Este artículo se publicó hace 9 años.
La precaria vida de las angulas a más de 6.000 euros el kilo
El altísimo precio de las primeras angulas refleja el declive de las especies europea y americana, que ha espoleado la investigación sobre su complicado ciclo de vida. Las anguilas se pueden cruzar y los híbridos terminan en mitad del Atlántico, en Islandia.
Malen Ruiz de Elvira
-Actualizado a
“Precio histórico de la angula en Ribadesella: 6.230 euros el kilo”. El titular de El Comercio de Gijón, hace apenas dos semanas, además de reflejar lo que están dispuestos a pagar los consumidores por la primera angula de la temporada, indica la situación desesperada de las poblaciones de anguila europea, en agudo declive en las últimas décadas. La alarma sobre una pesquería que mueve más de 2.000 millones de euros anuales en el mundo ha espoleado la investigación sobre unas especies muy escurridizas en todos los sentidos.
Esta situación de escasez extrema la comparte la anguila americana y en ambos lados del Atlántico los investigadores intentan entender el todavía misterioso el ciclo de vida de unos peces que parten de ambas orillas para encontrarse, o no, en el mar de los Sargazos (al noreste de las Bermudas), donde supuestamente se reproducen. Ahora, el seguimiento por científicos canadienses de anguilas americanas a las que se adosaron marcadores que transmiten por satélite ha conseguido una primicia: comprobar que llegan al mar de los Sargazos, donde nunca se han encontrado anguilas adultas ni huevos, pero sí larvas, que al cabo de años de migración de vuelta a las costas se convierten en las cotizadas angulas. Las supervivientes se hacen anguilas en zonas costeras, ríos y lagos.
Anteriormente, científicos europeos habían seguido con la misma tecnología 600 anguilas europeas durante más de 3.000 kilómetros, en algunos casos, y comprobaron que se dirigían al mar de los Sargazos, pero no que llegaran allí. Sin embargo, sí detectaron, por un lado, que seguían rutas distintas de las supuestas, y por otro, que se sumergen a grandes profundidades, donde pueden terminar siendo alimento de ballenas y otros predadores. Estas fueron algunas de las conclusiones del proyecto EELIAD, en el que participaron varios países europeos interesados, entre ellos España.
En el caso canadiense, solo una de las 28 anguilas seguidas llegó a la frontera norte del mar de los Sargazos. Lo hizo en 45 días tras recorrer 2.400 kilómetros, desde la costa de Quebec. Los investigadores, de la Universidad Laval y el organismo Fisheries and Oceans Canada, son cautelosos a la hora de sacar conclusiones de su experimento, cuyo resultado publican en Nature Communications, pero, al igual que los europeos, han obtenido muchos datos nuevos sobre las rutas de migración.
Otro misterio que rodea a la anguila europea (Anguilla anguilla) y la americana (Anguilla rostrata) es su relación genética. Recientes estudios de investigadores daneses, españoles y canadienses indican que son dos especies y que se separaron evolutivamente hace 3,5 millones de años a raíz de la emergencia del istmo de Panamá. Sin embargo, pueden cruzarse (en el mar de los Sargazos) y dar lugar a descendientes viables y fértiles.
El análisis genético de ambas especies ha revelado que tienen prácticamente el mismo genoma, excepto en algunas partes relacionadas con el crecimiento y el metabolismo
El análisis genético de ambas especies ha revelado que tienen prácticamente el mismo genoma, excepto en algunas partes relacionadas con el crecimiento y el metabolismo. Esto tiene sentido, según Michael Møller Hansen, de la universidad danesa de Aarhus, porque la anguila americana solo permanece en el estado larvario de seis a nueve meses mientras que en la europea este estado se puede prolongar durante varios años.
Y qué pasa con las larvas mestizas? Pues resulta que se van a Islandia, donde suponen más del 10% de la población de anguilas. La razón puede ser que la duración de su estado larvario sea tal que solo puedan sobrevivir en esa zona del Atlántico. Un estudio genético de los híbridos de primera generación ha mostrado que siempre las madres son europeas y los padres americanos, informa Science Nordic, probablemente porque las anguilas americanas llegan antes y su ciclo fecundo dura más en los machos.
“Las anguilas tienen una de las vidas más extremas en la naturaleza y todavía hay mucho que no sabemos de ellas. Si entendemos su evolución y su ciclo vital podremos manejar mejor las poblaciones, para asegurar que existan en cantidad en el futuro”, añade Hansen.
Se estima que la población de anguila europea ha disminuido en un 95% respecto a la de hace 40 años y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la tiene clasificada en su Lista Roja de Especies amenazadas como “en peligro crítico”, mientras que la americana está “en peligro”. Las razones de este declive no están claras, y la sobrepesca no es la única, aunque lógicamente no ha habido más remedio que tomar medidas para la supervivencia comercial de la especie. Se espera que resolver el misterio del ciclo vital sirva también para intentar su cría con técnicas de acuicultura.
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