El artista y activista chino pro derechos humanos Ai Weiwei continúa detenido por la policía y ni su esposa ni sus colaboradores han podido contactar con él, cuando ya han pasado más de 24 horas desde que la policía le arrestara en el aeropuerto de Pekín antes de tomar un avión con destino a Hong Kong.

El teléfono del artista continúa apagado, según pudo comprobar Efe, y nadie de su entorno ha tenido contacto con él desde ayer por la mañana, cuando fue arrestado, señalaron los socios de Ai a través de twitter.

Su esposa, Lu Qing, fue conducida anoche a una comisaría donde fue interrogada, pero no pudo hablar con Ai ni la policía le dijo nada sobre su marido, señalaron los colaboradores del artista en su página web (www.aiweiweifilm.org).

Además, Wen Tao, activista y periodista, también fue arrestado ayer durante la redada en uno de los estudios de Ai en la que la policía detuvo a ocho de sus colaboradores, y tampoco ha sido posible contactar con él desde entonces, señala la página web del artista.

Según esta fuente, los ocho asistentes de Ai han sido puestos en libertad tras ser interrogados sobre sus salarios, sus visados y el tamaño del estudio, donde continúa habiendo una fuerte presencia policial.

La asociación de derechos humanos Chinese Human Rights Defenders (CHRD) confirmó hoy a Efe que al menos cinco de ellos ya habían sido liberados.

Además de las detenciones, la policía se presentó con una orden de registro en el estudio del artista y requisó unos treinta ordenadores de mesa o portátiles y discos duros del estudio y su casa, que se encuentra también allí, señalaron desde CHRD.

La asociación de derechos humanos explicó que en muchos casos similares de activistas arrestados, a los que también se les requisaron ordenadores y otros materiales, los detenidos aún continúan desaparecidos, sin que se haya iniciado un proceso judicial contra ellos.

Esta es la segunda ocasión en la que la policía china ha impedido salir del país a Ai, después de hacerlo antes de la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz a Liu Xiaobo, que cumple una condena de once años desde el 2009 por "subvertir el poder contra el Estado".

En una entrevista reciente con Efe, el artista, de 53 años, señaló que su intención era permanecer en China a menos que las autoridades usaran la fuerza contra él.

Ai ha sido arrestado en numerosas ocasiones, vio cómo su primera gran exposición monográfica en China, prevista para el pasado marzo, era cancelada, e incluso llegó a ser golpeado con tal brutalidad que tuvo que ser operado en 2009 en Alemania de un derrame cerebral.

Ai Weiwei, uno de los artistas chinos más internacionales, ha expuesto o llevado a cabo "performances" en EEUU, Europa, Japón y Australia, entre otros lugares, y destacó su reciente instalación "Sunflower Seeds" en la galería Tate de Londres, donde llenó una habitación de pipas de girasol de porcelana china.