"Aproximadamente, la tercera parte de las muertes por cáncer son debidas a factores de riesgo fácilmente evitables, que dependen de cada persona de forma individual, no de políticas gubernamentales ni de campañas sanitarias o del Estado", recalca a Público el doctor César Rodríguez, oncólogo del Hospital de Salamanca y presidente electo de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

La primera de ellas es el tabaco, causante del alrededor del 40% de todos los cánceres y de un 80% de los de pulmón, una enfermedad que ha matado a más de medio millón de españoles en los últimos 20 años. "Es uno de los mayores problemas sanitarios en España y la causa más frecuente de muerte por cáncer en los países occidentales", apunta por su parte el doctor Bartolomeu Massuti, jefe de servicio de Oncología del Hospital General Universitario Doctor Balmis de Alicante.

No solo afecta a los pulmones

"El tabaco es un alto factor de riesgo para el cáncer de esófago y estómago", confirma a Público el doctor Fernando Rivera, jefe de servicio de Oncología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. De igual manera, fumar multiplica las probabilidades de padecer cáncer de vejiga, una de las enfermedades más frecuentes en Europa, a pesar de su poca visibilidad.

"Los fumadores tienen tres veces más riesgo de desarrollar tumores del aparato urinario que los no fumadores", nos dice la doctora Begoña Pérez Valderrama, de la Unidad de Tumores Urológicos y Ginecológicos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. "También está relacionado con los cánceres de la cavidad oral y laringe" –el 80% de los afectados son fumadores–. "Y, en mayor medida, con los de colon, recto, páncreas, riñón y mama", apostilla el doctor Rodríguez.

La mejor cura para este asesino en masa es la prevención. "Tenemos que reducir el consumo de tabaco. La normativa antitabaco en España es mejorable. Debería prestar más atención al inicio del hábito tabáquico. Aquí, la tasa de fumadores adolescentes es mucho mayor a la media europea", denuncia el doctor Massuti.

La razón está en el alto número de carcinógenos que contienen los cigarrillos: más de 70 sustancias que pasan al organismo a través de la inhalación directa o entrando en el torrente sanguíneo. Casi todas son derivadas de la combustión, como las nitrosaminas, el benceno, las aminas aromáticas, el formaldehído... Curiosamente, la nicotina no es uno de ellos: es responsable 'solo' del efecto de adicción.

El alcohol provoca 12.000 casos de cáncer al año

Pero el problema no está solo en los cigarrillos: los vapeadores también aumentan las probabilidades, advierte el presidente de la SEOM. "Están autorizados en España desde 2017, y aún no hay investigación suficiente sobre su impacto en el riesgo de cáncer en la población. Pero se basan en un proceso de combustión que genera sustancias carcinógenas".

Por otra parte, el consumo de alcohol "está relacionado con unas 12.000 muertes por cáncer al año en España, en especial, tumores de cavidad oral, esófago, mama e hígado", subraya el doctor Rodríguez.

Además, el problema es que tiene un efecto sinérgico con otras sustancias, como el tabaco. "Fumar y beber multiplica el riesgo, no lo suma. Lo mismo pasa cuando se combina con una dieta inadecuada, con la obesidad o el sedentarismo", nos explica. "En los países occidentales, en la última década, la combinación de este cúmulo de factores es responsable del crecimiento de la incidencia de tumores en edades más tempranas".

Respirar amianto y radón

Otros grandes facilitadores del cáncer con los que convivimos a diario son ambientales. Junto con la contaminación atmosférica en zonas de alto tránsito de tráfico, el abuso de los pesticidas y la radiación ultravioleta –nociva "cuando tomamos el sol de forma intensa y fragmentada en el tiempo", apunta Rodríguez–, nos encontramos con el gas radón y el asbesto.

Según la OMS, el radón –un gas que se produce de forma natural por la desintegración del uranio del suelo y que es muy habitual en algunas zonas de España–, es responsable de entre el 3 y el 14% de las muertes por cáncer de pulmón.

El amianto o asbesto, por su parte, es causante de mesiotelioma pleural maligno, un tipo de cáncer de pulmón altamente agresivo. "No tenemos un plan real y efectivo para quitar de los edificios el asbesto que se usó de forma masiva en la construcción de antes de la normativa que lo prohíbe", señala Massuti. "Todavía existe en muchas edificaciones y canalizaciones, y el riesgo aumenta con su manipulación y retirada sin protección", advierte Rodríguez.

Mientras la Administración cumple con su responsabilidad, la buena noticia es que cada uno de nosotros tiene en su mano reducir sus papeletas para padecer cáncer. "La fórmula es no fumar, no beber alcohol en exceso, hacer ejercicio y llevar una dieta adecuada", asegura este especialista.