.

En el informe sobre la industria editorial en España (libros y prensa), da cuenta de que el sector aporta al PIB el 1,3% (9.729,5 millones de euros de media en el período 2000-2005), lo que supone un 43,7% de la aportación total de las actividades culturales al PIB. Sin embargo, desde el punto de vista de los trabajadores del sector, no existe reciprocidad en los beneficios obtenidos. 'Teniendo en cuenta que prácticamente aportamos la mitad del porcentaje del PIB que proviene de las actividades culturales, sería bueno que nos apoyasen en la misma medida, ya que se da más apoyo a otros sectores que al editorial, aunque aportan un porcentaje mucho menor que nosotros al PIB' afirma Paco Martínez, presidente de la Agrupación de Distribuidores de Libros y Ediciones de España (ADILE).

El informe también destaca que el número de editores activos se acerca a los 3.000, mientras que el número de títulos editados en 2008 ha sido de 83.996, un 1,74% más que en 2007. En aras de mejorar aún más dicho incremento, el documento elaborado por el Ministerio de Cultura resalta el hecho de que el sector editorial prevé aumentar la producción del libro infantil y juvenil, un sector que en cifras supone el 11% de la edición española. 'Está creciendo el número de lectores de este tipo de libros, por lo que obviamente la industria tiende a aumentar su producción, pero no está planeado a priori. Simplemente, si se venden muchos, se publican más' aclara Paco Martínez.

Según la Federación de Gremios de Editores de España , en el año 2007 la facturación de las 800 editoriales privadas agremiadas alcanzó, en el mercado interior, 3.123 millones de euros, editoriales que proporcionan 15.467 empleos directos (30.000, si se cuentan los indirectos). 'Son datos alentadores. Todo un logro que además constituye un gran motor económico', ha dicho la vicepresidenta primera del Gobierno.

Si algo se puede achacar al sector editorial, sin duda es su fuerte concentración empresarial y territorial. Según el informe, el 63% de la facturación total se reparte entre 32 empresas principales, cuya facturación individual traspasa los 18 millones de euros. Pero lo que es más relevante aún es que el 63% del total de la producción se reparte entre dos únicas comunidades, Madrid y Cataluña. 'La mayoría de la producción se da en estas dos zonas por una cuestión de tradición, aunque en los últimos años se ha producido un incremento importante en otros lugares como Andalucía o Valencia. A pesar de existir esta concentración, el mundo editorial tiene la ventaja de ser un sector donde cabe la posibilidad de que un libro salga con éxito sin pertenecer a uno de las editoriales principales', afirma el presidente de ADILE.

Uno de los filones mejor explotados por esta industria es sin duda el de la exportación. La expansión territorial de las empresas dedicadas a los libros es muy importante, sobre todo en Iberoamérica, donde están fuertemente implantadas gracias al valor añadido del idioma común. La facturación por exportación ha supuesto casi 555 millones de euros en 2007, produciendo un saldo comercial exterior positivo, con más de 311 millones de euros de diferencia entre exportaciones e importaciones.

A la vista de los datos expuestos en el informe, se podría considerar que ésta es una industria que no se ha visto afectada por la crisis económica. Sim embargo, en el día a día del negocio librero no se consideran a salvo de nada. 'La crisis nos afecta como a cualquier industria del ocio. No creo que el libro se convierta, como se ha dicho, en un valor refugio dentro de este sector. Es verdad que las cifras no son tan malas como al principio imaginamos, pero también es verdad que a nosotros las consecuencias nos llegan más tarde. Lo que tenemos que hacer aprovechar las virtudes que poseemos, es decir, el valor del idioma y la cultura española. La industria editorial tiene muchísimo recorrido y no estamos explotando suficientemente el patrimonio del idioma y las ventajas que nos ofrece'.

El Consejo de Ministros ha recibido otro informe sobre el Plan extraordinario de dotación bibliográfica para las bibliotecas públicas, puesto en marcha en el año 2005 por el Ministerio de Cultura.

Dichas colecciones suponían en 2004 una media nacional de 1,27 documentos (libros, videos, discos) por habitante, bastante por debajo del mínimo establecido por organismos internacionales que sitúan la media en una franja entre 1,5 y 2,5 documentos por habitante. 'Se ha hecho un esfuerzo dirigido muy especialmente a las bibliotecas municipales que constituyen el 96% del total de las bibliotecas públicas españolas', ha recordado De la Vega.

De esta manera, el Ministerio y las respectivas Administraciones han dedicado entre los años 2006 y 2009 casi 134 millones de euros a la dotación de fondos bibliográficos para las bibliotecas públicas españolas.

Los fondos dedicados por el Ministerio de Cultura a la compra de títulos para las bibliotecas públicas han aumentado más del 15.000%. En 2004 sólo se dedicaron 129.000 euros a este objetivo; en el año 2005 se produjo un aumento del 2.225%, hasta alcanzar una cifra global de tres millones de euros; para el ejercicio 2006 se multiplicó por tres esta cifra hasta los diez millones de euros y para 2007 se duplicó hasta los veinte millones de euros, nivel que se ha consolidado para los ejercicios de 2008 y 2009.

Asimismo, De la Vega ha señalado que con los datos disponibles, y partiendo de la ratio de 1,27 volúmenes por habitante en 2004, se constata un aumento continuo y marcado que llega a una previsión de 1,88 volúmenes por habitante en 2009, con lo que España se situará en la franja recomendada por los organismos internacionales.

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