Está ocupado y nervioso, ultimando los detalles de su discurso de ingreso en la Real Academia Española, que tendrá que estar impreso y listo para el próximo domingo. 'Dos pequeñas erratas, de la propia editorial, y el proceso de cosido y encuadernado del librito con los discursos, que es bastante laborioso y lento', le tienen algo preocupado.

José Luis Borau (Zaragoza, 1929) no es sólo uno de esos nombres que atraviesan la historia de la cultura en España en los últimos 50 años (guionista, productor, director de cine y escritor). Es un hombre generoso con su tiempo y su dinero. Presidente de la Sociedad General de Autores y Editores desde julio de 2007 y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 2002, Borau sustituirá a Fernando Fernán Gomez en el sillón B de la RAE.

Además, el cineasta presentó en la Seminci de Valladolid la fundación que lleva su nombre, nacida con dos propósitos: 'Ayudar a estudiantes de dirección y guión para que se formen adecuadamente y no les pase lo que a mi generación. También servirá para dar salida a publicaciones sobre cine que a las editoriales no les interesen porque, como se sabe, son libros que sólo interesan a los interesados', explica a Público el cineasta aragonés.

Aunque la idea de la Fundación viene de lejos, reconoce que él solo no habría sido capaz de sacarla adelante. En parte, porque el proceso de constitución legal le ha demostrado que si en España es difícil ganar dinero, 'mucho más complicado es regalarlo'.

Aunque el año pasado ya entregaron una beca, este curso ha sido oficialmente el primero en que cuatro jóvenes han podido continuar sus estudios de cine gracias a unas ayudas muy particulares: 'Los fondos de la fundación salen de mis bolsillos. Yo no tengo herederos y como no me voy a ir a pasar un mes a Tahití, ¿para qué quiero el dinero? Prefiero darlo. Y mientras dure el dinero, durará la fundación'.

Borau estudió Derecho, pero su vida ha estado centrada casi exclusivamente en el cine. Por eso, su discurso de ingreso en la RAE abordará la manera en que este se cuela en el lenguaje de la calle. 'No tengo ni idea de cuál será mi papel en la RAE. El jueves es la primera reunión, ahí me enteraré. Lo esencial es que la Academia ha entendido la importancia de tener a cineastas y guionistas entre sus miembros. Somos gente que trabajamos con el lenguaje', afirma el director.

Al terminar esta entrevista, Borau confiesa una preocupación: 'Tengo muchas obligaciones y ahora me viene otra más, y me da miedo no cumplir bien con todas ellas', se sincera el cineasta.