Docenas de católicos holandeses han denunciado en los últimos días presuntos abusos sexuales de sacerdotes, animados por la amplia cobertura mediática de casos similares en Irlanda y Alemania.

Unas 70 acusaciones han surgido desde el viernes, cuando un periódico informó de que tres sacerdotes de la orden salesiana abusaron de alumnos hace décadas en un internado, dijo Pieter Kohnen, de la Conferencia Episcopal Holandesa.

La mayoría de los casos son de personas que dicen que fueron violadas o sufrieron abusos por parte de curas católicos hace 40 ó 50 años. Los salesianos, como los jesuitas en Alemania, que afrontan acusaciones de abusos similares, están especializados en la educación juvenil.

"Es un gran problema, es un problema para las víctimas que tuvieron que esperar tantos años para contar su historia", dijo Kohnen. "Los acontecimientos en Irlanda y Alemania son seguidos con mucho interés, y es imposible que no veamos hechos como esos aquí", añadió.

La Conferencia Episcopal, encabezada por el obispo salesiano Adrianus van Luyn, de Rotterdam, mantendrá una reunión habitual el 9 de marzo y debatirá si inicia una investigación más amplia.

La orden salesiana ha dicho que llevará a cabo una investigación sobre las informaciones de abusos en un internado que gestionó en la localidad de Heerenberg, en la frontera con Alemania.

Apenas un tercio de los 16 millones de holandeses están registrados como católicos, concentrados principalmente en el sur del país.

Mientras que los escándalos de pedofilia han sacudido la Iglesia en Irlanda y Estados Unidos en los últimos años, ha habido pocos abusos conocidos en Holanda y en su vecina Alemania.

El Papa Benedicto XVI mantuvo una reunión con obispos irlandeses sobre los escándalos el mes pasado después de que un informe gubernamental condenara los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes. Los críticos dicen que el Vaticano y la Iglesia no han ido lo suficientemente lejos para entregar a los supuestos agresores a la justicia.

La mayoría de los abusos en Holanda se remontan a los años 50 y 60, dijo Kohnen, y hay pocos después puesto que los internados católicos comenzaron a cerrar en los 70.

Kohnen dijo que el último centro de este tipo en Holanda se clausuró en 1981.