Este artículo se publicó hace 8 años.
'El Culo Volador', la mayor aeronave del mundo, ya tiene permiso para volar
Un dirigible de alta tecnología resucita los zepelines en un hangar de la I Guerra Mundial.
Malen Ruiz de Elvira
-Actualizado a
MADRID.- Terminado, bien sujeto y listo para empezar las pruebas que desembocarán en su primer vuelo, el Airlander 10, la mayor aeronave del mundo, se ha presentado en sociedad en el histórico hangar de la I Guerra Mundial en el Reino Unido en el que se ha montado en los últimos años. Es un globo dirigible de tecnología avanzada que mide 92 metros de largo, unos 19 más que el Airbus 380, el mayor avión actual, y va lleno de helio como los globos infantiles. En las últimas semanas el interesante proyecto ha quemado etapas rápidamente, aunque su rentabilidad no esté clara. Ha sido presentado a los medios, fue apadrinado por el duque de Kent la semana pasada y ha obtenido el permiso para vuelos comerciales de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y del organismo homólogo del Reino Unido.
Al mismo tiempo, el fabricante, Hybrid Air Vehicles, lanzó una campaña de micromecenazgo por Internet que terminó el pasado viernes, con la que ha conseguido 1,25 millones de libras, el máximo permitido por la ley. Bruce Dickinson, cantante del grupo musical Iron Maiden además de piloto de jets, es el principal inversor en la empresa, que también ha obtenido siete millones de libras en fondos públicos europeos y británicos para investigación y desarrollo.
“La idea es simple”, se afirmaba en la campaña. “Fabricar una aeronave que sea más eficiente que la tecnología existente, que pueda volar durante más tiempo o transportar más carga, al tiempo que opere a un coste menor y con menor impacto medioambiental”.
Este primer Airlander 10 lleva el nombre de Martha Gwyn, la esposa del presidente de la empresa, pero es más conocido jocosamente en el Reino Unido como “El Culo Volador” (“The Flying Bum”) por su forma. Puede transportar 10 toneladas de carga, 48 pasajeros, y viajar a 140 kilómetros por hora a 6.000 metros de altura.
La aeronave puede permanecer en el aire durante cinco días en vuelos tripulados y hasta tres semanas en no tripulados
Con una mezcla de características de avión y de dirigible, la aeronave puede permanecer en el aire durante cinco días en vuelos tripulados y hasta tres semanas en vuelos no tripulados. El fabricante lo presenta como el vehículo ideal para labores de reconocimiento y transporte normal de carga, pero también puede llevar pasajeros en viajes de placer y hacer llegar suministros a zonas aisladas en caso de catástrofe. Ahora empezarán las pruebas en tierra con vistas a las 200 horas de vuelos de prueba que debe realizar.
Ha sido un viaje de ida y vuelta. El Airlander se llamaba antes LEMV y se diseñó en el mismo sitio, en el Reino Unido, para el ejército de Estados Unidos, que lo quería para labores de reconocimiento en Afganistán. Hizo un solo vuelo de prueba en ese país en 2012 y al año siguiente se canceló el proyecto por problemas presupuestarios. Entonces se subastó el vehículo, que fue comprado por la empresa original, desmontado y retornado a su lugar de origen, donde se ha montado de nuevo y modernizado para su uso civil. Es uno de los tres proyectos más adelantados en el segmento de grandes aeronaves comerciales más ligeras que el aire, según la revista The New Yorker. Los otros dos están en Estados Unidos: el LMH-1 de Lockheed Martin y el Aeroscraft del ingeniero y empresario Igor Pasternak, de origen ucraniano, cuyos pequeños dirigibles de reconocimiento se están utilizando ya con éxito, tanto por gobiernos como por empresas.
Aunque sea muy grande, el prototipo Airlander 10 es bastante más pequeño que los gigantescos zepelines que surcaron los cielos en las primeras décadas del siglo XX, y que terminaron abruptamente en 1937 con la catástrofe del Hindenburg, que medía 245 metros de largo. Entonces se utilizaba hidrógeno, que es inflamable, en vez de helio, que no lo es. De hecho, todos los expertos coinciden en que para resultar rentables en el mercado de carga, que es el más claro para estas aeronaves, se necesitarían vehículos mayores, capaces de transportar centenares de toneladas. Otro factor a tener en cuenta es que las reservas de helio existentes en el mundo son limitadas.
El fabricante lo presenta como el vehículo ideal para labores de reconocimiento y transporte normal de carg
El sueño de resucitar los zepelines lo ha mantenido siempre una pequeña comunidad mundial de ingenieros y entusiastas (muchas veces las dos cosas al tiempo), pero los intentos no han tenido mucho éxito, sobre todo por la competencia del avión. Los avances tecnológicos y la preocupación por el medio ambiente están cambiando eso. El próximo presidente de la Real Sociedad Aeronáutica del Reino Unido, Chris Atkin, dijo cuando se presentó la aeronave a los medios de comunicación que es un proyecto magnífico, un nuevo enfoque de una idea sólida, que utiliza la tecnología de forma muy inteligente.
“Será un vehículo muy silencioso y estable para viajar”, afirmó. Así que es posible que el Airlander sea el primero de una nueva era de la aeronáutica, pero también es posible que la rentabilidad no se alcance y los zepelines vuelvan al baúl de los recuerdos.
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