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El mapamundi precolombino en el que aparece la costa de América es falso

El documento sospechoso que adelantaba el descubrimiento de América se dibujó con tinta moderna sobre un pergamino antiguo.

Mapa de Vinlandia
Mapa de Vinlandia, con Islandia, Groenlandia y lo que parece parte de la costa norteamericana. Beinecke Library

El rocambolesco recorrido del mapa de Vinlandia, que demostraba supuestamente que los vikingos habían cartografiado tierras americanas antes que Colón, ha llegado a su fin. La Universidad de Yale, su propietaria por una donación desde 1965, ha realizado lo que considera el análisis definitivo para confirmar o descartar su falsedad, basándose en las técnicas más avanzadas. 

En realidad, puede que lo más interesante del estudio sea la aplicación de estas técnicas, que además de confirmar las grandes dudas sobre la verosimilitud del mapamundi que surgieron casi desde que Yale avaló su autenticidad, servirán para detectar otros fraudes y conocer mejor los documentos auténticos.

La puntilla en los resultados del análisis ha sido la presencia en las tintas utilizadas para dibujar todo el mapa de un compuesto de titanio cuya producción no empezó hasta los años 20 del siglo pasado. El titanio fue descubierto 300 años después de la supuesta elaboración del mapamundi.

"El mapa de Vinlandia es un fraude", asegura Raymond Clemens, encargado de libros y manuscritos antiguos en la biblioteca de Yale, donde está el mapa. "No hay ninguna duda razonable ahora. Este análisis debe terminar el debate".

Aunque en estudios anteriores se habían detectado tintas modernas en varios puntos del mapa, el nuevo análisis hecho por su propietario abarca toda la composición del pergamino, con instrumentos y técnicas avanzados no disponibles anteriormente, informa la Universidad de Yale.

Espectroscopía de fluorescencia de rayos X

Además, la gran ventaja del nuevo análisis es que la universidad ha puesto el documento sin limitaciones a disposición de sus investigadores y colaboradores. En el estudio de la tinta han utilizado espectroscopía de fluorescencia de rayos X (XRF) para escanear el documento entero, un avance reciente. 

"Con la macro XRF podemos generar un mapa elemental en escala 1:1, lo que nos permite tener la base de datos completa de todo el mapa. No elegimos puntos individuales sino que ofrecemos el panorama completo", dice Anikó Bezur, una de los investigadores.

Tras esta primera fase se utilizó la microscopía Raman, un tipo de microscopía molecular para confirmar que el compuesto de titanio era el sospechado, el correspondiente a la tinta moderna. Se comparó este con el de la tinta de 50 fragmentos de manuscrito de la biblioteca Beinecke de Yale realizados en Europa en el siglo XV, que resultó ser muy diferente. 

También se aplicó otro tipo de microscopía que indicó que las partículas del compuesto de titanio eran físicamente como las de pigmentos comercializados en Noruega en 1923.

El resto del análisis, cuyos resultados se preparan para su publicación, se ha centrado en aspectos históricos que demuestran que la falsificación fue un acto intencionado y muy complejo. El mapa de Vinlandia se encontró encuadernado con dos manuscritos medievales (uno incompleto) que se consideran auténticos y muy valiosos y que han sido datados, al igual que el pergamino del mapa, entre 1400 y 1460. 

Fueron escritos probablemente en Suiza por el mismo escriba con motivo del Concilio de Basilea. Uno, el incompleto, es Speculum Historiale, una gran enciclopedia de cuatro volúmenes popular en el siglo XV.

El otro es la Relación Tártara, que cuenta el viaje de varios clérigos a las tierras de Gengis Khan en el siglo XIII. Los daños por insectos en los folios de pergamino de piel de ternera hacen creer a los investigadores que el mapa se dibujó sobre una guarda anterior del Speculum y luego se unió al otro volumen. Hace poco se ha redescubierto en Lucerna una copia completa del siglo XIV del Speculum unida igualmente a una copia de la Relación Tártara. Solo se conocen dos copias de esta última, la de Yale y esta.

El autor de la falsificación aún se desconoce

La Universidad de Yale, que tuvo mucho interés en presentar el mapa como precolombino en 1965, reconoce ahora que el análisis actual no les da datos sobre el autor de la falsificación y tampoco se conoce si este se benefició directamente del alto precio que pagó por ella un mecenas a un marchante (se habla de 300.000 dólares de 1965). 

Sí saca pecho respecto a sus recursos tecnológicos, que se están aplicando ahora a unas lujosas cartas de tarot creadas en Italia en el siglo XV, sobre cuya autenticidad no hay dudas.

El mapa de Vinlandia, que habría sido el único mapa vikingo conocido, seguirá sin embargo en su sitio en la biblioteca de Yale. "Se ha convertido en un objeto histórico por sí mismo", justifica Clemens. "Es un gran ejemplo de una falsificación que tuvo un impacto internacional y es parte integral del Speculum Historiale, que es un manuscrito verdaderamente fascinante". 

Quizás lo más paradójico de toda esta historia es que también en los años sesenta del siglo XX se excavó el primer asentamiento vikingo en la isla de Terranova, que sería la Vinlandia de las famosas sagas islandesas. Así que los vikingos estuvieron por allí, pero, que se sepa, no lo reflejaron en ningún mapa.

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